El movimiento ambientalista sigue marcando agenda durante una pandemia zoonótica que es la fiel expresión de la necesidad de cambiar nuestra relación con el planeta. El avance del colectivo (que viene dando embates contra la falsa dicotomía ecología vs. desarrollo), quedó reflejado esta madrugada, cuando el Senado aprobó por unanimidad la ley de Educación Ambiental diseñada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Educación en consenso con las provincias a través del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA).
La ley de Educación Ambiental plantea como principal herramienta la creación de una Estrategia Nacional de Educación Ambiental (ENEA) transversal y federal con alcance en ámbitos formales, no formales e informales de educación. Esta estrategia busca un abordaje interpretativo y holístico del respeto a la diversidad cultural y la cultura de los pueblos originarios, el cuidado de la biodiversidad, la problemática ambiental, la concientización sobre el derecho constitucional a un ambiente sano y el enfoque de género, entre otros puntos principales. Además, el ENEA responde a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas, especialmente al N° 4 donde los Estados se comprometen a «asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles”.
Para ampliar su llegada, los materiales educativos podrán ser difundidos en entornos digitales de libre circulación, acceso y navegación y en medios de comunicación. Además, tanto las provincias como la Ciudad de Buenos Aires deberán crear un Comité de Educación Ambiental integrado que se encargue de monitorear la implementación de los contenidos en todos los niveles, incluyendo la educación superior e incentivando la investigación aplicada. A esto, la flamante ley suma la celebración del Día Mundial del Ambiente en busca de fomentar el «Compromiso Ambiental Intergeneracional».
Durante el debate, que contó con 58 presentes, se escucharon voces a favor de diferentes bloques, entre ellas la presidenta de la Comisión de Ambiente del Senado, Gladys González, quien aseguró respecto a la coyuntura actual: «Lo que decidimos hoy va a ser determinante para evitar futuras pandemias». Por su parte, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, celebró la nueva legislación mediante su cuenta de Twitter: “¡La Educación Ambiental #EsLey! Esta victoria es fruto de un trabajo federal con las provincias y representativo de todas la voces de la sociedad”.
Si bien la aprobación de esta ley continúa en línea con los proyectos ambientales aprobados por el Frente de Todos, entre ellos la ley de Manejo del Fuego, la ley Yolanda y el Acuerdo de Escazú, los colectivos ambientalistas recalcan que es necesario poner énfasis en su cumplimiento y aplicación efectiva, garantizando el presupuesto necesario. “Argentina tiene grandes leyes en materia ambiental, que muchas veces quedan rengas por una implementación defectuosa. Por ellos, será fundamental que la comunidad educativa se involucre para exigir su cumplimiento”, publicaron desde la cuenta @Jovenesclimaarg.