Feminismo Gráfico, un nuevo refugio transfeminista y cooperativo

📖 El Grito de Sur charló con Mariela Acevedo, una de las editoras de Feminismo Gráfico, una nueva editorial de historietas y ensayos en clave transfeminista.

Foto: Ludmila Sabatto

El 2021 arrancó con la novedad de Feminismo Gráfico en las librerías, una nueva editorial de historietas y ensayos en clave transfeminista. ¿Cómo se piensa un espacio cooperativo desde cero hasta transformarlo en refugio seguro para artistas, militantes y académicxs? El Grito del Sur charló con Mariela Acevedo, una de las editoras del proyecto, sobre cómo fue el camino recorrido y hacia dónde va este espacio multidisciplinar.

Feminismo Gráfico surge a partir de la investigación que Mariela realizó acerca de la Revista Fierro, una de las más importantes en la región, para su tesis de doctorado. Revisando la bibliografía, la Doctora descubrió que, salvo en publicaciones específicas como la de Marika Vila, no aparecían referencias a la disidencia sexual. Fue entonces cuando decidió rastrear producciones que pensaban a la historieta en clave de género, como en el trabajo de la estadounidense Trina Robbins o el británico Alan Moore y bajo esos parámetros «forjar una genealogía que visibilice un campo de la historieta que no suele ser nombrado, pero existe”. Al día de hoy, aunque durante este tiempo el proyecto fue mutando, su manifiesto mantiene algo relacionado con la investigación.

En 2018 Mariela se contactó con Elisa McCausland, una investigadora española que venía a la Argentina para presentar la muestra “Presentes”, que creó junto a Carla Berrocal y que construye una genealogía de autoras de historieta en ese país. Entusiasmada por esa experiencia, Acevedo pensó en la posibilidad de armar una versión local y presentarla al Fondo Metropolitano de las Artes de Buenos Aires. La idea ganó en 2019 un financiamiento para la investigación artística, la muestra y el catálogo. Pero todavía faltaba armar el equipo de trabajo

“Femimutancia colaboró con la curaduría, Daniela Ruggeri maquetó y diseñó el catálogo y Elena Oliva ayudó con la logística para el montaje de la muestra” cuenta Mariela. En octubre de 2019, y luego de buscar por meses un espacio donde poder hacer la muestra, la Redacción Abierta de LatFem abrió sus puertas al proyecto y Feminismo Gráfico expuso “Nosotras contamos: Un recorrido por la obra de autoras de Historieta y Humor Gráfico de ayer y hoy”. El proyecto daba pasos agigantados hacia los objetivos que desde el inicio se propuso.

Foto: Ludmila Sabatto

Como para la gran mayoría de las personas relacionadas con la industria editorial, la pandemia frenó todo tipo de proyectos. Para el caso de Feminismo Gráfico, significó minar la posibilidad de hacer itinerante la muestra y dejó parado el sitio donde se cargaban reseñas de algunas autoras que se incluían en la investigación. Entonces Mariela decidió reactivar el proyecto. “Hablé con Femimutancia y con mi directora de tesis, Facu Saxe, para construir un espacio seguro de ensayo y publicación transfeminista marika disidente, manteniendo el sello que habíamos usado para el financiamiento”. Facundo Nazareno Saxe, investigadora de CONICET, tenía ya trabajos del Congreso Universitario de Historietas (CUH) de La Plata, desde un perfil muy ligado a la historieta sexo disidente. Con este acervo, sumado a las propias investigaciones de Mariela y a la idea de editar historietas que a elles les gusta leer y comentar, se fue formando el contenido a publicar.

Para la también editora de la Revista Clítoris, construir estos refugios editoriales es de suma importancia. “Es difícil entrar a una editorial, porque perdés control de con quiénes podés llegar a compartir catálogo en un futuro y esto es algo que no se está discutiendo en el ámbito”. En este sentido, Feminismo Gráfico busca promover la reflexión y la crítica, desde el ensayo y la historieta y otras producciones no tan visibilizadas en la industria. Todos estos son materiales que suelen circulan sólo en ferias o eventos independientes y no logran una mayor llegada. “La idea, entonces, es circular, desde la estructura que una pequeña editorial tiene, nuestros trabajos y los de otres colegas”.

Banzai de Femimutancia

Hacia finales de 2020 apareció lo que el proyecto necesitaba para lograr un mayor crecimiento. Lx artista Femimutancia propuso co-editar con elles Banzai, su tan esperada tercera novela gráfica. “Nos puso una fecha límite de salida, nos pusimos a pensar en la edición y eso fue un empuje para que todo se concrete en este año”. Editar a Femimutacia era una apuesta fuerte, era salir con los tapones de punta, llevando al papel a une de les artistas gráficxs más reconocides de la escena actual. Era también la posibilidad de comunicar eso que les interesaba comunicar, una potencia para circular relatos con estos temas desde el lugar que permite el ser un pequeño sello. Y todo ello permitió definir formas de trabajo claras para la editorial. “La idea no es que les artistas suelten el proyecto en nuestras manos, como suele darse en una estructura tradicional, sino que participen del espacio eligiendo poner en circulación lo que queremos contar desde la manera en que queremos contarlo”, describe Mariela. “Nos acompañamos y no dejamos nada en soledad, porque sabemos que la autoedición es sumamente desgastante”, agrega. El camino de la autogestión está marcado por el hablar -y pelear- con la imprenta, hacer prensa, llevar los libros a las librerías y responder preguntas en redes sociales, un camino a sabiendas agotador. Para Mariela, “poder repartir esas tareas y saberte acompañade es importante, es la idea que sostiene este espacio”.

En lo que refiere a los próximos pasos a dar, la investigadora y editora comenta que ya comenzaron a hablar con varixs autorxs para publicar sus historias. Además, en carpeta está la idea de publicar algunos de sus ensayos, adaptar esas tesis que están dando vueltas en la editorial. “Pero antes queremos poner energía en este primer libro, que alcance una distribución nacional y luego dejarlo reposar hasta lo nuevo”, advierte.

Todo ese camino significó el germen de una pata fundamental en el carácter del proyecto, ya que en el trabajo diario empezó a aparecer la idea de conformarse como cooperativa de trabajo con ciertos elementos más. Como describe Mariela, “se fue marcando una identidad particular con coordenadas feministas, transfeministas, sexodisidentes, queer y sudakas desde lo que ya significa ser una cooperativa de trabajo”. Pero en esta misma línea no existe un interés por romantizar la horizontalidad, sino una propuesta en donde compartir el trabajo, los beneficios y la apropiación del espacio y los proyectos que cada une va sumando. “Partiendo de la edición, queremos generar charlas, movidas, talleres y ferias, plataformas que se vayan adaptando, mutando y expandiéndose”, dice Acevedo y agrega, “queremos que sea no sólo una editorial, sino también una cuna de proyectos”.

Compartí

Comentarios

Demian Urdin

Antropólogo social, coleccionista y crítico de la Historieta Argentina. Ganador de la Beca de Investigación Boris Spivacow II de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno en 2018. Colaborador en Revista Blast de Colombia.