Con una medida que abraza luego de tanto maltrato, este miércoles la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal decidió por unanimidad absolver a Mariana Gómez del delito de resistencia a la autoridad y lesiones leves. La medida se tomó al finalizar la tarde, después de una audiencia asistida en la que estuvo el abogado defensor, Lisandro Mariano Teszkiewicz, revocando el fallo de la jueza Marta Yungano que había condenado a un año de prisión en suspenso a la joven detenida mientras besaba a su esposa en la estación Constitución.
Frente al jurado formado por Horacio Dias, Eugenio Sarrabayrouse y Daniel Morin, el abogado alegó que Yungano había resuelto de manera injusta, seleccionado de manera arbitraria las pruebas de la causa y llevando a cabo una errónea aplicación de la ley. “Llevamos cuatro años de proceso porque Mariana es mujer, lesbiana y pobre. Si no, no se hubiera justificado nunca este proceso que se lleva adelante”, explicó Teszkiewicz. Asimismo, remarcó que desde el comienzo se trató de un acto discriminatorio y disciplinante, ya que al momento de la detención de Mariana había otras personas fumando en el lugar y que la estación no contaba con la cartelería adecuada al respecto. Además, reafirmó que el proceder del oficial Jonatan Rojo al detener a la acusada no fue el adecuado, ya que el incumplimiento de la violación de fumar contempla como únicas alternativas solicitarle a la persona que apague el cigarrillo o pedirle que se retire del lugar.
En ese sentido, el letrado dejó en claro que el maltrato recibido por Mariana estaba íntimamente relacionado a su condición de lesbiana visible y que el altercado había comenzado luego de que el oficial Rojo intentara frenar la retirada de Mariana, a quien se había acercado en actitud hostil, tratándola en masculino “poniendo su mano en el pecho de Mariana, con lo que ello implica y diciéndole ‘pibe, vas a ser detenido’, eso genera un forcejeo que termina con Mariana en el piso y arrestada y trasladada a una comisaría, requisada desnuda, sometida a un proceso y condenada a un año en suspenso, por resultar responsable”. A esto sumó que ni siquiera la propia agente Karen Villarreal, quien había recibido las lesiones leves al interceptar a Gómez, expresó en su declaración haber tenido voluntad de instar la acción penal.
Para fundamentar la importancia de hacer lugar al recurso de casación, Teszkiewicz explicó que en el fallo de Yungano, dictado el 5 de junio de 2019 -fecha en la que se cumplía medio siglo de la revuelta de Stonewall-, no se evidencia fundamentación a la sentencia “a no ser que la Dra. Yungano interprete que una mujer, en compañía de su esposa, que se niega a tolerar de manera sumisa una palmaria acción de abuso policial, resulte ser una evidente amenaza para la seguridad pública», por lo cual «aceptar esa opción arbitraria, discriminatoria, machista, ilegítima y lesboodiante, sería tan revulsivo para nuestro sistema constitucional de derecho, que esta defensa debe suponer que la Dra. Yungano no explicita razón alguna simplemente porque no la tiene”.
Además del letrado, la audiencia contó con la participación de representantes del INADI, la Asociación Civil “La Fulana”, la Asociación Civil Federación Argentina LGBT y la Defensoría General en lo Penal y Contravencional de Faltas de CABA como parte del amicus curae. Marcela Millán, defensora adjunta de la Defensoría General en lo Penal y Contravencional de Faltas de CABA, manifestó que “muchas personas sentimos temor al besarnos en una estación, al besarnos en un taxi, al besarnos en un colectivo, al besarnos en la calle, temor por la situación de discriminación y de violencia que ese beso puede generar en otras personas producto de una sociedad machista, patriarcal y discriminatoria. Quizás Marian y Rocío no sintieron temor ese día, pero probablemente después de lo que pasó y de la sentencia, por lo menos, lo piensen dos veces la próxima vez”. “Esta es la forma en la que este sistema patriarcal y machista actúa sobre el cuerpo de las diversidades y de las mujeres”, agregó Millán.
La última en expresar su posición fue Mariana, quien recordó que durante su detención fue requisada desnuda y obligada a agacharse y pararse para corroborar que no tuviera nada en su cavidad anal y vaginal. “Todas las situaciones que pasaron hasta ahora fueron, por lo menos de mi parte, contadas desde el hecho como yo lo viví y la peor parte fue la situación en el calabozo, me desnudaron delante del policía, me hicieron agachar y abrir de piernas, no sabía que esa requisa debía realizarse. No sabía que podía decir que no, lo tuve que hacer igual. No sólo padecí violencia por mi apariencia, sino también mi compañera desde otra mirada, porque ella también, porque entra más en la heterónoma, es también una forma de discriminar, ha sido violentada también ese día”.
El mismo día en que se anunciaba que el Ministerio Público Fiscal de Brasil formuló la acusación formal contra Juan Darthés, la revocación por unanimidad del fallo lesboodiante se convierte en un pequeño gran gesto que vuelve a poner a nuestro país como ejemplo de la lucha por los derechos de las disidencias.
