El valor de las tareas de cuidado no remuneradas

👩‍🍼 La Anses está trabajando en un programa para que se reconozcan años de servicios previsionales a las mujeres según su cantidad de hijes. ¿Qué representa esta valoración de las tareas de cuidados no remunerados?

La semana pasada se dio a conocer un nuevo programa de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) que reconoce el cuidado de les hijes como un trabajo: se sumarán años de servicios previsionales según la cantidad de hijes y licencias por maternidad de la persona gestante. “Esta propuesta se basa en experiencias que ya existen en países como Uruguay y de Europa. Es una medida muy buena. El reconocimiento de este trabajo es algo por lo que venimos luchando hace mucho y es bueno que se promueva”, dice a El Grito del Sur Corina Rodríguez Enríquez, economista y participante de la Comisión Redactora para un anteproyecto de Ley del Sistema Integral de Cuidados.

La noticia fue celebrada porque, según trascendió desde Anses, el programa permitiría que 155.000 mujeres accedan a una jubilación y en varias ocasiones se la comparó con la llamada “jubilación de amas de casa”, que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner permitió el ingreso al sistema previsional de millones de mujeres.

“Yo disiento con esa mirada porque esta política plantea otra cosa. Dice vamos a reconocer el trabajo no remunerado que siguen haciendo las mujeres y lo hacemos a través del sistema previsional, que es el mecanismo. El valor acá es reconocer el trabajo de cuidado no remunerado. Es una medida superior a la anterior”, opina Rodríguez Enríquez.

La economista sostiene que, si bien las dos políticas se interrelacionan porque sus principales beneficiarias son las mujeres, “sus objetivos son diferentes” porque “lo que se buscó con el plan de inclusión previsional es que esas personas que no tuvieran la cantidad suficiente de aportes entraran al sistema previsional”. “La consecuencia fue que entraran muchas mujeres, pero no era una jubilación destinada a amas de casa. Tuvo un impacto buenísimo”, destaca.

Corina Rodríguez Enríquez

El “Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Servicio por Tareas de Cuidado” todavía no se lanzó, pero -según explica un documento interno del organismo que dirige Fernanda Raverta- combina tres modalidades que contribuyen a la reducción de la brecha de género en materia previsional y que permitirán el acceso inmediato a un beneficio jubilatorio. Las tres modalidades reconocen:

  • Un año de servicios previsionales por hijo/a para mujeres y personas gestantes con hijos/as nacidos/as vivos/as o adoptados siendo menores de edad.
  • Dos años adicionales a las mujeres que hayan sido titulares de AUH (y el niño o niña haya percibido este derecho por lo menos durante 12 meses). Hasta el momento, 2,3 millones de mujeres cobran la AUH y representan el 94 por ciento de les titulares del beneficio.
  • A las trabajadoras registradas que hayan hecho uso del período de licencia por maternidad y por excedencia, también se les reconocerá el mismo plazo a los fines de acceder al derecho a una jubilación.

“Con esta decisión, el Gobierno Nacional ampliaría la cobertura de la seguridad social, reconociendo derechos y acompañando a cada una y cada uno de los argentinos, sobre todo a quienes más lo necesitan. Es también una reivindicación de una de las luchas históricas del movimiento de mujeres”, afirma el documento.

El Programa reconoce que las mujeres son quienes deben salir del mercado laboral al momento de cuidar a hijes y familiares y, por esa razón, sus aportes previsionales se ven perjudicados (incluso la licencia por maternidad es no contributiva). 

A esto se suma que una de las principales salidas laborales de las mujeres en Argentina es el trabajo en casas particulares y, de acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo en 2020, el 76,8 por ciento de las trabajadoras domésticas en casas particulares no están registradas. 

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a nivel mundial las mujeres suman un promedio de 3 horas diarias de trabajo remunerado y 4,4 horas de trabajo de cuidado no remunerado, mientras que los varones 1,4 horas de trabajo no remunerado y 5,4 horas de trabajo remunerado (OIT, 2018).

Rodríguez Enríquez señala que todavía hay que esperar para saber qué forma definitiva tendrá el programa de Anses. “Podemos discutir la cantidad de años por hijo, porque si se apunta al cuidado tendrían más años las mujeres que reciben la AUH, pero todo lo que sume está bueno y hace justicia a los años y años de las mujeres cargando con el costo de hacerse cargo del cuidado”, apunta.

Desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández, la problemática del cuidado y la necesidad de contar con un sistema integral se puso en agenda. A partir de la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MGDN), se convocó a mesas de trabajo interministeriales y se organizó la Comisión Redactora para un anteproyecto de Ley del Sistema Integral de Cuidados.

Rodríguez Enríquez agrega que la campaña Cuidar en Igualdad permitió “discutir los temas de cuidado en el territorio” en charlas donde se convoca a integrantes de organizaciones sociales, a gobiernos locales y la ciudadanía en general “con el objetivo de sensibilizar sobre temas de cuidado y recoger las visiones que tienen esas personas y cómo resuelven hoy el cuidado”.

“Creo que hemos ganado la batalla de visibilizar este problema, de dar cuenta de su existencia y su relevancia y trágicamente la pandemia ayudó a hacerlo más visible”, opina la economista. De acuerdo a un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Joint SDG Fund y el MGDN, la crisis producida por el coronavirus profundizó la brecha de género, empobreció más a las mujeres y las recargó en su rol de cuidadoras.

“Esta política que comentamos es muy buena, pero no soluciona la injusta organización del trabajo de cuidado. Por un lado lo reconoce, pero por el otro puede consolidarlo. Junto a esta política hay que llevar adelante muchas otras para reducir, redistribuir y reconocer las tareas de cuidado. La aspiración es que la organización del cuidado cambie y sea más equitativa entre varones y mujeres -afirma Rodríguez Enríquez-. Además de la distribución del cuidado, se debe reducir su peso, ofrecer alternativas de cuidado fuera de la casa para que las mujeres puedan desarrollarse profesionalmente y promover el empleo de calidad porque la economía argentina sigue teniendo sus mismos problemas estructurales”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.