Suenan las notificaciones en grupos de WhatsApp y todos los mensajes dan la misma alerta: van a estar vendiendo el pan dulce peronista en equis punto de la Ciudad de Buenos Aires. La caja está decorada con las fotos de Perón, Evita, Alberto Fernández, Cristina y Néstor Kirchner y Axel Kicillof. “Más peronista no se consigue”, comenta risueño a El Grito del Sur Eduardo Montes, presidente de la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), la entidad que aglutina a cerca de 30 cooperativas autogestionadas y empresas recuperadas que desde 2019 elaboran y venden el famoso pan dulce.
“El packaging lo hizo la gráfica Suárez que está en Liniers y la elaboración del pan dulce lo hace la pizzería La Pascana, que está en Palermo. Este año también incorporamos al Centro de Panaderos de Avellaneda y a los comedores comunitarios de la Federación que están en La Plata. De esa manera abastecemos a toda la zona del AMBA”, explica Montes. Las cajas son enviadas después a las cooperativas de todo el país que lo soliciten, como es el caso de Mendoza, Córdoba y Tucumán, entre otras.
La idea surgió a mediados del año pasado y, cuenta Montes, “enseguida dijimos ‘que sea un pan dulce peronista’”. La palabra “compañero”, agrega, proviene de la expresión de compartir el pan. Fue así que empezaron a investigar sobre la tipografía y la estética utilizada durante los primeros gobiernos de Perón, pero también sobre el significado que tiene la Navidad para el peronismo.
Entre los recuerdos más felices del pueblo justicialista están los juguetes, la sidra y el pan dulce que por primera vez entraba a las casas de los más humildes. La Fundación Eva Perón era la encargada de la distribución de estos presentes que todavía la memoria popular atesora y que incluso aparecen en un clip de Bombita Rodríguez, el Palito Ortega Montonero de Peter Capusotto y sus Videos.
“Cuando la gente viene a comprarlo les gusta muchísimo el diseño, se lo llevan con mucha alegría y nos preguntan dónde estamos, quiénes somos y cuántas personas están involucradas en la elaboración, distribución y venta del pan dulce”, afirma el presidente de la Fetraes.
El pan dulce tiene escrito su packaging “Feliz 2021 sin Covid y con justicia social”. En 2019, explica Montes, cada caja venía con una frase que Eva Perón pronunció en su discurso de Navidad de 1950: “La Nochebuena es de los pobres, de los humildes, de los descamisados, desde que Cristo -despreciado por los ricos que le cerraron todas las puertas- fue a nacer a un establo”. “Este año incorporamos un almanaque con fechas que tienen que ver con el peronismo y un sticker de regalo con una frase de Maradona”, agrega Montes.
El año pasado, la Fetraes vendió más de 25 mil unidades de su pan dulce peronista y esperan igualar la cifra este año. Cada unidad se vende a un costo de 300 pesos y durante el fin de semana previo a la Navidad se vendió a través de unidades básicas de La Cámpora ubicadas en 15 comunas de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que en Zona Norte la venta fue hecha por otras organizaciones y en el Sur se encargó la Fetraes.
“La venta la hacemos en espacios públicos porque tiene que ver con esto tan característico del peronismo que es ganar la calle. Nos ofrecieron vender en unos lugares, pero preferimos la calle, la plaza, el contacto directo que forma parte de la razón de ser del peronismo”, señala Montes.
Además de elaborar y vender el pan dulce, la Fetraes organiza 400 ollas populares en CABA y el conurbano. “Es el quinto año de pandemia. Este año afectó la salud, pero la pandemia de (Mauricio) Macri afectó lo económico, lo social, lo cultural -enumera el presidente de la Federación-. Este año tuvo un impacto en lo económico, en lo emocional, pero entendimos que había que estar donde había que estar y muchos compañeros pusieron el cuerpo y se enfermaron. Incluso yo tuve Covid y no la pasé para nada bien”.
Después de Navidad, todavía podrá conseguirse el pan dulce peronista para servir en la mesa de Año Nuevo los días 28, 29 y 30 de diciembre en distintos puntos de venta (revisar dónde en @efmontes en Twitter).
Para Montes, el pan dulce peronista es una de las formas en las que se manifiesta la inventiva, “que siempre fue un rasgo del movimiento justicialista”. “Cuando Perón estaba proscripto, en las calles se pintaba con carbonilla PV (por “Perón Vuelve”) en las paredes, que Rodolfo Walsh decía que son la imprenta de los pueblos -afirma-. El peronismo ocupa la calle, el espacio público, las paredes y hoy se ve en las redes con remeras, tazas, juguetes, de todo. Hay peronismo para rato”.
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