Por más teatro para todes

👨‍🦯 Carlos García inició una petición en Change.org para que la plataforma Teatrix sea accesible para personas ciegas. Aunque la empresa atendió el reclamo, Carlos insiste en que es necesario pensar a las personas con discapacidad como público y como productoras de teatro. El Grito del Sur conversó con activistas sobre el tema.

A partir del inicio de la pandemia y la suspensión de los eventos culturales presenciales, las plataformas de streaming aumentaron su caudal de espectadores y se multiplicó la oferta online. Sin embargo, el acceso no está garantizado para todes (y no solo en lo económico). Carlos García es estudiante de Letras, activista de los derechos de personas con discapacidad y apasionado por el teatro. Para poder disfrutar de obras desde su casa, Carlos se suscribió a la plataforma Teatrix, pero encontró que su sitio web no está preparado para la navegación con lectores de pantalla que usan personas ciegas como él y comenzó a juntar firmas en Change.org para que se modificara la situación. Si bien Teatrix atendió su reclamo, Carlos decidió dejar la petición -que ya supera las 25 mil firmas- para concientizar e impulsar el debate de cómo garantizar la accesibilidad a personas con discapacidad. “Lo de Teatrix es la punta del iceberg”, asegura a El Grito del Sur.

“Yo me suscribí a Teatrix (una plataforma que tiene un amplio catálogo de obras del circuito comercial a la que se puede acceder por una suscripción mensual de $499) en 2020 pensando en la imposibilidad de ir a funciones de teatro durante la pandemia. Yo soy ciego y uso un lector que me verbaliza lo que aparece en la pantalla y uso comandos del teclado para navegar la web. El lector no reconoce imágenes, sí texto -explica Carlos-. Lo que pasa con Teatrix es que es muy difícil acceder al listado de obras que tienen, no podía buscar obras de teatro y les escribí un mail comentándoles la situación”.

Carlos dice que al no haber obtenido una respuesta decidió empezar una petición en Change, pero luego Teatrix se comunicó para informar que “están rediseñando la página, que va a tardar unos meses”. “Yo seguí el camino de generar la conversación porque estoy seguro de que no hay mala voluntad, que quizás no saben que su página no es accesible. Les dije que me ofrezco a testear la página o hablar con el diseñador”, agrega Carlos y asegura que tiene “confianza en el compromiso” de Teatrix. 

Toc Toc

Aún así, la petición se va a mantener online porque “la única manera de que esto siga adelante es mantener el interés en las redes”. “La accesibilidad tiene múltiples aspectos. Cuando se habla de acceso nos referimos a la posibilidad de participar plenamente en cualquier aspecto de la vida, incluir es mucho más que estar con otra persona, es poder participar -afirma Carlos-. Por eso me parece bueno que la petición llegue también a actores, actrices y directores para que piensen que las personas con discapacidad podemos ser tanto público como productores de teatro”.

Teatro leído, teatro semi-montado, radioteatro y teatro ciego

Tania García habla del teatro con devoción. Cuando era chica y vivía “en un pueblo perdido”, escuchaba transmisiones radiales de obras y “Las dos carátulas”, el programa de Radio Nacional que hace más de 70 años presenta obras (no radioteatros). “Gracias a eso conozco mucho del teatro universal como Shakespeare, Pirandello, Moliere y otro montón de autores sin haber ido (físicamente) al teatro”, cuenta a este medio. Al igual que Carlos -con quien no está emparentada a pesar de llevar el mismo apellido-, ella también es ciega.

Hoy está jubilada, pero hace diez años que Tania trabaja y actúa en un grupo de teatro leído que funciona en la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC), donde Fabián Sagripanti y Alejandra Ríos coordinan dos talleres de teatro que ahora se realizan de forma virtual y se abocan al radioteatro. “También hemos hecho (antes de la pandemia) teatro semi-montado que tiene muy poca escenografía y donde se compromete el cuerpo además de la voz”, explica.

“No somos los únicos grupos de teatro, hay muchos lugares en el mundo que hacen experiencias con personas ciegas -afirma Tania-. Lo que cuesta más son los grupos de teatro mixtos, no sé bien por qué. Quizás hay un poco de prejuicio y cuesta integrar. En la BAC los talleres están abiertos a la comunidad en general, pero es raro que se anote una persona con vista”.

Taller de teatro leído en la Biblioteca Argentina para Ciegos en 2019

En 1991 surge en Córdoba la técnica Teatro Ciego cuando el director Ricardo Sued decide montar una obra de teatro en total oscuridad. Diez años después, Gerardo Bentatti, quien había integrado el elenco de la obra de Sued, decide repetir la hazaña y convocó a un grupo de actores ciegos que acudían al taller de teatro leído en la BAC para hacer “La isla desierta” de Roberto Arlt. 

“Yo estuve al principio de esta experiencia y durante cinco años, son grupos de teatro mixtos -cuenta Tania-. Al público le interesa mucho y creo que es una experiencia muy interesante que abre un espacio de discusión y sobre lo que es la ceguera. Es muy interesante el teatro ciego, que no es lo mismo que nosotros hacemos (en la BAC) que es teatro común”.

