«Larreta está alentando la desobediencia civil»

🏫 Ex ministro de Educación entre 2009 y 2015, Alberto Sileoni habló con El Grito del Sur sobre el fallo de la Justicia porteña en favor de la presencialidad, el revuelo político alrededor del tema y el derecho a la educación en tiempos de pandemia.

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En el año 2009, mientras transcurría el primer mandato presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, el profesor Alberto Sileoni tomó las riendas del Ministerio de Educación de la Nación y ocupó el cargo de ministro hasta diciembre de 2015. Uno de los principales hitos de su gestión fue el programa Conectar Igualdad, que implicó la entrega de 5,4 millones de computadoras a lo largo y ancho del país. Esta política, reconocida mundialmente por la ONU, fue cortada de cuajo por la gestión de Mauricio Macri, que dejó atrás una herramienta que favoreció los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Mientras el cierre de Conectar Igualdad por parte del macrismo provocó un daño irreversible que se vio el año pasado con la llegada de la virtualidad escolar, por estas horas los mismos responsables del ajuste en materia educativa entre 2015 y 2019 manipulan a la Justicia para obtener réditos político-electorales y erigirse en supuestos defensores de la educación en las aulas. En una entrevista exclusiva con El Grito del Sur, Sileoni analizó el fallo de la Justicia porteña en favor de la presencialidad, el revuelo político alrededor del tema y el derecho a la educación en tiempos de pandemia.

¿Cuál es su visión sobre el fallo de la Justicia porteña en favor de las clases presenciales en ese distrito?

El fallo es una vergüenza porque viene de un tribunal inferior y desconoce un decreto de necesidad y urgencia con rango de ley. Una Cámara de Apelaciones Contencioso Administrativa, Tributaria y de las Relaciones del Consumo no puede ordenarle al Jefe de Gobierno garantizar las clases. Ahora habrá que ir a la Justicia y hacer las acciones para que declinen, hay una presentación de Carla Vizzotti y también de Carlos Zannini que van en ese sentido. Se trata de un tema jurídico, que es político también por supuesto, que habla de la verdadera intencionalidad de Larreta. La semana pasada hubo dos expresiones muy desafortunadas: una de Macri y otra de Laura Alonso, incitando a la desobediencia civil. Uno pensaba que el Jefe de Gobierno estaba en una actitud más institucional, aún no estando de acuerdo con lo que había decidido el Presidente, pero no. Larreta está alentando la desobediencia civil y la violación de las normas, con lo cual estamos en el peor de los mundos.

¿Por qué la oposición ignora que el cierre de aulas se trató de una medida de política sanitaria en medio de una pandemia?

No hay el menor interés por una discusión racional, el único objetivo que tienen es desestabilizar y romper la institucionalidad. Aquellos mismos que cuando gobernaron lo único que demostraron fue ineptitud y corrupción, ahora quieren envenenar el alma de los compatriotas. La maniobra del Jefe de Gobierno es distractiva, no está cuidando a los porteños y las porteñas como sí lo hace el Presidente. En la oposición hay un profundo desconocimiento de la situación sanitaria que estamos pasando. En Alemania se prendió la luz de alarma habiendo 200 contagios sobre 100 mil habitantes, pero en la Ciudad de Buenos Aires ya hay 1000 contagios cada 100 mil habitantes. Es decir, cinco veces más. Coincidimos en que es muy importante la presencialidad, pero el Presidente decidió suspender porque el movimiento de ir a las escuelas acelera los contagios. Lo dijo también la revista británica The Lancet: reabrir las escuelas sin mitigar el COVID-19 tiene riesgo de acelerar la pandemia.

Según un monitoreo de la UNESCO en 156 países, solamente el 48,7% de las escuelas están teniendo clases presenciales. ¿Por qué se genera entonces un revuelo político y estalla la bronca de un sector de la ciudadanía cuando es algo que está ocurriendo en todo el mundo?

A la derecha no le importan los argumentos, así como un sector de la ciudadanía cree en las mentiras que propalan los medios de comunicación todos los días. ¿Qué hay que hacer con eso? A esta altura nada nos sorprende, por eso hay que seguir trabajando desde el campo nacional y popular para discutir ideas: por ejemplo, dicen que Argentina no vacuna, pero en verdad somos uno de los 20 países que más ha vacunado en el mundo. En esta sociedad, donde el valor de la verdad está destruido, el Jefe de Gobierno puede ponerse como el mayor interesado por la educación de las y los porteños. El mismo Jefe de Gobierno que este año le sacó dos mil millones de pesos al presupuesto educativo. Es una ciudad que tiene miles de vacantes insatisfechas y una de las jurisdicciones que menos docentes ha vacunado, con apenas un 15%. No tienen autoridad para hablar.

¿Cómo puede conciliarse en este contexto sanitario el derecho a la educación con la necesidad de reducir la circulación de personas para salvaguardar vidas?

Es una situación compleja, estamos hablando de dos bienes muy preciados. No estamos hablando del bien y el mal: hay que decidir entre la educación y la vida. La educación es un bien extraordinariamente importante, pero la vida también. Entonces, lo que le pido a los argentinos y las argentinas es que por 15 días restrinjamos la circulación. No dejo de reconocer la importancia de la educación, pero sigamos con ésta a través de otros métodos que son los que intentamos utilizar el año pasado. Entre los obstáculos para la virtualidad, aparece que el macrismo dejó de distribuir cuatro millones de computadoras cuando fue gestión de gobierno. Por eso necesitamos un Estado Nacional muy activo, Estados provinciales que compren equipos y los distribuyan. Hay que reeditar Conectar Igualdad, no importa el nombre que le pongan. Hay que llevar tecnología a las casas de los sectores más vulnerables.

¿El Ministerio de Educación de la Nación debería reforzar la compra de equipos tecnológicos para garantizar conectividad y evitar una mayor deserción escolar?

El Ministerio de Educación anunció que este año va a comprar 500 mil computadoras, no es tanto pero resulta un paso. Tenemos que volver a esa situación virtuosa que teníamos de 2010 en adelante: si todos los años le pones al sistema educativo 500, 600 o 700 mil netbooks vas a recuperar lo que te falta. Éste es uno de los daños que dejó el macrismo e infelizmente nos agarró la pandemia en medio de este proceso. Además del Ministerio de Educación, la otra pata es el Ente Nacional de Comunicaciones que debe garantizar tarifas planas, tarifas sociales para poner Internet al alcance de los sectores más vulnerables.

En medio de esta segunda ola, ¿crees que van a alcanzar 11 días para bajar la curva de contagios o sería aconsejable extender la suspensión de las clases presenciales como han hecho otros países de la región?

Yo no soy un especialista, pero claramente hay que esperar hasta el día 10. Si se detuvo la curva de ascenso o hay una reversión, es posible pensar en volver. Es una decisión que deberá tomarse dentro de diez días. Es mentira que los chicos y las chicas van a dejar de ir dos semanas a la escuela, teniendo en cuenta que hay una gran cantidad que van una semana sí y una semana no. Hay que quitarle a la situación ese pseudo impacto tan alto que nos dicen.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.