«Ampliar las licencias parentales colabora a disminuir las desigualdades en el mundo laboral»

👨‍🍼 El diputado nacional por el Frente de Todos, Itai Hagman, presentó un proyecto para ampliar las licencias por paternidad de 2 a 30 días. "Los varones y las personas no gestantes deben tener un rol más activo en la crianza de sus hijos", explica.

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Entre los diversos y múltiples debates que fue arrojando la marea feminista, en los últimos años ha empezado a debatirse acerca de la necesidad de equiparar las licencias parentales para que exista un equilibrio y una menor desigualdad entre el padre y la madre a la hora de asumir las tareas de cuidado. En ese sentido, el diputado nacional por el Frente de Todos, Itai Hagman, presentó un proyecto en el Congreso de la Nación para que el régimen actual de licencia por paternidad, que otorga nada más que dos días, se modifique y pase a establecerse una licencia de 30 días a partir del nacimiento de su hijo o hija. «El sistema patriarcal históricamente puso a la mujer en el lugar de las tareas del cuidado, a cargo de la crianza de los niños y niñas, y al hombre a cargo de proveer el dinero a la familia. Bueno, eso ya no va más, y ni hablar de que no tienen por qué ser hombre – mujer», explicó Hagman en diálogo con El Grito del Sur.

La propuesta presentada por el diputado porteño plantea no solo un incremento en la cantidad de días habilitados a los varones para pedir licencia por paternidad, sino que fija que éstos sean obligatorios y remunerados. Es importante destacar este aspecto, ya que la legislación actual ni siquiera marca la obligatoriedad de la licencia por paternidad de 48 horas. Además se suma una licencia familiar, que sería de carácter transferible, obligatorio y remunerado, por otros 30 días. De esta forma, cada familia podrá elegir quién la toma en función de sus necesidades. «La mayoría de las mujeres también trabajan, tienen sus profesiones y trayectorias, y se ven perjudicadas en el mercado laboral por este tema. Ampliar las licencias parentales y repartir las tareas de cuidado colabora también a disminuir las desigualdades en el mundo laboral», sostuvo Hagman.

Por otro lado, se iguala a las licencias por adopción, se amplía el período para casos de partos múltiples, prematuros o niñes con discapacidad, y se equipara también a las licencias por maternidad a 100 días.

Actualmente, la Argentina se ubica en el puesto 14º de los países de la región en materia de licencias por paternidad y, analizando los distintos casos, se puede observar cómo en aquellos países donde la licencia no es obligatoria ni remunerada -y cuenta a veces con la posibilidad de ser transferible- los varones tienen una tendencia a no solicitarla a causa de prejuicios sociales y estereotipos de género. «Hay países por ejemplo, como Cuba, Chile y Uruguay que tienen licencias por nacimiento -que se puede tomar cualquiera de los dos padres- muy amplias, y sin embargo se la toman casi en su totalidad mujeres, porque no son obligatorias para los hombres. Por eso la clave es ampliar las licencias, pero también hacerlas remuneradas y obligatorias», reforzó Hagman.

Los datos son muy claros y no dejan lugar a dudas o cuestionamientos al respecto: en Chile la licencia por paternidad solo es solicitada por el 0,2 por ciento de los varones, en Uruguay ocurre algo similar, donde hasta 2015 solo el 2,6 por ciento de los varones la utilizaba. Otro de los casos que llama la atención es el de Cuba, donde si bien tienen una licencia por maternidad de 182 días y una licencia por nacimiento de 365 días, es decir, todo un año, entre 2003 y 2014 tan solo 124 varones hicieron uso de la licencia por paternidad. En este sentido, el autor del proyecto reiteró: «El proyecto amplía las licencias paternales para que los varones y personas gestantes puedan tener un rol más activo en la crianza de sus hijos».

Al referente del Frente Patria Grande y diputado por el Frente de Todos, Itai Hagman, este proyecto lo toca de cerca. Hace poco, en medio de la pandemia más grande de la que tenemos recuerdo, nació su hijo Pedro. «Yo no tuve licencia por paternidad, pero justo coincidió con que Pedro nació en el momento en que se volvió a fase 1 en la cuarentena -recordó-. Entonces, la verdad es que los primeros 15 o 20 días no hubo nada de trabajo, pero porque coincidió con esa situación excepcional. Estuvimos encerrados en casa los tres los primeros 20 días -dice entre risas- e incluso casi todo el mes. Obviamente es una situación absolutamente excepcional por el COVID y la cuarentena, así que no lo puedo tomar como un ejemplo», recordó.

El proyecto recibió numerosas adhesiones tras su presentación y, de avanzarse con la propuesta legislativa, se estaría dando un paso más en el achicamiento de la brecha de desigualdad que aún hoy existe en nuestra sociedad alrededor de la división de las tareas de cuidado, el aseo del hogar y la crianza de los hijos y las hijas.

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).