La noche del sábado, alrededor de las 21hs, una patota armada con palos y armas blancas golpeó, amenazó y lastimó a las familias que se encuentran sosteniendo un acampe en defensa de los derechos de las personas privadas de su libertad en la Plaza Tribunales.
«Desde el inicio del acampe, en el instante en que nos instalamos, arrancaron los problemas porque al Gobierno de la Ciudad le interesa mucho más el espacio público que la vida humana», explicó a El Grito del Sur Alfredo Cuéllar, padre de la «China» y un histórico luchador por los derechos humanos en contextos de encierro. «Reclamamos el fin de la muerte, la tortura y el hacinamiento en las cárceles. Pero desde el comienzo tuvimos problemas con el personal policial, nos amedrentan, nos filman y nos sacan fotos», agregó.
Sin embargo, la escalada de violencia alcanzó un nivel superior el sábado a la noche. Camila es una de las acampantes y tiene a su compañero detenido en el penal de La Plata. En diálogo con este medio comentó: «En el acampe habían aproximadamente siete personas. Pasó un grupo de señoras con banderas argentinas gritando ‘Viva la Patria’ e intentaron sacar una de nuestras banderas que estaba sobre la valla de los Tribunales. Ahí nos comenzaron a atacar al grito de ‘que se mueran los presos‘ y ‘negros de mierda‘», explicó Camila.
Pero la gresca no terminó en esos primeros forcejeos: «Del otro lado aparecieron como 30 personas más. Venían a matar, empezaron a arrastrar las carpas y no les importaba nada. Avanzaban como militares, en línea», agrega Camila. Alfredo señala: «Llevamos 78 días de acampe y cada día se hace más difícil la permanencia. El sábado, las amenazas verbales pasaron a una agresión física y de manera organizada. Vinieron 35 o 40 personas y en la pelea nos dimos cuenta que había muchos integrantes de las fuerzas de seguridad. Llegaron gritando ‘Muerte a los zurdos y los anarquistas‘. No vinieron a empujarnos: venían con palos, nunchakus y cadenas», sentenció Cuéllar.
«Nos salvó un grupo de pibes que viven en situación de calle en la misma Plaza Tribunales que vinieron con palos y a los gritos a defendernos. Eso hizo que la patota se fuera para atrás pero al rato volvieron con los Policías de la Ciudad», señaló Camila. A su regreso y acompañados de las fuerzas de seguridad, continuó la trifulca y Alfredo Cuellar resultó herido: le abrieron la cabeza y terminó en el hospital luego de haberse desmayado y convulsionar.
«Lo del sábado es consecuencia de nuestra protesta», concluyó Alfredo. «En el acampe somos 12 familias que nos encontramos ante un malón de gente que vino a lastimarnos», señaló Cuéllar e insiste en que persistirán en el acampe para exigir que se cumpla con sus reivindicaciones.
*Fotos: Anto Giuso | Revista Resistencias
