«El meme tiene potencial para pensarse como objeto artístico»

🤩 Entre el chiste, la viralización y la parodia, los memes cambiaron nuestra manera de entender el mundo. De eso se trata "Un festival sobre memes", el primero de su especie en nuestro país.

Un grupo de africanos bailando con un ataúd, un Spiderman señalando al otro, una pequeña grúa intentando sacar un barco encallado, una niña frente a una casa incendiada. Junto con pocas líneas de texto, las imágenes que se viralizan en Internet permiten transmitir discursos, canalizar emociones e identificar angustias. Dentro y fuera de las redes sociales, la espontaneidad y la capacidad de los memes de reinventarse constantemente los erigieron como códigos de una generación ansiosa por dar refresh al feed de Instagram. Más allá de la ironía, y aunque tal vez Saussure se revolcaría en su tumba, no podemos eludir que los memes -conocidos y consumidos por todes- se convirtieron en el modo más identitario de esta época para transmitir un mensaje.

Eso mismo pensaron les ocho estudiantes de la carrera de Curaduría y Gestión Cultural del Centro de Investigación Cinematográfica que, en el marco del trabajo final de una materia, gestaron el primer festival de memes en Argentina. El evento de tres días, que finaliza mañana a la noche en una fiesta por Twitch, englobó charlas con especialistas, galerías de memes y memerxs invitades y tuvo una masividad inusitada. Así, entre el rastreo de su origen y la discusión por su valor periodístico, «Un festival sobre memes» se convirtió en un fenómeno sociológico capaz de discutir en serio las nuevas formas de comunicación y reunir más de 300 imágenes que circularon en las redes del festival.

Gonzalo Spinelli, uno de los gestores de la flamante propuesta cultural, analizó en una entrevista con El Grito del Sur este nuevo lenguaje, su potencial artístico y qué sucede con la autoría.

¿Cómo surgió la idea de hacer un festival de memes?

En primera instancia habíamos pensado en hacer un festival de otra temática que tenga una sección de memes, pero la idea mutó hasta abarcar todo y terminamos volcándonos específicamente sobre el tema. Cuando hicimos un relevamiento descubrimos que había muy poco de este tipo de acercamiento al meme, por lo cual entendimos que era una idea innovadora. No queremos tomar la posición de jueces y verdugos, no medimos al meme como potencial obra del arte porque no tenemos una respuesta sobre si lo es, pero nos interesa plantear, aunque sea durante estos tres días, preguntas para interpelar a los memes desde otro lugar.  

¿Vos crees que el meme puede considerarse como obra de arte?

El meme llega en un momento donde ya no hablamos de “obra” sino también de performance, arte relacional, experiencia artística, lo que abre la puerta a pensar algo de su potencial como objeto artístico. Creo que hay muchos elementos que permitirían catalogarlo así, desde su impacto comunicacional hasta el contenido subjetivo. Hace mucho que el meme ya no es solo un chiste, no porque sea una cosa seria, sino porque más allá de la bizarreada y la simpleza hace que muchas veces nos sintamos mejor o nos alegra. Hay una especie de ritual en torno al meme que, de mínima, lo saca de la calidad de mera imagen.

También nos cuenta hechos que suceden en el mundo. Se torna un elemento periodístico…

Hoy en día es probable que conozcas antes los memes de la noticia que la noticia. Es lo que pasó por ejemplo con el barco que quedó encallado en el canal de Suez. Ahí tenemos un montón de cosas para pensar: por ejemplo el tema de la ofensa, el chiste, la autoría. ¿Quién es dueño del meme? ¿Se pide permiso para compartir? ¿Qué pasa con la persona que sale en la foto? Hay una cantidad de temas que quedan problematizar y escribir en ese mundo. Después tendremos que cuestionar hasta dónde es útil pensar seriamente esas cosas o si estamos afectando el espíritu del meme. Son muchas las aristas que queremos plantear en este festival.

En el mundo del arte se ha escrito mucho sobre el original, la reproducción y la copia. ¿Qué pasa con la autoría de los memes?

La autoría es un tema muy difícil con los memes. Se supone que la primera cuenta de Instagram que levanta el meme sería el autor, lo cual es prácticamente irrastreable porque después del plástico el meme es lo más descartable que ha creado el humano. No tiene presente el meme, en el momento en el que lo viste ya no tiene el mismo efecto y vas a esperar que aparezca otro meme con otro remate. Se transforma en un lenguaje que se renueva constantemente a un ritmo increíble. Ese es un poco el planteo del festival también: más allá de que los memes son graciosos y nos han salvado la vida, es necesario ver qué hay tras bambalinas del fenómeno cultural. 

¿Qué pasa con los memes y la política? Pienso en el consumo irónico como imagen de campaña.

Ahí veo que hay una mezcla entre la falta de información de la gente y la imagen que se viraliza en Internet. Muchas veces las personas terminan armando su concepción de un candidato en torno a los memes que circulan en redes sociales. Suena bizarro hasta que uno entra a Twitter y descubre que es real. Los memes tienen un gran potencial que aún no se está explotando adecuadamente en política y hay que ver si eso debería pasar.

Tuvieron muchísima difusión con el festival. ¿Crees que esto en parte refleja una necesidad de hablar del tema?

Obviamente los memes son una herramienta que está cada vez más cerca de cambiar la lectura que hace la gente del mundo. No sólo en Internet, sino por ejemplo en la manera de entender los carteles en la calle, en la publicidad. Creo que si los medios lo tomaron con tanto interés es porque más allá de la bizarreada se hace eco de algo que está pasando y era necesario escuchar a gente hablando de esto en serio. 

Para terminar, ¿cuál es tu meme favorito? 

Es una pregunta compleja. Hay uno que se puso de moda el año pasado en Twitter que me pareció fabuloso: tenía a dos astronautas dados vuelta apuntándose entre sí. En general a mí me gusta que la imagen sea difícil y llame a la ocurrencia y ese desató cosas increíbles.

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El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.