Chile tuvo su primer día de elecciones constituyentes con baja participación

🇨🇱 La primera de las dos jornadas en la que Chile elegirá a los 155 miembros de la Constituyente finalizó con escasa participación. El telón de fondo de estos comicios son las elecciones presidenciales a realizarse este año.

En una doble jornada extraordinaria, en la que se votan constituyentes pero también alcaldes, concejales y gobernadores regionales, 15 millones de chilenas y chilenos fueron convocados a acudir a las urnas este sábado y domingo. En plena segunda ola de coronavirus, una de las principales claves de estos comicios se juega en la participación porque el país no tiene voto obligatorio y arrastra desde hace años una tradición de escasa concurrencia. De hecho, en 2017 -últimas elecciones presidenciales- apenas un 47% del padrón acudió a ejercer su derecho democrático.

Ayer, al cierre de la primera jornada de votación, preocupaban los bajos números de concurrencia: apenas 2.833.704 personas habían sufragado, de un padrón de casi 15 millones y con el antecedente del plebiscito constituyente, donde participaron 7 millones y medio de personas. Resta ver que pasará durante la jornada de este domingo, pero preocupa que en los distritos de mayor nivel socioeconómico (que tienden a votar por las opciones de derecha) la participación fue marcadamente superior a los municipios populares: mientras que en el popular Pudahuel el promedio de participación se ubicaba entre el 13 y el 17%, en la próspera zona noreste de Santiago los porcentajes orillaban entre el 30 y el 41%.

El escenario es complejo debido a la dispersión de listas del «apruebo», el sistema de voto preferencial y el desconocimiento de muchas y muchos de los candidatos, atentaron contra el ímpetu que había traído consigo el plebiscito de octubre de 2020, donde el 78% de los chilenos y las chilenas optaron por el cambio de constituyente y un porcentaje similar decidió que fuera redactada por una Asamblea Constituyente con todos sus miembros electos por voto popular.

Las particularidades de esta elección también marcan el clima político: será la primera constituyente del mundo que cuente con paridad entre sus miembros redactores. Asimismo, la Convención Constitucional contará con 17 escaños reservados especialmente para pueblos originarios,. Una vez electos, los miembros tendrán entre 9 y 12 meses para elaborar una nueva carta magna que deberá ser refrendada por voto popular. Y he aquí otra de las trampas de este proceso institucional: el nuevo texto deberá ser aprobado por la abrumadora cifra de 66%, por lo que los acuerdos entre las fuerzas que buscan dejar en el pasado la Constitución de Pinochet deberán ser lo suficientemente amplios como para interpelar a dos tercios de la ciudadanía chilena.

El telón de fondo de estos comicios son las elecciones presidenciales que se realizarán este mismo año. Los sondeos de intención de voto ubican en primera posición a Pamela Jiles, del Partido Humanista, una propuesta de centro que ganó visibilidad al calor del reclamo por los fondos de las AFP. Le sigue Daniel Jadue, alcalde de Recoleta y militante del Partido Comunista, que se presenta como la principal opción de izquierda y enarbola un encendido discurso contra la continuidad neoliberal. En el campo de la derecha, el presidente Sebastián Piñera abandonará la gestión con un profundo desgaste y apenas un 9% de aprobación. En su reemplazo asoma Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente, que medirá hoy su estado de situación. La lista Chile Vamos logró aglutinar a todas las opciones de derecha, desde el pinochetismo hasta la centroderecha liberal.

El resultado de estas elecciones será el colofón de un largo proceso destituyente, de oposición al neoliberalismo, protestas callejeras, represiones violentas y un desgaste profundo de la institucionalidad chilena. Resta ver el resultado electoral, pero, a priori, la capacidad de tender acuerdos entre las listas del «Apruebo» pondrá a prueba la muñeca política del campo popular chileno para desterrar el legado vigente de la dictadura pinochetista. Un triunfo electoral en la jornada de hoy, podría virar el escenario y marcar la cancha para un posible cambio de rumbo en el país trasandino que tenga su réplica en las elecciones presidenciales. Entre la desconfianza y la esperanza, el pueblo chileno buscará darle un marco institucional a las protestas que estallaron en 2019 e hicieron temblar el suelo de la joya de la corona del neoliberalismo latinoamericano.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.