Las alarmas volvieron a encenderse tras la suba sostenida de contagios por COVID-19 y las autoridades nacionales ya han anunciado diversas medidas con el objetivo de frenar el avance de la segunda ola. A contramano de los nuevos lineamientos sanitarios dictados a nivel nacional, el Gobierno de la Ciudad insistió durante la última semana en flexibilizar los protocolos vigentes para las actividades presenciales en las escuelas porteñas. Los y las docentes, que ya venían oponiéndose a dicha medida, reafirmaron su posición al conocerse una triste noticia: tras varios días de internación, falleció un docente de la Escuela Técnica Nº 13 «José Luis Delpini» por coronavirus, luego de asistir a dictar clases al edificio escolar ubicado en el barrio de Lugano. «Desde UTE nos solidarizamos y abrazamos a la familia de Jorge y a toda la comunidad de la ET 13. Además, convocamos a una jornada de duelo y protesta con abrazos a las escuelas, cese de tareas, semaforazos, asambleas, reuniones con familias para decirle NO A LA FLEXIBILIZACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE ACUÑA Y LARRETA», expresaron desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) a través de un comunicado.
Se trata de Jorge Langone, docente de la escuela técnica Nº 13 del distrito escolar 21, en Lugano, y el velatorio se realizará en la calle 33 Orientales 1071 entre las 11.00 y las 13.30hs. Las autoridades de la institución decidieron cerrar sus puertas durante el día de hoy por duelo y se despidieron del maestro a través de una publicación en sus redes sociales: «Falleció un querido compañero, docente, un gran padre y buen amigo». «Vamos a extrañar su buena y eterna solidaridad para con sus compañeros y alumnos. Una persona de gran valor que siempre tenía palabras justas para dar consejos, también vamos a extrañar sus ruidosos golpes de maza sobre el yunque dentro del taller, y su eterna alegría cuando ganaba Boca. Hasta siempre querido compañero», escribieron en el mismo posteo de Facebook.
«Los sentimientos que surgen al enterarse de la muerte evitable de un trabajador, padre de familia, buen compañero, son muy encontrados. Por un lado, un profundo dolor porque un número muy grande de personas hemos intentado evitar lo sucedido, exponiendo que las condiciones para la presencialidad en las escuelas no estaban dadas. La muerte de Jorge genera además bronca, rabia, ira contra los gobiernos que durante todo el año pasado sostuvieron un discurso, evidentemente mentiroso, de cuidado de la salud y de la vida como prioridad y ahora nos obligan a abandonar las medidas de cuidado, nos obligan a enfermar», expresó Patricia Pines, del colectivo de Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas, en diálogo con El Grito del Sur. «Yo fui 5 días a la escuela y también enfermé, estuve 15 días sin ver a mis hijos, varios días internada. Temí por mi vida y toda mi familia sufrió mucho, Jorge pude ser yo», agregó.
Desde ADEMYS, gremio al que estaba afiliado el docente, también se pronunciaron sobre lo sucedido: «Como venimos denunciando, esta lamentable muerte es producto de una política aperturista de los gobiernos que privilegian los intereses económicos por sobre la salud, exponiendo a toda la comunidad educativa a contagios y muertes evitables. En particular, la política del gobierno de Larreta y Acuña que presionan a las escuelas para garantizar la presencialidad sin condiciones epidemiológicas y sin que se respeten los protocolos, promoviendo una mayor flexibilización en pleno comienzo de la segunda ola, ocultando casos, presionando para no realizar los aislamientos y cierres de burbujas. Esto expone al conjunto de la comunidad educativa». En el mismo comunicado anunciaron una conferencia de prensa para las 14hs en la puerta de la escuela y llamaron al conjunto de los gremios docentes a realizar un cese total de actividades.
El colectivo Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas realizó numerosos informes denunciando que los indicadores epidemiológicos no estaban en condiciones de habilitar la apertura de escuelas. Además, presentó un pronunciamiento con más de 3.000 firmas de profesionales de la salud y la educación. Se reunió también con el Área de Niñez del Ministerio de Salud de la Nación, ante quienes expresó que es imposible cumplir el protocolo en el Nivel Inicial y que el colapso del transporte y la flexibilización de las medidas de cuidado, sumado a «la presión que están realizando las supervisiones y las direcciones de área del Ministerio de la Ciudad se vuelven insostenibles para los equipos directivos». En este sentido, el colectivo reclamó que se suspendan las clases presenciales, que se entreguen los dispositivos necesarios y se garantice la conectividad a todes les docentes y estudiantes que lo necesiten.
«El conjunto del cuerpo docente y muchas familias estamos intentando organizar el rechazo a la flexibilización de protocolos. Organizamos en muchas escuelas comisiones de bioseguridad, intentamos denunciar la falta de condiciones. Miles de docentes denunciaron que los termómetros no funcionan, que en sus escuelas no hay circulación de aire, que en el afán de garantizar más presencialidad no se respeta el distanciamiento mínimo», resaltó Patricia Pines. Finalmente concluyó: «Pero esas denuncias quedan en la nada porque no tenemos ningún organismo que en este momento proteja la salud y la vida de lxs trabajadorxs, estamos atrapadxs sin salida».
