“Los dueños de C5N se olvidaron de que hoy tienen una pantalla gracias a los trabajadores y las trabajadoras”

Los trabajadores y las trabajadoras de C5N denuncian que siguen cobrando su salario en cuotas desde 2017. Conversamos con Alexis Szewczyk, delegado del SATSAID en la comisión interna del canal, para conocer los pormenores del conflicto salarial que ya lleva tres años y medio.

El conflicto comenzó en octubre de 2017 cuando el Grupo Indalo se declaró en concurso preventivo y se agudizó luego de que el dueño del multimedios, Cristóbal López, y su principal socio, Fabián De Sousa, fueran embargados y encarcelados tras ser acusados de defraudación al Estado. Desde entonces, cerca de 400 trabajadores y trabajadoras de la señal de cable que se desempeñan delante y detrás de cámara tuvieron que afrontar serias dificultades para cobrar sus salarios. Sin embargo, lejos de quedarse esperando que pase la tormenta, se organizaron e iniciaron un proceso de luchas que incluyó asambleas, paros, movilizaciones y diferentes acciones destinadas a visibilizar el conflicto y, a la vez, mantener la pantalla encendida frente al intento de censura por parte del gobierno de Macri.

Actualmente, con los dueños del canal en libertad y al frente de la conducción del medio, la situación salarial aún no se normalizó. Desde la comisión interna de C5N denuncian que la empresa sigue pagando los sueldos en cuotas, pese a haber crecido económicamente y haber recibido $330 millones de pauta oficial durante 2020.

Después de tres años y medio de conflicto, ¿cómo es la situación actual que están atravesando? 

Hace unos años cobrábamos nuestro sueldo en seis u ocho cuotas. Nunca sabíamos cuándo nos iban a depositar. Pasamos momentos de mucha incertidumbre. Sin embargo, desde hace unos meses se viene acomodando la rueda y ahora estamos cobrando en dos cuotas, que no deja de ser irregular pero ahora por lo menos hay cierto orden. De todas maneras, lo que vemos es que nosotros seguimos cobrando en cuotas y el canal por enésima vez está embarcado en mejorar la pantalla. Parece que los dueños de la empresa (Grupo Indalo) se olvidaron de que hoy tienen una pantalla gracias a los trabajadores y trabajadoras. La promoción y la propaganda que viene haciendo la empresa de la construcción de un nuevo estudio, del lanzamiento de nueva programación y de la contratación de nuevas figuras, no representa para nada lo que vivimos los laburantes, porque hay salarios que rozan la línea de la pobreza. Entonces nos parece que es tiempo de poner un límite. El otro día nos reunimos en asamblea y acordamos que si el próximo salario no lo percibimos en su totalidad, en tiempo y forma, vamos a tomar medidas de fuerza.

Teniendo en cuenta que durante el macrismo dieron una lucha muy fuerte en contra del cierre del canal y por sostener los puestos de laburo, ¿cómo es la relación con los dueños de la empresa ahora?

Yo estoy bastante decepcionado con las respuestas que nos dan los principales accionistas y algunas personas del directorio. Los dueños del canal fueron privados de su libertad y estaban a punto de perder la empresa. Luego recuperaron su libertad y encontraron que la empresa era mucho mejor que la que tenían antes de ir presos. La marca C5N la levantamos los trabajadores y las trabajadoras del canal. La pusimos en primer lugar como nunca había sucedido en la historia y durante un año estuvo primera en rating. Entonces no me parece bien que luego de que hayamos surfeado esa ola, después del cambio de gobierno y de que mejoraran las condiciones para el canal respecto del reparto de pauta, haya que recordarles a los dueños a través de una asamblea y una medida de fuerza que primero nos tienen que dar una respuesta a nosotros, que fuimos los que hicimos posible que hoy puedan tener un canal. Me parece un destrato muy grande. Vemos que hay una línea editorial diferente entre La Nación +, TN y C5N, pero a la luz de los hechos son empresarios que tratan a su gente de la misma manera.

Alexis Szewczyk. Foto: Fernando Sturla/Télam/cb

¿Cuáles son los argumentos de los dueños del canal para no abonar el salario como corresponde?

