Esa vieja costumbre de paralizar obras escolares

🏗️ Mientras las comunidades educativas reclaman nuevas obras escolares, el Gobierno de la Ciudad paraliza las que están en curso. El caso de la escuela de Danzas Nº 2 y la histórica pelea por su edificio.

Pocos días antes del retorno a la presencialidad en las escuelas de la Ciudad, el Gobierno porteño publicó en el Boletín Oficial la resolución mediante la cual ordenaba la paralización de las obras del nuevo edificio de la escuela de Danzas Nº 2 «Jorge Donn», ubicado en Lope de Vega y Murature, en el barrio de Velez Sarsfield. Aunque en ningún momento las autoridades del Ministerio de Educación ni del Área Artística se comunicaron con el equipo de conducción de la escuela para explicar los motivos de la paralización en las obras, el Gobierno de la Ciudad expuso en el Boletín Oficial que se debe a la necesidad de redirigir esos fondos a otras áreas producto de la crisis sanitaria. «Tiene que ver con la Ley de Emergencia Sanitaria que da facultades al gobierno de Larreta para quitar presupuesto de donde crea necesario con la excusa de la emergencia sanitaria y económica, pero cuando no estaba la emergencia sanitaria, la plata de la obra del edificio se la fumaban también», denuncia Lucas Bragan, docente de media del Jorge Donn.

La escuela de Danzas Nº 2 «Jorge Donn» comparte edificio con la escuela de Cerámica Nº 2 «Fernando Arranz» desde el año 1988 y viene peleando por su edificio propio, ya que los espacios no son suficientes, las condiciones edilicias están muy deterioradas, deuda que el Gobierno de la Ciudad viene prometiendo desde hace tiempo saldar. «Las condiciones del edificio son deplorables, las paredes se caen y hay plagas de insectos. En algunos horarios los espacios no alcanzan a cubrir la cantidad de cursos que se dictan en simultáneo. Algunas aulas cuentan con ventilación únicamente hacia pasillos, y en otras la ventilación es escasa o nula. Las aulas del primer piso son pequeñas y con paredes de durlock», describe Sofía, representante del centro de estudiantes del Jorge Donn, en diálogo con El Grito del Sur.

En el año 2009, mediante la ley 3.232, se estableció que una parte de los fondos conseguidos por la Ciudad de Buenos Aires tras la venta de los terrenos de Catalinas Norte se destinaría a la construcción de 36 escuelas, entre las que se encontraba la obra del Danzas 2, que tenía fecha de finalización para 2012. En 2014, con la obra aún sin terminar, un conjunto de familias presentó un amparo; en 2015 se colocó el primer cartel de obra y empezaron a construir; en 2017 las obras se frenaron por conflictos entre el Gobierno porteño y las empresas licitantes; en 2019 la jueza Elena Liberatori respondió a otro amparo presentado por miembros de la comunidad educativa obligando al Ejecutivo porteño a finalizar las obras; y finalmente este año -desoyendo las resoluciones judiciales, los amparos de las familias y el reclamo de numerosas generaciones que pasaron por la escuela de danza- el Gobierno de la Ciudad volvió a parar el proceso de licitación necesario para que se concluya la construcción. Lo curioso es que en algunas páginas del GCBA la obra figura como terminada.

Docentes, estudiantes y familias de la escuela artística realizaron un semaforazo en la esquina de Lope de Vega y Murature, donde está emplazada la obra del edificio, e intervinieron el cartel de obra colocando una faja roja con la leyenda «Obra abandonada por el GCBA». Además realizaron esténciles y grafitearon la pared con consignas en reclamo de la finalización de las obras. «Al día siguiente lo sacaron y también taparon con pintadas de un grupo neonazi los esténciles que habíamos escrito en la esquina», cuenta el docente de la escuela.

La comunidad educativa del Danzas 2 se encuentra ahora en estado de asamblea permanente discutiendo cuáles serán las próximas medidas a tomar. Ya han presentado cartas y elevado petitorios, realizaron semaforazos y cortes de calle, y no descartan la posibilidad de movilizarse hacia las puertas del Ministerio de Educación porteño, ubicado en la Villa 31 de Retiro.

«Hay un montón de intereses económicos, de negociados y de tongos que hacen que nosotros, que hace 12 años tenemos una ley que obliga al GCBA a construir nuestro edificio, sigamos en condiciones deplorables y compartiendo el espacio con nuestros compañeros del Arranz», sostiene Bragan. En el mismo sentido, consultada por el recorte en el presupuesto de infraestructura escolar para este año, la activista estudiantil responde: «Claramente el recorte del presupuesto está ligado a la paralización de la obra del colegio. Es un hecho que la precarización de la educación pública se vuelve cada vez un problema más grande teniendo consecuencias como este caso, siendo por supuesto las escuelas artísticas aún más afectadas ya que son desplazadas a otro plano en el cual se deja en evidencia la ausencia de interés en comprender y satisfacer sus necesidades».

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).