Se lanzó la primera Diplomatura en Gestión Cultural LGBT+

🏳️‍⚧️La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, junto a los ministerios de Cultura y Mujeres, Géneros y Diversidad, lanzó una atractiva propuesta formativa focalizada en las personas del colectivo LGBT+.

Foto: Oliver de Ros

En plena pandemia y durante un 2020 sumergido en la virtualidad, la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, junto a los Ministerios de Cultura y de las Mujeres, Géneros y Diversidad, empezó a trabajar en una propuesta académica con el objetivo de abrirle las puertas de la academia a las personas del colectivo LGBT+. Luego de varios meses de trabajo, esa propuesta tomó forma de la mano de la Diplomatura en Gestión de Proyectos Culturales para la comunidad LGBTI+, y está coordinada por une integrante de cada organismo interviniente: Magui Fernández Valdez por parte de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad, Johanna Sporn en representación de la Dirección Nacional de Formación Cultural y Ricardo Manetti por la Facultad de Filosofía y Letras. «La definición de trabajar con una oferta orientada a la comunidad LGBTI+ busca promover acciones afirmativas que recuperen las trayectorias y saberes de lesbianas, gays, travestis, trans, no binaries, bisexuales y otras expresiones e identidades de género, conformando así un plantel docente y un grupo de cursantes absolutamente diverso e inclusivo. A la vez, buscamos contribuir con la integración de un sector de nuestra sociedad que durante muchos años estuvo marginado y promover así la inclusión de la comunidad LGBTI+ en todos los ámbitos de la vida social, profesional y política», explica Johanna Sporn, directora nacional de Formación Cultural, en diálogo con El Grito del Sur.

«La Ciudad de Buenos Aires es absolutamente diversa en términos culturales y podríamos decir que tiene una gran representación de la diversidad, pero cuando pasamos a los números vemos que de los 459 espacios culturales (que abarcan 192 teatros, 148 milongas, 76 centros culturales y 43 clubes de música) los datos marcan primero que el empleo en organizaciones culturales sigue siendo de mayoría masculina, (50,49 %) y después aparecen las mujeres, con el 46.56%. Las diversidades sexuales -personas gays, lesbianas, travestis y trans- llegan apenas al 2,95%. Hablamos de desigualdad y de la falta de representatividad no solamente en la gestión cultural, sino también en los espacios socioculturales. Es la presencia de una representación que todavía sigue siendo inequitativa, primero para las mujeres, pero para las diversidades también», grafica Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Y agrega: «Si en la Ciudad de Buenos Aires, una ciudad cosmopolita y diversa que tiene gestión cultural en diversidad sexual, ocurren estas realidades, imaginate cómo se amplifica esto dentro de otros espacios artísticos de las provincias que son más conservadoras».

Los datos que menciona Rueda se desprenden de un relevamiento realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero y el Centro Cultural de la Cooperación, titulado «La división sexual del trabajo en la cultura independiente en la Ciudad de Buenos Aires», que forma parte a su vez de la compilación realizada por Marcela Pais Adrade y Belén Igarzabal, coautoras del libro «De la cultura al feminismo».

La diplomatura es de carácter gratuito y la inscripción, que abrió el miércoles 14 de abril y finaliza el miércoles 28 de abril, ya superó hasta el momento las 2000 personas. «Esta es una muy buena noticia -celebra-. La expectativa es que se amplíen las voces, que haya una ampliación de derechos de las personas LGBT y hacedores de la cultura dentro de los ámbitos culturales, tanto para modificar los contenidos, las distintas obras que se proyectan y se constituyen en formas de resistencia, como también de transformación social y cultural», expresa la subsecretaria de Políticas de Diversidad. Y refuerza: «Principalmente nuestra expectativa es impulsar ámbitos culturales diversos, que expongan en la validación del rol de gestores y gestoras culturales el desafío de generar nuevas agendas políticas y culturales vigentes, para potenciar nuevas prácticas que aporten a la igualdad y a la diversidad. Y eso principalmente tiene que ver con problematizar los roles y la subrepresentación que hay dentro de los espacios culturales de las personas LGBT», agrega Rueda.

Los objetivos de la diplomatura, tal como expresa el programa, son: identificar y experimentar el rol de les gestores culturales en ámbitos específicos; poner en valor las experiencias de gestión cultural de la comunidad LGBTI+; conocer las diferentes áreas que integran los espacios culturales, las funciones y características de cada una y las diferentes tareas que en ellas se realizan; problematizar los condicionantes en la circulación y el tránsito de los espacios culturales para garantizar entornos inclusivos; conocer las principales legislaciones que rigen la cultura a nivel nacional y provincial; alcance, obstáculos e impacto en el desarrollo de la gestión cultural; transformar ideas y propuestas en proyectos posibles de ser llevados a cabo, enfatizando la sistematización y concreción de planes de trabajo; adquirir y poner en práctica herramientas para la programación y desarrollo de proyectos culturales LGBTI+; conocer los diferentes organismos que intervienen en el quehacer cultural, apoyando y financiando, para poder ser capaces de desarrollar un plan de financiamiento público y privado para sus proyectos; adquirir la capacidad de concretar un plan de comunicación acorde a las necesidades de los proyectos y practicar diferentes caminos para la captación de públicos, pudiendo reconocer de esta forma las particularidades, beneficios y usos de las redes sociales para la difusión; poner en práctica las estrategias y herramientas adquiridas en el desarrollo de un proyecto concreto en un espacio de la cultura.

«Queremos que la Diplomatura se constituya en una herramienta que fortalezca las trayectorias laborales de las, les y los trabajadores de la cultura LGBTI+ y que sea fuente de nuevos gestores y nuevas gestoras culturales de nuestro país», expresa el vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Ricardo Manetti, en la gacetilla publicada en la página oficial del Ministerio de Cultura. «Para eso se diseñaron seis módulos que organizan la Diplomatura, a cargo de duplas docentes, así como un espacio de laboratorio de proyectos que atraviesa toda la cursada, una variada oferta de seminarios optativos y charlas abiertas. El aporte de cada une de les cursantes será fundamental para, entre todes, enriquecer el espacio de aprendizaje, compartir saberes y experiencias y generar nuevos», sostiene la titular de la Dirección de Formación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación. Y Alba Rueda suma: «Buscamos problematizar los espacios de gestión cultural y los espacios socioculturales y en esta clave, quizás transversal a todos estos objetivos, prevenir las violencias y promover una cultura diversa que hable de una posición institucional y política, que es justamente un aporte a la perspectiva de género dentro de los espacios culturales».

Por último, Johanna Sporn expresa: «Esperamos que ésta sea la primera edición de muchas para la Diplomatura en gestión de proyectos LGBTI+ y que la convocatoria llegue a cada rincón del país para que gestores, gestoras, artistas, trabajadores y trabajadoras culturales de la comunidad LGBTI+ que desarrollan sus actividades en el ámbito público, privado o independiente, así como toda persona del colectivo interesada en profesionalizarse en la materia, puedan inscribirse. Como toda primera experiencia, será un desafío del cual aprenderemos y sin dudas aparecerán aspectos a fortalecer y seguir mejorando. Esperamos que la Diplomatura se consolide como un espacio de aprendizaje, tanto desde los módulos y clases propuestas, como a partir del encuentro e intercambio entre personas y experiencias».

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).