Hay un argumento que es válido y que nosotros lo conocemos porque tenemos acceso al expediente. La empresa todavía está concursada y las cuentas siguen embargadas, entonces la operatoria no es tan sencilla como en otras empresas. Eso es algo real y es un obstáculo para nosotros. Ahora bien, después de tres años y medio y habiendo mejorado la recaudación, uno espera que la administren de manera tal de que puedan cumplir con nosotros. Pero si esa no es su primera prioridad, obviamente que la plata no les va a alcanzar para liquidar de una los salarios. Más aun, hoy la única cuenta operativa que tiene el canal es la que nosotros fuimos a pelear hace dos años a la Justicia. Es una cuenta que el juez Cosentino había ordenado abrir para que nosotros cobráramos nuestros sueldos, y que luego la Sala “D” de la Cámara de Apelaciones había anulado por un pedido de AFIP, aún considerando que era una cuenta de carácter alimentario. Sin embargo, en aquel entonces la seguimos peleando y al día de hoy es la única cuenta operativa que tiene el canal, desde la cual nos pagan en cuotas. Por todo lo expuesto esperábamos un poco más de consideración por parte de los dueños.

La lucha que empezaron hace tres años tenía como objetivo resistir la política represiva y de censura del gobierno de Macri. ¿Cómo se organizan ahora que discuten directamente con los dueños de la empresa en esta nueva coyuntura?

En un momento llegamos a tener asambleas día por medio. Y nosotros teníamos bien en claro que el problema estaba afuera. El gran problema era que el gobierno nos quería cerrar. Entonces nos ganábamos varias puteadas de algunos compañeros, porque más allá de que sea un canal que tiene una línea editorial afín al kirchnerismo eso no significa que todos sus trabajadores, desde la escala más baja hasta el más visible, sean afines al kirchnerismo. Entonces muchas veces algunos nos decían: “ustedes vienen a hacer política”, y nosotros le respondíamos que no les estábamos diciendo que votaran al Frente de Todos o que se afiliaran a tal o cual partido, lo que les decíamos es que a nosotros nos estaba bombardeando el gobierno de Macri. De hecho, en las asambleas les planteábamos a los compañeros y compañeras que este conflicto tarde o temprano lo íbamos a resolver, pero que después teníamos que estar fuertes porque el tema se iba a volver más delicado. No es lo mismo levantar la voz para exigir que no te censuren y que se respete la libertad de expresión, que levantar la voz con cuestiones que puedan afectar al tipo que a vos te paga el sueldo. Ahí hay que plantarse de otra manera. Y lamentablemente hay muchos compañeros a los que les cuesta sacar para afuera este conflicto, que nos involucra a todos y que requiere del empuje y de la participación colectiva. Y es sumamente importante que esté el compromiso de aquellos compañeros que tienen un millón de seguidores en las redes, porque además es gente que sabe muy bien en qué sentido se pueden usar las redes sociales.

¿Qué rol viene cumpliendo el SATSAID en este conflicto?

Es una pata fundamental. Cuando la empresa entró en concurso preventivo, había un importante empresario de medios interesado en comprar el canal, y supimos que tenía articulada toda una maniobra con parte de la gerencia anterior para quedarse con el canal. Fue en ese momento que nosotros entendimos que no teníamos que descuidar la pantalla, porque apagarla era negocio para otro. Y ahí el sindicato puso sus cuentas a disposición para que nosotros cobráramos. Aun así en 2018 cobrábamos salarios en seis cuotas que eran de 2016, porque no teníamos paritarias. El sindicato fue el que le puso cuerpo a la empresa, en consonancia con la comisión interna, e hizo posible que el canal siguiera funcionando. Siempre estuvimos respaldados por el sindicato y supimos entender cada coyuntura. En un momento no era prudente hacer un paro que afectara a la señal porque en realidad no íbamos a lograr nuestro objetivo, porque los dueños estaban presos, porque las cuentas estaban embargadas, etc. Cuando empezó la pandemia tampoco era prudente parar porque estábamos cobrando el salario con el ATP. Nosotros cobramos con la ayuda del Estado, aun siendo una empresa de una actividad esencial que nunca dejó de facturar, y que sin embargo recurrió al Estado para pagar los salarios. Ahora bien, a mí esta situación me extraña mucho porque al poco tiempo de haber recuperado su libertad, el señor De Sousa nos agradeció por todo lo que habíamos hecho y nos dijo que él se iba a ocupar de recomponer el perjuicio que habíamos recibido por tanto tiempo que estuvimos cobrando en cuotas, que nos iba a gratificar económicamente por nuestro compromiso. Todavía lo estamos esperando.

¿Cómo van a continuar ahora?

Ya le transmitimos a las autoridades de la empresa lo que decidimos en la asamblea: le exigimos que el próximo salario esté depositado en su totalidad, en tiempo y forma. La semana próxima vamos a realizar una nueva asamblea para evaluar un posible plan de lucha en caso de que no cumplan con lo que estamos demandando.

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Jeremías Herrera

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires