Les jóvenes como protagonistas de la historia

✍️ De una familia obrera a la universidad. La movilidad social ascendente de los gobiernos kirchneristas quedó truncada por la gestión Macri, por lo que ahora urge la necesidad de nuevas políticas públicas para las juventudes.

“Las juventudes están destinadas a disputar el presente, a ser protagonistas desde el compromiso”, sostuvo el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero. Esto me interpeló como joven, porque soy parte de esa generación que creció viendo a Néstor y Cristina cómo nos sacaban del pozo que dejó el 2001/2002 apostando a la educación, el trabajo y a la ampliación de derechos.

Cómo no voy a sentirme protagonista de la historia si, como leí alguna vez “somos lo que hacemos con lo que hicieron con nosotros”, y lo que hicieron conmigo y con miles de jóvenes en mi misma situación, fue darnos oportunidades e igualar condiciones para concretar nuestros sueños de vida. 

Cómo no voy a ser protagonista del presente si logré llegar a la universidad pública partiendo desde el seno de una familia de padre metalúrgico y madre ama de casa gracias al acompañamiento de un Estado presente que me brindó la beca Progresar. Sin embargo, en el año 2017 mis proyectos se vieron truncados como consecuencia del gobierno de Mauricio Macri que excluyó a les jóvenes de las políticas públicas, vulnerando nuestros derechos y condenándonos a la lógica de la meritocracia y del sálvese quién pueda. 

Tuve que dejar de estudiar para aportar a la olla de la comida de mi casa, para saldar las tarifas de los aumentos exorbitantes. No alcanzó con un empleo: tuve que tener dos, trabajar de día y de noche. Fue en ese momento que entendí a la ex gobernadora cuando sostuvo que “los pobres no llegan a la universidad”: se refería a que los sectores populares no llegamos cuando nos gobierna la derecha, cuando existe un proyecto que solo piensa para unos pocos. 

Claramente me hubiese gustado que el ex presidente Macri y la ex gobernadora Vidal apostaran a la educación pública, pero fue todo lo contrario. Ellos fueron quienes bajaron el presupuesto educativo del 6,1 al 4,9% del PBI, quienes pusieron fin al Conectar Igualdad y estigmatizaron a las y los docentes. 

Sin embargo, hoy pretenden erigirse desde la oposición en defensores acérrimos de la educación. Sumado a que los que tienen el poder de la palabra en vez de militar la memoria activa optan por invisibilizar esos 4 años nefastos, y como contrapartida, hacen hincapié en los datos presentes sin marcar el contexto pandémico que vive el mundo, como si el Covid con sus respectivas variantes fuera exclusivo de la Argentina. 

Esa misma hipocresía de los sectores periodísticos es la responsable de preocuparse por una cuestión coyuntural de las juventudes cuando hace tan solo unas semanas éramos la génesis de todos los males, siendo la principal causa de los aumentos de los casos por nuestra supuesta falta de empatía y respeto por el otro. Claró está, sumado a las históricas estigmatizaciones por los sectores concentrados, mucho más si somos de barrios populares, morochos y en moto.

Como también me asombran las palabras utilizadas por el escritor Luciano Román en el artículo del diario La Nación titulado “El gobierno no les habla a los jóvenes” con fecha del 29/06/2021, descalificando a un sector de la militancia política juvenil en un país como el nuestro donde la democracia costó vidas, costó secuestros de bebés y todo lo que ya sabemos. 

Les jóvenes sabemos que el mundo del trabajo es complejo para nosotres en gran parte del planeta, sabemos también que cuando hay dificultades y cuando aumenta el desempleo, los más perjudicados somos les jóvenes, sobre todo las mujeres y disidencias.

Si bien hacen falta más políticas públicas para las juventudes, soy consciente de lo que significa una pandemia, del estado que este gobierno heredó, tengo la esperanza que gracias a la vacunación saldremos de esta pesadilla y confío en que estaremos en la agenda de políticas públicas, y seguramente seremos partícipes de la construcción de nuestro presente y futuro.

Compartí

Comentarios