Fútbol y sindicalismo

⚽️ Hugo Bellón, dirigente de ATE, asumió como presidente de Nueva Chicago. Se suma así a Hugo Moyano, Sergio Palazzo, el Chavo Arreceygor y Héctor Daer. ¿Cómo es la relación entre los líderes sindicales y los clubes?

Las recientes elecciones en clubes como Nueva Chicago o Los Andes tuvieron como principales protagonistas a dirigentes sindicales en la disputa por las presidencias de los mismos. Si bien en el club “Milrayitas” no dejaron presentarse al líder de los canillitas, Omar Plaini, en Mataderos el nuevo presidente del Torito es el secretario de Organización de ATE Capital, Hugo Bellón. Esta tendencia se agranda cada vez más y en muchos casos destacan gestiones exitosas, poniendo por delante el rol social y deportivo de los clubes, y no solamente el tradicional fútbol once masculino. Pero, al igual que en el sindicalismo, no todos tienen los mismos intereses y hay algunas alertas que siguen generando tensión entre los hinchas cuando ven que un sindicalista puede ganar en su club.

Desde que el fútbol se convirtió en un gran espectáculo de masas, las dirigencias de los clubes pasaron a ser un espacio importante de disputa política. El mito Macri en Boca y, más recientemente, el fenómeno Lammens en San Lorenzo, dejaron en el imaginario social la idea de que una buena gestión en los clubes puede ser el trampolín para la política partidaria. Sin embargo, la participación de los dirigentes sindicales no suele tener buena prensa en los medios hegemónicos y muchas veces se los asocia a otros intereses. Uno de los ejemplos que abonó a la estigmatización de los gremialistas en el fútbol fue el paso de Luis Barrionuevo por Chacarita Juniors en el período 1993-2005. En una gestión atravesada por casos de corrupción, la violencia fue una de los principales protagonistas, y la propia barra brava se vio inmiscuida en acciones sindicales.

Pero la relación entre sindicalismo y fútbol sigue más viva que nunca. La semana pasada, el Club Atlético Los Andes atravesó una dura disputa entre dos líderes sindicales de diferentes sectores: el presidente Victor Grosi, del sindicato SITRAIC, fue acusado de no dejar presentarse a su opositor Omar Plaini, del sindicato de Canillitas, en unas elecciones señaladas por serias irregularidades.

Como en todo aspecto de la vida, hay otra cara de la moneda. Entre aquellos que buscan construir una imagen diferente de los sindicalistas en los clubes de fútbol destaca Hugo Bellón, secretario de Organización de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Capital y, desde el pasado 28 de marzo, flamante presidente del Club Nueva Chicago. La llegada del sindicalista estatal no fue fácil, ya que se presentó con el frente opositor Frente de Unidad Verdinegra que destronó a un oficialismo que desde hacía 12 años presidía el club. El anterior oficialismo, en un hecho inédito, hizo que Chicago impugnara ante la Inspección General de Justicia (IGJ) las últimas elecciones de la AFA, que llevaron a la reelección a Claudio ‘Chiqui’ Tapia. Esto condujo a que el propio Tapia apoyase a Bellón, quien no la tenía fácil ya que sus predecesores contaban con varios apoyos dentro del club, inclusive de sectores de la barra brava. Sin embargo, la elección tuvo una participación histórica y abrió la posibilidad de pensar una nueva perspectiva en el club de Mataderos, que desde hace tiempo arrastra fracasos deportivos y problemas económicos.

“La decisión de presentarnos la tomamos a principios del 2020 porque veíamos que la situación de Chicago era mala. Pero un par de situaciones fueron detonantes: era el momento de dejar de mirar de afuera, transformar toda esa queja y ponerle el cuerpo, porque Chicago en este momento está muy mal”, explica Bellón en diálogo con El Grito del Sur. “Si algo pudimos hacer durante la campaña fue plasmar la idea del club que queríamos. Y había algo que le decíamos a todos: si piensan que vamos a salir campeón el primer año, no nos voten. ¿Y por qué le decíamos eso? Porque entendemos que la situación económica del club es desesperante. Chicago debe hoy 211 millones de pesos: dolarizado a esa fecha son más o menos 2,7 millones de dólares. Vos pensá que, para un club del Nacional B, esa deuda es una espada de Damocles. Tenés en cualquier momento la posibilidad de comerte un problema serio. Cualquiera que viene a saludarme, empieza con un saludo afectuoso y termina diciéndome que el club le debe tanto. Y así es todos los días”, agrega Bellón.  

La situación de crisis, de malestar institucional y deportivo, parece ser una de las principales razones por las cuales los dirigentes sindicales asumen roles de peso en los clubes. Lo mismo le paso a Horacio Arreceygor, secretario general de SATSAID y vicepresidente 1º del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, quien en comunicación con este medio declaró: “Me crié adentro del club. Ya era parte de mi vida ir a Avenida La Plata y pasar todos los días ahí. Pero la decisión de participación política fue cuando se quiso privatizar el club con ISL, ahí fue cuando empecé mi militancia en San Lorenzo”. Luego de aquel intento de concesionar el club en el año 2000, Arreceygor se presentó en varias elecciones hasta que en 2019 obtuvo el lugar que hoy ocupa.