Teatro Accesible: la experiencia en el Teatro Nacional Cervantes

El 29 de agosto de 2018 en el Teatro Nacional Cervantes (TNC), alrededor de las seis de la tarde, se organizó una función de “La vida extraordinaria” -escrita y dirigida por Mariano Tenconi Blanco- a modo de prueba piloto para un selecto público de 130 personas. “No fue de las funciones abiertas a todo el público -explica a El Grito del Sur Brenda Carlini, co-coordinadora del programa TNC Accesible y asistente del área de gestión de públicos que coordina Sonia Jaroslavsky-. El público era mixto: había personas ciegas, personas sordas y personas ni ciegas ni sordas, todos accediendo a todo al mismo tiempo”.

El proyecto TNC Accesible se gestó ese mismo año, cuenta Brenda, y tenía cuatro patas. “Recursos humanos, que implicó la capacitación de todo el personal que iba a estar en contacto con el público; aspectos edilicios, porque el teatro estaba en un plan de remodelación y el objetivo fue hacerlo más accesible, algunas cosas se lograron y otras no; el aspecto de los contenidos del teatro para que se hicieran accesibles y la comunicación, que tuvo que ver con cómo comunicamos estas acciones a públicos que no están acostumbrados a ser invitados al teatro”, destacó la trabajadora del TNC.

Escena de «El presente de Eduardo», en su versión en LSA, escrita por Juan Felipe Villanueva. Actrices señantes: Gabriela Bianco, Gisela Vetrisano y Natalia Tesone. Foto: Gustavo Gorrini, gentileza del Teatro Nacional Cervantes

Dos horas antes de que comenzara la función, se organizó una visita táctil para que los espectadores que quisieran pudieran recorrer la escena de la obra y conocer a los actores y actrices para luego reconocer sus voces. “Esto permite a la persona ciega o con baja visión obtener mucha información para ir a ver esa obra. También había una audio-descripción introductoria al principio de la obra para reponer información -detalla Brenda-. Todos los materiales gráficos de la obra, como el programa de mano, tenían un código QR con relieve que al escanearlo accedías a la información y un integrante del elenco leía el programa de mano y también estaba disponible en Lengua de Señas Argentina (LSA). Además, se incluyó un intérprete de LSA en el escenario”.

El objetivo, agrega Brenda, era que todos los recursos tuvieran “un vuelo creativo” porque “se trata de artes escénicas”. “De alguna forma la accesibilidad tiene que estar y siempre que es invisible, que no se nota, es la mejor accesibilidad”, afirma. De ahí en adelante, los programas de mano de todas las obras -así tuvieran recursos accesibles o no- tienen el código QR que interpretaba el texto. “Eso era una pieza artística en sí misma más allá de la accesibilidad. El programa de ‘Tadeys’ lo leía (Diego) Capusotto, te dan ganas de escucharlo aunque tengas vista, te dan ganas de hacer una visita táctil. Ese era el diferencial”, remarca la co-coordinadora de TNC Accesible.

Todo el proyecto del Cervantes fue (y todavía es) asesorado, convenido y testeado por integrantes distintas instituciones que trabajan para garantizar los derechos de las personas con discapacidad: Editora Nacional Braille y Libro Parlante; Secretaría Nacional de la Niñez, Familia y Adolescencia (Sennaf); el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis); la Dirección de Innovación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación; el Programa de Discapacidad, Extensión Universitaria de la Filosofía y Letras de la UBA; la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos (MAH); la  Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes (Faica); la ONG Señas en Acción (SEA) y el British Council Argentina. 

Grabación de la obra «El derecho de las cosas», escrita por Guillermo Arengo. Actices señantes: Natalia Tesone y Daniela Fortunato. Foto: Ailén Garelli, gentileza del Teatro Nacional Cervantes

Luego de esa primera experiencia se hicieron más funciones con recursos accesibles no solo en el Cervantes, sino también en Rosario, La Plata y Tandil y con la colaboración de instituciones locales que trabajan con discapacidad. Asimismo, dos salas del teatro ubicado en Córdoba y Libertad cuentan con un aro magnético (ambos donados por la Asociación Argentina de Hipoacúsicos) que aísla los sonidos parásitos para que no moleste a las personas que usan audífonos.

Y a partir de la pandemia, el TNC grabó obras sin público que están disponibles en su canal de YouTube. Cada obra tiene también su versión en LSA, en la que la pantalla está partida y se ve la obra original de un lado y a actores señantes del otro. Todas las versiones cuentan con subtítulos. 

“(Con los programas) buscamos acercar a público que no tiene en su menú cultural ir al teatro, como el público con discapacidad, las personas LGBTIQ y personas socialmente vulnerables . Es una veta transversal (del TNC) de pensar a las personas desde una perspectiva de derechos entendiendo que somos una institución pública y que es nuestro deber visibilizar esos derechos y hacerlos cumplir”, señala Brenda y admite que -“aunque estamos a años luz de lo que deberíamos estar”- trabajan día a día para garantizar que el telón se levante para todes.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.