Comenzó la maratón verde

Desde el martes es todo verde porque comenzó el debate en comisiones del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el que participaron distintos expositores tanto a favor como en contra de la iniciativa. Aquí un resumen de las dos jornadas.

Úrsula Basset

Este martes empezó en la Cámara de Diputados el debate en comisiones sobre el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el que participaron distintos expositores tanto a favor como en contra de la iniciativa. El plenario reúne a las comisiones de Legislación General (cabecera), Legislación Penal, Mujeres y Diversidad, y Acción Social y Salud Pública.

Buena parte de los expositores ya se habían presentado en el debate de 2018 como Nelly Minyersky, Soledad Deza, Aída Kemelmajer de Carlucci y Ricardo Gil Lavedra, todos a favor. En contra, algunos de los representantes que se repitieron fueron el padre Pepe Di Paola, Ursula Basset y Rodolfo Barra, entre otros.

Úrsula Basset

Por el lado del Ejecutivo asistieron el ministro de Salud, Ginés González García, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, quien aseguró que «ninguna mujer está esperando que se apruebe el proyecto para abortar» y que el objetivo es “acompañar la maternidad” -en el caso de que sea deseada- con el Programa de los Mil Días y terminar «con el enorme negocio de los abortos clandestinos» con la IVE.

DÍA 1

El primer expositor fue el padre Pepe Di Paola, quien en 2018 acusó que el aborto “es sinónimo de FMI (Fondo Monetario Internacional)” que “no ve con malos ojos que los pobres tengan menos cantidad de hijos o que no los tengan”. Esta vez, el cura comparó la IVE con una política del nazismo: “Los países capitalistas que han aprobado el aborto han depurado, con un pensamiento cuasi nazi, al 90 por ciento de los niños por nacer con síndrome de Down. ¿Qué sigue después? ¿La eliminación de los ancianos?”.

«Se trata de ampliar derechos, no obligamos a nadie, pero no queremos que nos cercenen derechos y libertades», puntualizó Nellly Minyersky, abogada e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

«Es un proceso con muchas implicancias. Decir que hay que gestar para después dar en adopción no es ético. Despenalizar el aborto tiene un efecto fundamental, porque todas las relaciones sexuales -que son una fuente de placer y reproducción- hasta ahora se han tratado como algo negativo, con un velo de tristeza», agregó.

El exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación menemista Rodolfo Barra argumentó nuevamente en contra de la legalización del aborto porque el establecimiento de la semana 14 como límite para la realización de la práctica “contradice el sistema integrado por el Código Civil, la Ley 26.061 y el artículo 75 inciso 23 de la Constitución» y afirmó que “se es niño desde el momento de la concepción”.

Mabel Bianco

También del lado celeste expuso Ursula Basset, doctora en Ciencias Jurídicas y docente de la UCA, quien intentando utilizar textos de la feminista francesa Simone Veil -la ley que legalizó el aborto en el país galo lleva su nombre- sostuvo que las mujeres son presionadas para abortar “en una sociedad machista, que ensaya responsabilizar a los hombres por los hijos».

Osvaldo Carnival, pastor principal de la Iglesia Catedral de la Fe, calificó el tratamiento de la ley como “inoportuno” y afirmó que “la vida le pertenece a Dios” y que “un aborto siempre será un asesinato. Se trata de una mamá asesinando a su hijo con ayuda del Estado».

Por su parte, el exjuez y exministro Ricardo Gil Lavedra señaló que «la criminalización hasta ahora ha fracasado», ya que «no ha tenido ningún efecto preventivo y privó, sobre todo a los sectores más vulnerables, de derechos y acceso a la salud». Además, recordó que la protección de la vida es incremental y que «en las primeras semanas de gestación prevalece la voluntad de la madre de no serlo, de no proseguir con el embarazo».

Mabel Bianco, médica feminista y presidenta de Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), señaló: «Estamos escuchando algunos argumentos preocupantes. El aborto ocurrió, ocurre y va a seguir ocurriendo. No discutimos aborto sí o no, estamos discutiendo clandestinidad o aborto seguro. Eso es lo que mata y enferma», dice.

Pepe Di Paola

DÍA 2

La segunda jornada comenzó con la exposición de la abogada feminista tucumana, Soledad Deza -quien defendió a Belén, la joven que estuvo presa casi tres años por haber sufrido un aborto espontáneo-. La abogada se centró en la objeción de conciencia y cómo se ha utilizado en muchas ocasiones para obstruir el acceso a la práctica, incluso en casos de interrupciones legales del embarazo (ILE).

El proyecto presentado por el Ejecutivo contempla la objeción de los profesionales (no así de las instituciones) y Deza opinó que «hay que pensar en una limitación para que jefes y jefas de servicio no puedan ser objetores de conciencia» y se garantice el acceso a la salud de quienes decidan abortar.

Jorge Nicolás Lafferriere, director del Centro de Bioética, Persona y Familia de la UCA, dijo que «el proyecto impone el aborto» y que, de aprobarse el proyecto, se favorecería la discriminación hacia personas con discapacidad porque podrían ser “eliminadas antes de nacer».

Por su parte, el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez señaló que es imperioso que Argentina sancione la ley de IVE para cumplir con los tratados internacionales que ha firmado. «Es una obligación del Estado argentino despenalizar el aborto», sostuvo y agregó que aquellos que se oponen castigan a una mujer que no quiere maternar.

La jurista Aída Kemelmajer de Carlucci, ex integrante de la Corte Suprema de Mendoza, consideró que «no se le puede negar a nadie la posibilidad de tener sus propios proyectos de vida», defendió la «autonomía» de la mujer y señaló: «Si no aprueban esta ley, no respetan la autonomía ni la igualdad social».

Uno de los argumentos en contra que generó un repudio generalizado fue el de Fernando Toller, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, que cerró su intervención parafraseando un fragmento de “El Señor de los Anillos” para pedir que se le dé “una oportunidad a cada ser humano cuando no podemos devolver la vida ni a uno solo”.

Una de las intervenciones a favor estuvo a cargo de la tocoginecóloga Cecilia Ousset, quien junto con su marido le practicaron una ILE a Lucía, la niña de 11 años que había sido abusada por la pareja de su abuela y pedía “que me saquen esto que me puso adentro el viejo”.

Ousset es católica y objetora de conciencia, pero remarcó que “no es lo mismo ser objetor que ser obstaculizador”. “Tenemos abierta hasta el día de la fecha una causa penal por homicidio agravado. Si eso no es un amedrentamiento y una manera de disciplinamiento, yo no sé qué es”, manifestó.

Nelly Minyersky

La tocoginecóloga tucumana aseguró que “todas las mujeres abortan” sin importar su clase social o credo religioso y que el problema está en que lo hacen “de manera clandestina, en buenas o malas condiciones sanitarias según las posibilidades económicas” y, por esa razón, es necesario que el Estado garantice el derecho al aborto.

Las exposiciones en el plenario de comisiones continuarán durante los días jueves y viernes. Se espera que el proyecto tenga un dictamen favorable el 9 y que sea tratado en la sesión al día siguiente.

 

Foto de portada: Cristina Sille

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