Por abuso y explotación: así arrancó el juicio a un hijo del poder y del PJ bonaerense

Mariano José Mera Figueroa es pariente de Juan Manuel Urtubey y fue asesor del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. Está prófugo pero avanza el juicio oral en que se lo acusa de abuso sexual y explotación laboral.

El 2 de marzo comenzó el juicio oral contra Mariano José Mera Figueroa a raíz de las denuncias por abuso sexual, lesiones y privación ilegítima de la libertad. El abogado trabajó como asesor de Gustavo Menéndez (intendente de Merlo y ex presidente del PJ bonaerense) hasta que, a fines del 2019, la justicia ordenó su captura. En la actualidad, el funcionario se encuentra prófugo y en las próximas semanas estarán declarando lxs testigos de la causa.

En noviembre de 2017 Mera Figueroa fue denunciado por primera vez: Micaela, su ex pareja, lo acusó de violación y maltratos físicos y psicológicos. El caso tomó relevancia en varios espacios feministas -incluso se organizó un escrache frente a la casa del abogado- pero aún así, la Justicia invalidó el testimonio de la víctima. Tampoco se citó a declarar a los testigos correspondientes y, en paralelo, a Micaela se le dictó una perimetral para evitar que se acercara al funcionario. El único accionar judicial fue un allanamiento a la casa de la entonces ex pareja de Micaela. Sin embargo, Mera Figueroa contaba con la información de antemano, y un día antes, le pidió a las personas que trabajaban con él que se llevaran todas las armas, juguetes sexuales y computadoras. Lo único que se olvidó de llevar fueron los chalecos antibalas.

La historia de Jessica Rodríguez es compleja. En 2015 denunció por violencia de género al papá de sus dos hijas. A raíz de esto, debió abandonar su vivienda y a lo largo de dos años vivió de manera intermitente en la casa de distintos parientes. En 2017, volvió a tener contacto con su ex pareja: Pedro Mallada había obtenido un puesto en la municipalidad de Merlo y le comentó sobre la posibilidad de conseguirle trabajo como empleada doméstica en la casa de Mariano José Mera Figueroa. Ella aceptó y al poco tiempo se mudo a la residencia.

Una vez que se instaló en la casa, se encontró con que la realidad distaba mucho de las condiciones laborales prometidas. Durante un año, Jessica vivió en una habitación que sólo contaba con una cama de una plaza y un sillón. El poco espacio del que disponía era compartido con sus dos hijas y su ex pareja. Con el transcurso de los días se le fueron asignando cada vez más tareas. La joven  -que en ese momento tenía 22 años- debía ocuparse de la limpieza, la cocina, los animales y el cuidado de niñxs. Era común que el funcionario le pidiera que le hiciera masajes o le asignase labores por fuera del horario normal. Jessica jamás recibió ningún tipo de retribución económica. En su testimonio, destaca que Mera Figueroa se sentía con derecho sobre las hijas de su empleada: era común que les pegara o las encerrara en una habitación a modo de castigo. Finalmente, Jessica huyó junto con sus dos hijas después de haber sido abusada sexualmente por Mera Figueroa.

En septiembre de 2018 -luego de realizar una denuncia contra el funcionario- Pedro Mallada se acercó a la plaza en la que jugaban las hijas de la denunciante, y se las llevó por la fuerza. Jessica denunció que sus nenas habían sido secuestradas y esa misma tarde recibió un llamado extorsivo en el que la citaban en un bar ubicado en La Boca. Apenas llegó al lugar, Mera Figueroa y tres empleados del municipio de Merlo subieron a Jessica a un auto mientras la golpeaban. En el viaje dejaron claras sus intenciones: “Decí que el movimiento feminista te coaccionó para hacer una denuncia en contra de Mera Figueroa. Si querés no nombres a nadie, sólo al movimiento feminista”. Los cuatro hombres la trasladaron a la casa de su ex pareja y le pusieron delante un documento. Se trataba de la rectificación de la denuncia, ellos le exigían que firmara el documento porque en caso contrario no iba a volver a ver a sus hijas.

