Garbarino en crisis: no paga sueldos y amenaza con cerrar todas sus sucursales

📢 Se agrava la crisis en la cadena de electrodomésticos y continúan las movilizaciones para exigir el pago de los salarios. Deudas millonarias, una venta frustrada y promesas incumplidas.

Garbarino, propiedad de Carlos Rosales -quien además es tesorero del club San Lorenzo-, enfrenta serias dificultades financieras y ya adeuda los sueldos de abril, mayo y junio, el medio aguinaldo y los bonos de fin del año pasado. También debe aportes sindicales y a la obra social, con lo cual alrededor de 4 mil trabajadores y trabajadoras de todo del país permanecen en un estado de incertidumbre total. “La situación es muy grave. Hay compañeros que por ser grupos de riesgo están de licencia y no cobran ni un solo peso, y además los dejan sin cobertura médica en plena pandemia”, contó Lucía, empleada de una sucursal de La Plata, en diálogo con El Grito del Sur.

Desde el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio (SEOCA) Regional Oeste, que conduce Rubén Ledesma, se movilizaron ayer por tercera vez a las puertas del edificio central de Garbarino, cito en Juncal 1126, y de allí se movieron hasta la Plaza de Mayo para exigir una salida a la crisis laboral que ya lleva un año pero se agravó hace tres meses cuando la compañía desistió unilateralmente de pagar los haberes. Según indicaron fuentes sindicales, “la empresa no da respuestas certeras”. Como forma de protesta, los empleados comerciales del Oeste también mantuvieron bloqueada la entrada y salida de camiones con mercadería del depósito central de La Tablada.

Por su parte, la Federación Argentina de Empleados de Comercio (Faecys), que conduce Armando Cavallieri, abrió el jueves pasado un expediente en el Ministerio de Trabajo con el objetivo de fijar una audiencia con la empresa ante el inminente cierre de la totalidad de las sucursales. Las versiones de una posible declaración de quiebra comenzaron a tomar fuerza. Debido a esta amenaza y como forma de preservar las fuentes de trabajo, en algunos locales comerciales como los de Lanús, Avellaneda y Mar del Plata, las y los trabajadores se vieron en la obligación de pasar algunas noches allí para evitar el desalojo por la falta de pago de los alquileres. Pero a tres meses del recrudecimiento de la crisis laboral, las soluciones no llegan. “En La Plata estamos tratando de retener tareas dentro de lo que se puede, porque lo que queremos es demostrar buena voluntad. Nuestra idea es mantener las persianas levantadas porque hace unas semanas nos amenazaron con bajarlas por tiempo indefinido. Y lo que sospechamos es que el dueño quiere demostrar la quiebra de la empresa para luego no pagarnos”, explicaron a este medio.

Sin embargo, las audiencias en el ámbito de la cartera laboral no están siendo favorables para destrabar el conflicto y los tiempos de negociación son cada vez más prolongados. “En abril llegamos a una mediación en la cual la empresa se comprometió a pagar los sueldos de ese mes en cuotas. Todos los viernes tenían que pagar el 25% de los haberes. Cumplieron los dos primeros viernes y nada más. A partir de ahí empezó la debacle”, explicó a El Grito del Sur Emiliano Iglesias, delegado del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) de la seccional Capital. Y agregó: “El gremio ya intercedió, habló con las autoridades del Ministerio y con Moroni, pero hasta ahí se puede llegar”.

Las posibles salidas que barajan desde el sindicato de Comercio son que aparezca un inversor o que el gobierno nacional desembolse un monto considerable para afrontar el pago de los sueldos. Pero también advierten que Rosales no tiene buena predisposición para negociar y que “vive en una realidad paralela”. Hace algunos días se estaba por concretar la venta de Garbarino a Facundo Prado, propietario de la empresa de cable Supercanal, pero la operación se frustró porque los auditores comprobaron que la deuda excedía más del doble de lo que había declarado Rosales, quien además no quería despegar los pies del plato sino que pretendía quedarse como accionista de la firma.

El miércoles se llevará a cabo una nueva mediación entre las partes en el Ministerio de Trabajo. “Desde la empresa sostienen que el Gobierno de la Ciudad, por medio de la AGIP, les debe una retención de impuestos indebida y que si se la devuelven con eso pagarían los sueldos. De todas maneras, nosotros estamos preparando una movilización masiva para la semana que viene”, afirmó Iglesias.

Entre tanto, en declaraciones a la revista Forbes, Rosales sostuvo: “Soy un hacedor de mí mismo, un empresario que apuesta a la gestión para convertir empresas deficitarias en compañías rentables”. Sin embargo, su gestión en Garbarino hace agua por todos lados desde que la adquirió en 2020: actualmente afronta deudas millonarias con proveedores, falta de pago de alquileres de los locales comerciales e incumplimientos en el pago de salarios que mantienen en vilo y sin cobertura de salud a miles de familias laburantes en plena segunda ola de la pandemia.

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Jeremías Herrera

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires