Después de muchas especulaciones e hipótesis que surgieron luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara nuevas medidas restrictivas para el AMBA y las posibles reacciones del Gobierno de la Ciudad, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, brindó una conferencia de prensa acompañado por buena parte de su gabinete y criticó severamente las decisiones del Ejecutivo nacional. «Estamos convencidos que el diálogo y consenso son el mejor camino para cuidar a la gente»; «Se rompió una forma de trabajo y para mí es inexplicable»; «Esta situación tan difícil no se resuelve tomando decisiones intempestivas»; «Nunca vamos a hacer política con las vacunas», fueron algunas de las principales declaraciones de un Larreta que se mostró enojado y en carrera sostenida hacia su posible candidatura en 2023, explotando al máximo su enfrentamiento con el Presidente.
Aunque el discurso de Rodríguez Larreta hizo pie fundamentalmente en la ruptura del diálogo entre Ciudad y Nación, no perdió la oportunidad de criticar las medidas adoptadas por Alberto Fernández y cuestionar la efectividad de la gestión sanitaria trazada por el Gobierno nacional en coordinación con las 24 jurisdicciones desde el 20 de marzo de 2020, algo que ya había marcado su espacio político una semana antes en un comunicado público que incluía su firma. «Hoy el Gobierno nacional está tomando medidas restrictivas porque no cumplió con el plan de vacunación y la cantidad de vacunas con la que se comprometió a fines del año pasado, y ahora que no pudo cumplir está cambiando la estrategia», apuntó.
En este sentido, anunció que desde la Ciudad buscarán conseguir vacunas por sus propios medios para garantizar las dosis necesarias para los porteños y las porteñas, así como ofrecérselas también a otras jusrisdicciones y al propio Gobierno nacional. Sin embargo, adelantó que en los primeros intercambios que mantuvo su equipo durante la última semana han podido notar las dificultades que se presentan para adquirir los suministros sanitarios, siendo que -tal como explicaron distintos funcionarios nacionales- las negociaciones y comercializaciones de las vacunas se están realizando entre los jefes y jefas de Estado de los distintos países del mundo. Asímismo informó que, de un total de 608 mil vacunas adquiridas, ya fueron aplicadas en la Ciudad de Buenos Aires el 95%: de esta forma se avanzó en un 90 por ciento con la vacunación al personal de salud, un 99 por ciento a mayores de 80 años y un 75 por ciento a mayores de 70.
De todas formas, representantes de la oposición porteña salieron rápidamente a cuestionar el discurso «cínico» y «demagógico» del Jefe de Gobierno. «Desde la Legislatura siempre acompañamos las medidas del Gobierno de la Ciudad y propusimos más. El Jefe de Gobierno nunca nos recibió ni tomó nuestras propuestas», dijo el legislador porteño por el Frente de Todos, Juan Manuel Valdés, en una entrevista para C5N tras la conferencia de prensa.
Como se esperaba, las definiciones más picantes de Larreta fueron en relación a la vuelta a clases: «Mi convicción es que los chicos y las chicas el lunes puedan estar en las aulas». El jefe de Gobierno le solicitó al Presidente la convocatoria urgente a una reunión para poder discutir las «medidas inconsultas» comunicadas ayer y advirtió que llevará este tema a la Corte Suprema de Justicia para que se termine de resolver allí, algo para lo que pidió se le dé un rápido curso y resolución. De esta forma, la discusión sobre la presencialidad en las escuelas vuelve a ocupar gran parte del debate público y enfrenta por segunda vez a la administración porteña y la nacional, ambas con discursos y acciones contradictorias que no terminan por definir un curso claro de la situación educativa.
Por un lado, aparece el Jefe de Gobierno que se muestra preocupado por los «15 mil chicos y chicas» que abandonaron la escuela durante el año pasado o que están en riesgo de hacerlo -según señaló en la conferencia de prensa- y busca entonces sostener la presencialidad a como dé lugar, pero es la misma gestión que aprobó para este año el presupuesto educativo más bajo de la historia de la Ciudad de Buenos Aires, con un recorte sostenido desde el inicio del primer mandato de Mauricio Macri al frente del Gobierno porteño, y que deja sin vacante todos los años a 25 mil niños y niñas. Por otro lado, se escuchó ayer a un Presidente que reculó en su posición respecto de sus últimas declaraciones sobre el tema y -en línea con las recomendaciones que venían expresando desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires- dispuso la suspensión de clases presenciales, inicialmente por un período de dos semanas. Esto en un contexto donde el ministro Nicolás Trotta vocifera una y otra vez el sostenimiento de la presencialidad en las escuelas, y que incluso durante la mañana de ayer mantuvo una reunión del Consejo Federal donde el consenso fue continuar con la presencialidad.
Quienes tampoco tardaron en salir al cruce del Gobierno de la Ciudad fueron los sindicatos porteños. Frente a las declaraciones de Larreta, quien aseguró que «el aula más peligrosa es la que está cerrrada», la titular de UTE, Angélica Graciano, twitteó: «El aula más peligrosa es la que no tiene docentes vacunados. El aula más peligrosa es la que no tiene ventilación cruzada ni constante. El aula más peligrosa es la que no tiene las condiciones de higiene necesarias porque el Gobierno de la Ciudad no entrega ni un solo insumo».
Aunque la propia administración porteña reconoció que hay un 0,71 por ciento de la comunidad educativa contagiada, lo que equivale a 5.006 casos, sumando a estudiantes, docentes y personal no-docente, desde la cartera educativa que conduce Soledad Acuña insisten en sostener la presencialidad asegurando una y otra vez que los contagios no se producen en las escuelas. El conflicto irá a la Justicia y la Ciudad de Buenos Aires alcanza así un nuevo récord: es la primera ciudad en el mundo en judicializar una medida sanitaria dispuesta por el Gobierno nacional.
