«La cumbia es una expresión que busca la alegría en tiempos de tormento»

A 65 años del nacimiento de Los Wawancó, la banda que popularizó la cumbia en todo el territorio argentino, un conjunto de artistas, bandas y referentes del género proponen institucionalizar el 9 de noviembre como Día Nacional de la Cumbia. "Estamos hablando de un género con un alto nivel de representatividad popular que no goza de la necesaria legitimidad a través del Estado", planteó Lucho Rombolá, impulsor de la iniciativa.

El 9 de noviembre de 1955, el costarricense Mario Castellón reunió a músicos de Colombia, Chile y Perú para animar una boda en la ciudad de La Plata. Así nacieron Los Wawancó, una de las primeras bandas de cumbia en la Argentina, que instalaría como éxito la canción “El pescador”, a principios de la década del ’60. Si bien ésta no fue la primera banda de cumbia en el país, sí fue la que popularizó el género y logró que se esparciera por todos los rincones del territorio nacional. Con la excusa de recordar ese momento fundacional, un grupo de personalidades de la cultura busca declarar esta fecha como el Día Nacional de la Cumbia.

«Es un género que se fue expandiendo por todas las provincias, que fue engalanando a las distintas clases sociales, que se fue introduciendo en bailes populares y de alto poder adquisitivo, que sonó siempre con mucha fuerza y gracias a los barrios, las villas, los pueblos, las ciudades de las provincias argentinas, que se expandió y alcanzó otro tipo de límites», describe Lucho Rombolá, conductor de Cumbia de la Pura y el principal impulsor de este proyecto, en diálogo con El Grito del Sur.

Foto: Julián Galán

La cumbia argentina está próxima a cumplir 66 años, si tomamos de base el nacimiento de Don Avelino y su conjunto, un grupo de San Miguel de Tucumán que surgió el 12 de diciembre de 1954 como primer exponente de este ritmo. Con los años, el género fue ganando cada vez mayor popularidad y hoy es escuchado en las más diversas latitudes del mundo: desde Japón hasta las Islas Canarias.

«Estamos hablando de un género con un alto nivel de representatividad popular y que en la República Argentina no goza de la legitimidad necesaria a través del Estado. Hay un día para el chamamé, hay un día para el tango, hay un día nacional e internacional para el folklore y hay días a nivel provincial que abrazan a la cumbia y a la música tropical. En Córdoba se ha sancionado el Día del Cuarteto el 4 de junio, en Santa Fe el Día de la Cumbia santafesina el 5 de noviembre, la guaracha de Santiago del Estero el 12 de abril, pero no hay un día que represente a la movida tropical en su conjunto y esa es nuestra propuesta: un día tomando como referencia el nacimiento de Los Wawancó en 1955, que no es la primera banda pero sí la que expandió la cumbia a nivel nacional», explica Rombolá.

La iniciativa, si bien tiene una fuerte impronta personal, fue trabajada también con la Plataforma Federal de Cultura, un espacio nacido a mediados del año pasado que reúne a un conjunto de hacedores y hacedoras, gestores y gestoras del mundo de la cultura, de diferentes disciplinas, que se han unido con la intención de pensar políticas culturales a nivel federal bajo una mirada inclusiva, nacional, diversa y popular. Y les encargades de llevar este proyecto al Congreso serán Nicolás Rodríguez Saá y Carolina Moisés, diputado por Buenos Aires y diputada por Jujuy respectivamente, ambos representantes del Frente de Todos.

«Tenemos muchísima expectativa de que sea aprobado y que todo el arco político, tanto el Frente de Todos, como el Frente de Izquierda y el bloque de Juntos por el Cambio cierren la grieta en nombre de la cumbia y apoyen este proyecto que representa a todas las provincias argentinas y que ya no es exclusivo de un sector social, sino que más allá de las diferencias y las distintas identidades, hoy cruza absolutamente a todas las clases sociales», expresa el conductor y productor de Cumbia de la Pura.

Foto: Catalina Distefano

La propuesta fue presentada públicamente en la tarde de ayer mediante una transmisión de Facebook que contó con la participación de Mario Castellón, músico fundador de Los Wawancó, junto al histórico pianista de la banda, Miguel Loubet. Además, estuvieron Miguel D´Aníbale, vocalista de Amar Azul; Déborah Chauque, cantante de Los Dados Negros; y Marcos Castelló, líder del grupo Kaniche, de Santa Fe, y senador por el departamento La Capital. Se sumaron también Nicolás Rodríguez Saá y Carolina Moisés, quien se desempeña actualmente como vicepresidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, junto al decano del departamento de Folklore de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), Víctor Giusto. Hasta el momento, el proyecto reúne la adhesión de más de 80 artistas, agrupaciones y referentes de la movida tropical de Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Posadas, Reconquista, Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto y Buenos Aires. Los Palmeras, Los del Bohío, Lía Crucet, Antonio Ríos, El Cuarteto Imperial, Amar Azul, Jambao, Ternura, La Repandilla, Grupo Sombras, Adrián y Los Dados Negros, por citar solo a algunos de quienes ya expresaron su apoyo.

Lucho Rombolá define la cumbia alrededor de dos conceptos: identidad y alegría. «La cumbia es una identidad, no es solo un ritmo para bailar. La cumbia construye una mirada, un modo de vivir. No es lo mismo bailar y divertirse con la cumbia, que ser cumbiero o cumbiera y vivirla en la vida cotidiana», plantea. Y sostiene, además, que ésta «representa un estallido de alegría, pero al mismo tiempo representa -tal es el origen de la cumbia en Colombia y así se ha ramificado- una expresión que busca la alegría en épocas de tormento».

«América Latina es una región que nace bajo el yugo de distintas fuerzas extranjeras, o a veces locales, donde el trabajador y la trabajadora siempre han sido sometidos. Estamos pensando en países con grandes diferencias sociales y económicas, donde hay muy pocos ricos y muchísimos y muchísimas pobres», explica en relación a este último punto. Y suma: «Entonces la cumbia termina transformándose en el género que sirve de refugio a todos y todas las laburantes. Pensemos que la cumbia creció gracias al movimiento de la empleada doméstica, a la mujer que cuida ancianos, que se dedica a la limpieza, a los vendedores ambulantes, a los trabajadores de la fábrica, al peón rural, al recolector de residuos, al camionero, es decir, laburos que no están considerados por la alta clase social como parte de su esquema y su modo de concebir el trabajo».

Foto: Julián Galán

En los últimos años, como parte del proceso de diversificación que sufrió el género, empezaron a aparecer nuevas expresiones que fueron catalogadas por algunos sectores, o incluso hasta por algunes artistas, como «cumbia cheta». Consultado por este tema, Rombolá responde: «La cumbia considerada pop o cheta como Agapornis, Marama, Rombai, Los Totora, que tienen otro perfil, otras caras, otra vestimenta, otro tipo de identificación, tocan cumbia a nivel musical, pero no tienen esa construcción identitaria que tiene el sector popular. Por lo cual, desde lo musical podemos decir que es cumbia, pero a nivel identitario no lo es». Sin embargo, destaca que «la búsqueda es la misma: la alegría, un buen momento y el consumo cotidiano».

 

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).