Una situación parecida es la que permitió el desembarco de los Moyano en Independiente. Hugo Moyano, ex líder de la CGT, es el presidente del club de Avellaneda desde el año 2014. Lo acompañan su hijo Pablo Moyano (vicepresidente 1º) y el dirigente de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien fue primero vocal y desde enero de este año se desempeña como secretario deportivo. La elección que ganó Hugo Moyano se sucedió inmediatamente después de que el equipo de los diablos rojos descendiera al Nacional B por primera vez en su historia. Ese momento de crisis institucional permitió la llegada del líder camionero que, si bien ha tenido varios problemas a lo largo de su gestión, consiguió un logro deportivo importante: la Copa Sudamericana en el año 2017.

Los clubes de fútbol en la Argentina no son sólo futbol, sino que representan un lugar importante de contención barrial y familiar. Leandro Tobalina es secretario general del Banco Supervielle (seccional Buenos aires) y asambleísta del Club Argentinos Juniors. Para él, “el dirigente sindical puede aportar un granito de arena a mejorar el club en todo sentido. Claramente la mayoría entra por una cuestión del fútbol profesional, pero creo que lo más rico de los clubes en Argentina es la responsabilidad social que cumplen y la atención, sobre todo, de los chicos y los adolescentes”.

Es en la función social de los clubes donde todos los líderes sindicales coinciden. “Creo que tenemos una visión amplia, mucho más amplia, no quiere decir ni que seamos mejores o peores. Pero por lo menos nosotros entendemos que la función de los clubes es más que solamente jugar al futbol”, declara Hugo Bellón. “Creemos que los clubes tienen que estar insertos en la sociedad, que tienen que darle la posibilidad a los pibes y a las pibas de practicar deportes, que tiene que ser ese motor que necesitan los barrios para poder hacer llegar las políticas públicas, para poder hacer que nuestros pibes y pibas entiendan que hay espacios donde conectarse con otros y hacer deportes, actividades culturales. Inclusive nuestra idea es poder, en algún momento, tener actividades educativas de forma masiva. Hay un montón de servicios que puede brindar el club, no solamente para que la pelotita entre al arco y esa sea la única función. Nadie va a desconocer que en Chicago es importantísimo el futbol, que somos un club que vive y respira por nuestra camiseta. Pero tenemos que dar ese plus de calidad que es para lo que nosotros creemos que fueron creados los clubes”, agrega el presidente de Chicago.

En la misma sintonía Arreceygor, de San Lorenzo, nos comenta: “Tenemos una mirada muy social. En los sindicatos trabajamos en las reivindicaciones, en lo social, en lo recreativo, en beneficios. Eso va muy ligado a lo que es un club, no solamente la parte futbolística sino todas las funciones sociales. En San Lorenzo es muy fuerte lo social: inclusive lo hemos demostrado durante este año en la pandemia, con el trabajo que hemos realizado en el barrio, tanto en Boedo como donde está la cancha. Tenemos un trabajo social muy importante. Me parece que pasa por ahí, una mirada tal vez diferente por lo social”.

Esta manera de entender el funcionamiento de los clubes trae como consecuencia la difícil labor de llevar adelante el día a día de un club, sabiendo que, aunque se hagan muchas cosas en términos económicos, sociales y en deportes federados, se suelen evaluar las gestiones únicamente por los resultados del futbol profesional. “Acá primero hay que ordenar el club, sanearlo. No se pueden contratar 15 o 20 jugadores. Hay que darle prioridad a las inferiores, pero también darle importancia a todos los deportes. Porque es la función específica para la que fue creada un club. No vamos a desconocer que todos queremos salir campeones, todos queremos ascender a primera, y si es posible tener la posibilidad de jugar en alguna copa. Ahora eso tiene que ser producto de un trabajo elaborado, no puede ser producto de la casualidad”.

Tanto Bellón como Arreceygor entienden que estos modelos de clubes se tienen que fomentar en oposición a las Sociedades Anónimas que algunos sectores quieren importar del exterior. Para Hugo Bellon, “los clubes no pueden ser sociedades anónimas, los clubes no están para tener fines de lucro. Nosotros creemos en los clubes sociales y deportivos, que estén abiertos a la comunidad, que brinden servicios y le den lugar a nuestros pibes y pibas para que practiquen deportes, así no puedan pagar la cuota. En esos clubes creemos, donde la familia tiene un lugar importantísimo. Mientras nosotros seamos la conducción de Chicago, obviamente que se olviden de las SA”. Arreceygor concluye en la misma sintonía: “Nosotros, en el mandato anterior con Matías Lammens, lo especificamos y quedó claro en el estatuto: no se puede tener en San Lorenzo una Sociedad Anónima. Así que para nosotros el modelo del club es social, pero profesionalizado, como lo estamos llevando a cabo ahora: profesionalizar determinadas áreas y reprogramar todo en ese sentido. Pero no con el modelo de las S.A., que por otro lado, el país no lo tiene. El fútbol, como está planteado en el país, es de los socios”.

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Nahuel March Rios

Delegado Gral. de la CGI Banco Credicoop. Siempre cerca de ser Sociólogo. Cuervo de alma por herencia y decisión (siempre Club Social, nunca S.A.). Militante por la patria liberada. Autopercibido periodista, win derecho y asador de achuras.