Con el objetivo de brindar acompañamiento y contención en los procesos y vivencias singulares que atraviesan las personas entre los 13 y los 21 años de edad, la Asociación Ciclo Positivo lanzó el programa «Estamos juntes», orientado a jóvenes, adolescentes LGBTIQ+ y/o sus familias que residen en Argentina. El proyecto consiste en el armado de encuentros individuales y grupales coordinados por profesionales y promotores de la salud, que a través de una perspectiva integral puedan constituirse como espacios de escucha amenos, seguros y confidenciales. «Nuestro horizonte es apuntar a que jóvenes y adolescentes puedan desarrollarse como actores estratégicos de nuestra sociedad, con pensamiento crítico y empatía hacia las demás personas. También nos interesa que conozcan sus derechos y sus redes de contención, que puedan ser elles mismes quienes formen estas redes en un futuro para quienes están por venir», explica Ana Fainberg, licenciada en Psicología y una de las coordinadoras del programa, en diálogo con El Grito del Sur.
Para comprender lo que motiva este proyecto, es importante atender algunas cuestiones. En 2012 el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) reveló a través de un estudio que “el 60% de las personas trans entrevistadas dijeron haber vivido discriminación por parte de sus pares dentro de la escuela”. Cabe destacar que múltiples estudios realizados en varias partes del mundo señalan que el acoso escolar permanente puede llevar a, o incluso empeorar, sentimientos de aislamiento, rechazo, exclusión, desesperación, depresión y ansiedad, los cuales pueden dar lugar a conductas autolesivas, e incluso hasta el suicidio.
«La idea de armar «Estamos Juntes» surge de la necesidad de acompañar a les adolescentes y jóvenes LGBTIQ+, quienes son actores de cambio fundamentales para el desarrollo de nuestra sociedad», cuenta Fainberg. «Nuestra idea es que una adolescencia/juventud LGBTTIQ+ puede ser potenciada y vivenciada de manera diferente al desarrollarse las redes necesarias, contando con espacios de contención y escucha y, sobre todo, teniendo referentes accesibles con quienes contar», refuerza.
El programa busca consolidarse como una alternativa, entre muchas otras, para combatir la problemática de la discriminación y las violencias por orientación sexual e identidad de género. Para ello cuenta con tres dispositivos alternativos a los que se pueden inscribir a través de un formulario: «Une a une» es un espacio individual entre le participante y le profesional o asesor del programa que realiza un seguimiento personalizado; «Juntes» funciona del mismo modo, pero mediante grupos de pares distribuidos en base a las edades y/o recorridos; y «Juntes en familia» se trata de encuentros específicamente para les familiares y el acompañamiento puede ser tanto caso a caso como con otras familias.
Desde Ciclo Positivo sostienen que «la decisión de trabajar específicamente con jóvenes y adolescentes de hasta 21 años tiene que ver especialmente en que aquellas personas comprendidas en dicha franja etaria tienen una enorme potencialidad de cambios positivos inspirados por la importante capacidad de les adolescentes para aprender rápidamente, experimentar nuevas y diversas situaciones, desarrollar y utilizar el pensamiento crítico y familiarizarse con la libertad, ser creativos y socializar».
Consultada sobre los motivos por los que eligieron trabajar también con las familias y no únicamente con les jóvenes y adolescentes implicades, la licenciada responde: «Cuando se trabaja con adolescentes y jóvenes, suele trabajarse con familias. Y decimos familias porque éstas abarcan muchas modalidades, formas y características. Consideramos familia a todo círculo de contención y pertenencia que esté dispuesto a acompañar a le adolescente o joven en su desarrollo». «Muchas veces las familias guardan las mejores intenciones para con les pibis, pero no cuentan con las herramientas necesarias. Otras tantas veces, es esa misma falta de herramientas lo que produce situaciones de discriminación y violencia intrafamiliar. Es por ello que ofrecemos un espacio para que las familias puedan también consultar y desarrollarse juntes», agrega.
La iniciativa es apoyada además por la bodega Corbeau Wines, de Mendoza, que en el marco del Mes del Orgullo lanzó una edición limitada de vinos y parte de lo recaudado con ella será destinado al programa «Estamos Juntes». Matías Muñoz, presidente de la Asociación Ciclo Positivo, expresó en ese sentido: «Es muy importante que el sector privado se asocie con organizaciones de la sociedad civil, para que cada actor del entramado social aporte su grano de arena para hacer del lugar donde vivimos, un mundo donde quepan todos los mundos. Celebramos que Corbeau Wines ofrezca su aporte a ese horizonte. Hoy la lucha por vivir en una sociedad sin discriminación tiene que ser una tarea de todas las personas, instituciones y también empresas».
