Feministas en las bancas: cambiar la política desde adentro

🙋‍♀️ El New York Times acaba de reconocer a tres referentes feministas de la política argentina. Sin embargo, la apuesta a crecer en jerarquías no debe escindirse del arraigo territorial ni disipar las tensiones.

“Estas tres feministas están cambiando Argentina desde adentro”, tituló, con su característica tipografía gótica, el diario New York Times. Abajo, iluminadas por la luz coloreada de un vitró de Casa Rosada, Mercedes D’ Alessandro, Vilma Ibarra, y Elizabeth Gómez Alcorta, demuestran que no hay vuelta atrás en el camino que supieran trazar los feminismos en la política institucional.

Históricamente, los feminismos argentinos, caracterizados por su militancia de base y multipartidismo, tuvieron complicaciones para llegar a los cargos de escritorio. Desde el cupo femenino hasta la ley de Identidad de Género, los derechos conquistados por mujeres y disidencias debieron soportarse en estrategias colectivas, tan nutricias como demandantes, que conllevaron articulaciones interpartidarias y tiras y aflojes. Este sistema terminó de asentarse durante el debate por la IVE en 2018, cuando lxs sororxs patearon el tablero demostrando que se podían poner en jaque los personalismos en función de la construcción horizontal. Antecedente cercano había sido la lucha por el matrimonio igualitario, comandada por la propia Ibarra.

Vilma Ibarra // Crédito: Sarah Pabst para The New York Times

En ese contexto, y con el ocaso del macrismo, el Frente de Todos supo nacer con esencia feminista, un flamante ministerio abocado a políticas de género y la promesa de saldar una deuda histórica por delante: legalizar el aborto. Doce meses después de su asunción esta batalla, que ya había sido ganada en las calles, terminó de fraguarse en el recinto gracias a la voluntad institucional y el trabajo fino de muches, encargades de persuadir renuentes. Aunque cantidad no es calidad, tampoco resulta casual que este proceso se haya canalizado durante la administración pública actual, que contiene un 37,5 por ciento de mujeres en los puestos de alto rango frente al 22 por ciento dejado por Cambiemos.

Elizabeth Gómez Alcorta // Crédito: Sarah Pabst para The New York Times

Aún con las tensiones internas, año y medio después de su inicio la coalición gobernante conserva la agenda del movimiento feminista a la que supo dar prioridad durante la pandemia, posicionándose como el país con el mayor número de respuestas Covid-19 sensibles al género según el Rastreador global de respuesta de género COVID-19 de la ONU. 

A pesar del aumento de los femicidios y travesticidios, durante la crisis sanitaria se desarrollaron medidas en torno a la violencia de género, se incluyó a la población trans en programas como Potenciar Trabajo y se priorizó a las mujeres a la hora de otorgar beneficios estatales como el IFE, que involucró a 9 millones de argentines. “El subsidio familiar de emergencia se hizo con el entendimiento de que muchas mujeres trabajan en el sector informal. Entonces, cuando presentamos la medida de apoyo, nos enfocamos específicamente en las mujeres en posiciones precarias. También les dimos a las mujeres acceso a este subsidio de emergencia si trabajan en casa, las llamadas amas de casa. Esta era una forma de reconocer el trabajo remunerado y no remunerado”, explicó D’Alessandro al diario estadounidense. Entre otras propuestas, se suma el Programa Acompañar y la redacción del anteproyecto de ley de Cuidados.

Sin embargo, las feministas no se quedaron enquistadas en las áreas de género. El rol que trazaron en la pandemia funcionarias como Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini resultó fundamental para llevar a cabo la vacunación y la propia Ibarra forma parte de la negociación actual con la farmacéutica Pfizer. En la cartera de Economía, al frente de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro logró impulsar el primer presupuesto con perspectiva de género y formó el foro de justicia menstrual, además de realizar un informe sobre la economía del cuidado no remunerado, donde quedó asentado que el trabajo doméstico y de cuidados representa casi el 16 por ciento del PIB nacional. Por su parte, desde el primer ministerio abocado específicamente a estas temáticas, la abogada Elizabeth Gómez Alcorta intervino en el debate por la ley de Teletrabajo e insistió en la necesidad de tener en cuenta la perspectiva de géneros en el proyecto de Reforma Judicial. “Los cambios necesarios son enormes y de naturaleza estructural, por lo que no se pueden resolver en un par de años o con una sola administración” aseguró la ministra a la revista.

Mercedes D’Alessandro // Crédito: Sarah Pabst para The New York Times

Más allá de los altos cargos, en este tiempo el grupo de whatsapp “Mujeres Gobernando”, que nuclea a 250 feministas de diferentes áreas y puestos del Gobierno, supo hacer frente a los ataques misóginos, como los que sufrió la ministra Sabina Federic por parte de Sergio Berni, y remarcar la falta de paridad a la hora de tomar las decisiones y, por qué no, fotos. 

La pregnancia de la política feminista argentina es ineludible y no es la primera vez que se hace eco en otras partes del mundo, ejemplo de esto es el reciente reconocimiento del presidente francés Emmanuel Macron a Alberto Fernández por la legalización el aborto. Sin embargo, la tensión entre feminismos e institucionalidad no puede ni debe disiparse. El reconocimiento de un diario extranjero no eclipsa los debates internos y las discusiones. La difícil apuesta por crecer en jerarquías y tomar puestos de poder no debe escindirse del arraigo territorial ni caer en individualismos someros. Las consecuencias de la pandemia sin duda tendrán un componente de género y habrá que machacar para que esto sea parte del horizonte de los fondos estatales. Junto con las victorias vienen los embates y, ante un panorama mundial complicado, poco sabe el feminismo de dar un paso al costado.

Compartí

Comentarios

El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.