Menem ¿lo hizo?

Sobre el final de su segundo mandato, el riojano hizo circular un spot que repasaba los supuestos logros de su gestión. Duraba casi tres minutos, y quedó para la historia. Lo curioso es que, a la luz del revisionismo desatado a partir de su muerte, cada uno de los "hitos" que resalta la publicidad significaron en realidad una tragedia para el país.

A los 90 años murió Carlos Saúl Menem, el presidente con el mandato democrático más extenso en la historia argentina y el que definió una década marcada por la pizza con champagne y la destrucción de la economía y el tejido social del país. Pero en 1999, al final de su segundo mandato, el gobierno de Menem lanzó un spot televisivo que resumía los “logros” de la gestión y que dejó para siempre la consigna “Menem lo hizo”.

La muerte del caudillo riojano desató un revisionismo sobre la década menemista y El Grito del Sur repasó algunos de los hitos que, según el spot del ‘99, tuvo el gobierno de Menem.

“Un peso fuerte, Menem lo hizo”

En 1991 y después de tres ministros de Economía (Miguel Ángel Roig, Néstor Mario Rapanelli y Antonio Erman González), el expresidente convocó al economista Domingo Felipe Cavallo que, con su Plan de Convertibilidad -aplicado a partir de 1992-, puso freno a la hiperinflación que castigaba al país desde el gobierno de Raúl Alfonsín.

Tener “un peso, un dólar” implicó la eliminación de la posibilidad de tener soberanía monetaria y el aumento de la deuda externa. La dolarización, sumada a la apertura de las importaciones de forma indiscriminada, provocó la caída de industria nacional -era más barato comprar un producto importado que aquellos fabricados en el país- y el aumento del desempleo.

“El respeto internacional, con él verdad”

La política exterior del menemismo puede resumirse en un concepto: “relaciones carnales”. El gobierno buscó fortalecer las relaciones bilaterales con Estados Unidos en un mundo unipolar posterior a la caída de la Unión Soviética.

“No queremos tener relaciones platónicas: queremos tener relaciones carnales y abyectas”, pronunció el entonces canciller Guido Di Tella en un encuentro con las máximas autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo. Argentina se convirtió así en el mejor alumno de Estados Unidos, siguiendo al pie de la letra el Consenso de Washington. Estas medidas permitieron la consolidación del neoliberalismo en el país.

Estas “relaciones carnales” llevaron a Argentina a enviar tropas a la Guerra del Golfo e incluso se aceptó el pedido del gobierno estadounidense de desarmar el misil Cóndor.

También vale la pena recordar que entre los hitos de la política internacional menemista está la venta ilegal de armas a Croacia durante la Guerra de los Balcanes.

“Nuestra telefonía con él mejoró”

La venta de las empresas del Estado a precio vil fue otra marca característica del gobierno de Menem. Una de las primeras empresas en pasar por este proceso fue la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel) y quien estuvo al frente como interventora fue una de las funcionarias más emblemáticas del menemismo: María Julia Alsogaray.

La funcionaria lideró la venta de la empresa a Telefónica y Telecom. Alsogaray -defensora acérrima del neoliberalismo, militante de la Ucede e hija del militar Álvaro, quien fuera funcionario de los gobiernos de Aramburu, Guido, Frondizi y Onganía- fue condenada en diversas causas: enriquecimiento ilícito; la firma de contratos cuando fue titular de la Secretaría de Recursos Naturales y de contratos de fin de obra durante la privatización de ENTel.

A partir de la venta de la telefónica, las tarifas sufrieron aumentos drásticos y, al igual que pasó con las otras empresas estatales, se redujo la planta de trabajadores que pasó de alrededor de 45 mil a 10 mil al final del gobierno de Menem.

“El servicio militar obligatorio con él terminó”

En 1994 fue asesinado Omar Carrasco, un joven oriundo de Cutral Co que se encontraba cumpliendo el servicio militar obligatorio en Zapala, provincia de Neuquén.

Carrasco desapareció a los tres días de haber llegado a la guarnición militar y, un mes después, apareció su cuerpo. El joven había sido golpeado en un “baile” organizado por un subteniente. El encubrimiento del asesinato y el escándalo social fue acallado por Menem promoviendo la eliminación del servicio militar obligatorio.

Cabe también recordar otros sucesos de la década menemista y que el spot del gobierno prefirió no incluir, como la voladura de la fábrica de armamento de Río Tercero, una explosión destinada a ocultar el faltante de las armas que fueron contrabandeadas a Ecuador y Croacia y que dejó decenas de heridos y siete muertos. La Municipalidad de Río Tercero no adhirió a los tres días de duelo nacional por la muerte del expresidente.

Menem, además, firmó decretos que otorgaron el indulto a los genocidas de la última dictadura cívico-militar. «A nosotras Menem no nos deja ni un buen recuerdo. Apenas asumió absolvió a los pocos genocidas que habían sido condenados», afirmó Taty Almeida luego de conocer la noticia de la muerte del exmandatario.

El spot de 1999 soslaya la participación de Menem en el encubrimiento de los únicos atentados terroristas que sufrió el país: la voladura de la Embajada de Israel en 1992 y de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994.

Imposible no mencionar la corrupción; el aumento en la cantidad de jueces en la Corte Suprema de Justicia de la Nación; los “jueces de la servilleta”; que “ramal que para, ramal que cierra”, destruyendo así el sistema ferroviario y los pueblos que existían gracias a la llegada del tren; la carpa blanca y la resistencia docente; el Movimiento de Trabajadores Argentinos y la oposición del sindicalismo a las políticas menemistas que empobrecieron a la población.

Todo esto (y mucho más) Menem lo hizo.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.