Seis meses después de los hechos citados, Jessica pudo volver a hacer la denuncia contra Mera Figueroa. Además. declaró como testigo en la causa iniciada por Micaela porque en varias ocasiones había visto cómo el funcionario la maltrataba. Nicolás Rechanik es uno de los abogados encargados de acompañar la denuncia de Jessica. A propósito de la complejidad jurídica del caso, explicó: “Por un lado, el país no permite la realización de juicios en ausencia del acusado, entonces lo que se debate es la culpabilidad de una persona a la que, en la práctica, no se la puede condenar. Una vez que aparezca, va a tener que ocurrir otro juicio”. Como ya se mencionó en los párrafos anteriores, Mera Figueroa se encuentra prófugo desde 2019 y el Estado ofrece una recompensa de 500 mil pesos a cualquiera que aporte información relevante sobre su paradero.

La ley Micaela, sancionada en 2019, establece que todo aquel que se desempeñe en la función pública -incluido el poder judicial- debe realizar una capacitación obligatoria en género. A pesar de esto, una incorporación verdadera de la perspectiva de género en la justicia es algo que todavía está lejos de suceder, y la violencia que atraviesan las víctimas al momento de declarar no es novedad para nadie. En relación al caso de Mera Figueroa, Rechanik contó: “En el juicio, los abogados del acusado se ocuparon de cuestionar a la víctima como madre, o hacían énfasis en la conducta sexual y en las características psicológicas de las personas que denunciaron al funcionario. El foco está puesto en la víctima, y el proceso se vuelve muy duro”.

Dentro del ambiente de la política el apellido Mera Figueroa es muy conocido. Mariano es hijo de Julio Mera Figueroa, Ministro del Interior durante la presidencia de Carlos Menem. Como menciona una nota de Cosecha Roja, el funcionario estuvo sólo un año en el cargo, ya que en agosto del ‘91 renunció a raíz de varias acusaciones por corrupción. Por otro lado, el abogado es primo del ex candidato a presidente Juan Manuel Urtubey y del actual senador Dalmacio Mera. Algunos de los hechos más relevantes en el historial político de Mariano Mera Figueroa consistieron en ser asesor en 2003 de la candidatura presidencial de Menem; también se postuló como candidato a jefe porteño como representante del Movimiento por la Dignidad y la Independencia (fundado por Aldo Rico); y, hace una década, el abogado se había postulado como candidato para obtener la presidencia de River.

El progreso de la denuncia contra Mera Figueroa deja al descubierto varias cuestiones. Por un lado, queda claro que el feminismo es fundamental como herramienta de resistencia, sobre todo en aquellas situaciones en las que el Estado no actúa como debería. En todo momento, Jessica estuvo acompañada por sus compañeras de militancia. En varias ocasiones declaró con valentía que el movimiento feminista le salvó la vida. Según un registro elaborado en base a todas las llamadas recibidas por la línea 144, el 37% de las mujeres que denunciaron haber sufrido violencia de género convivían con sus agresores. En 2018, de los 135 municipios bonaerenses, sólo 40 contaban con refugios para víctimas de violencia de género. Desde que asumió Elizabeth Gómez Alcorta como Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, se pusieron en marcha varios proyectos para la construcción de nuevos establecimientos de contención. En síntesis, el número de refugios actual resulta insuficiente en un país en el que ocurre un femicidio cada 29 horas.

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Julieta Bugacoff

Es estudiante de antropología (UNSAM) y egresada de periodismo (TEA). Trabaja como periodista y fotógrafa freelance y colabora con El Cohete a la Luna, Infobae y El Grito del Sur, entre otros medios. Tiene un gato fanático de los fideos con salsa, y milita en el ejército revolucionario de la menta granizada.