Mapear el cuidado, trastocar lo material

🙍‍♀️ El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lanzó el Mapa Federal de Cuidados, una plataforma interactiva para identificar y fortalecer la red de espacios de cuidado de primeras infancias, personas mayores y con discapacidad.

Ilustración: Daniela López Guadarrama

El Mapa Federal del Cuidado -presentado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad- busca ser un paso fundamental en la organización social del cuidado de las infancias, las personas mayores y con discapacidad. Pensar en la importancia de la herramienta plantea desafíos para instalar la agenda del cuidado como un sector económico estratégico para salir de la crisis.  

Socializar el cuidado, generar información, geolocalizar la falta de infraestructura y profesionalizar el sector son los objetivos que estructuran la creación del Mapa Federal del Cuidado, presentado el último jueves por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. La plataforma interactiva, enunciada como un hecho político sin antecedentes en la región, busca identificar y fortalecer la red de espacios de cuidado de primeras infancias, personas mayores y con discapacidad para reducir la carga que hoy pesa sobre quienes llevan adelante ese trabajo, en su mayoría mujeres.  

“Este mapa es una apuesta, porque los espacios de género en todas las instituciones quedan generalmente en un plano muy simbólico. Nosotras sabemos que nuestra lucha es trastocar lo material, y en lo material está también la información”, sostiene la economista Lucía Cirmi Obón, directora de Políticas de Cuidado en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. En diálogo con El Grito del Sur, la funcionaria describe esa apuesta en función de un objetivo doble: por un lado, visibilizar y facilitar el acceso a los espacios de cuidado que actualmente funcionan en todo el territorio nacional y, por otro, recabar información sobre los vacíos de este mapa para que el Estado pueda fortalecer la infraestructura de cuidados. La utilidad de la herramienta, entonces, se potencia a medida que es utilizada por la población. 

En ese sentido, Cirmi Obón explica que “hay un lugar específico en el portal web para indicar espacios que faltan” y señala que el objetivo es completar y actualizar el mapa semanalmente, para lo que se creó una dirección específica dentro del Ministerio. “Se trata de un trabajo continuo y permanente de construcción de datos, porque también hay, por ejemplo, muchísimos espacios comunitarios que hoy no figuran en ningún registro”, agrega.  

Además, destaca algunas realidades que dejó ver el armado del mapa. “El 43 por ciento de los departamentos del país no tiene ninguna residencia de larga estadía para personas mayores y solamente cuatro de cada 10 niñas, niñes y niños de tres años asisten a una sala”, observa. La versión actual incluye más de 32 mil espacios, instituciones educativas y servicios que brindan cuidados y lugares de formación para quienes deseen profesionalizarse y trabajar en este sector. 

La puesta en marcha de esta herramienta se inserta en un contexto en el que la organización social de los trabajos de cuidado se vuelve fundamental para formular estrategias de reactivación económica y productiva post-pandemia. Se trata, en definitiva, de pensar el cuidado como un sector estratégico “en el que la demanda es creciente por el envejecimiento de la población y en el que los Estados deberían poner en foco, porque es una inversión que significa un ahorro para el futuro”, detalla Cirmi Obón. A esta pelea, que se da incluso al interior de los organismos públicos, subyace el desafío de instalar una visión económica sobre el cuidado. “La pobreza, el desempleo, la informalidad y todos los problemas que al Estado le interesan hace más de 40 años tienen que ver, en definitiva, con los cuidados”, resume la funcionaria. 

Al respecto, un informe publicado el año pasado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, concluye que el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa un 15,9 por ciento del PIB, superando a la industria y el comercio. El estudio, por otro lado, concluye que más del 75 por ciento de las tareas son realizadas por mujeres, que dedican diariamente 96 millones de horas de trabajo no remuneradas a las tareas del hogar y los cuidados. Cuando se analizan los índices en el contexto de la pandemia se ve que, mientras muchos sectores productivos presentan caídas en el nivel de actividad, el trabajo de cuidados aumenta su nivel al 21,8 por ciento del PIB, casi seis puntos arriba de la medición pre-pandemia.  

Del lado de quienes podrían verse beneficiadas por la construcción de este mapa, la dirigenta del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA) Marcela Caiafa celebra la iniciativa. “Nos parece muy enriquecedor y nos sirve para ver la desigualdad que todavía persiste en los servicios y las ofertas de cuidado”, dice a este medio. Sin embargo, plantea que desconocían que se estaba trabajando esta herramienta hasta el momento en que fue presentada por la cartera que conduce Elizabeth Gómez Alcorta. “Nosotras humildemente consideramos ser, por lo menos, una organización de consulta en los temas de cuidado, ya que todas estas cosas que hoy están sobre la mesa -el valor del trabajo no remunerado, la necesidad de contar con espacios estatales de cuidado para la incorporación de las mujeres al mercado laboral formal, entre otras- son nuestra materia de estudio y nuestra fuerza militante está puesta ahí hace 38 años”, apunta Caiafa.  

“Nosotras creemos que a ese mapa le faltan las organizaciones de la sociedad civil y le falta también cada casa en la que hay al frente una mujer que cuida de su familia”, agrega la dirigenta, al tiempo que reconoce la potencia de la propuesta. “Hace algunos años, decirle a una ama de casa que lo que ella hacía era trabajo, y que era trabajo no pago, era absolutamente disruptivo, quebraba la lógica instalada durante siglos. Fue un camino arduo y difícil, y por eso hoy estamos felices de que se den estos avances”, asegura.  

En simultáneo, Caiafa explica que la falta de espacios de cuidado para las infancias, las personas mayores y con discapacidad en muchos distritos del país “forma parte de las cuestiones que tenemos que resaltar y resolver para lograr la verdadera equidad”. “Mientras tanto, seguimos siendo las mujeres las que nos hacemos cargo de esas tareas. Espero que el Ministerio, en ese sentido, cumpla el rol de detectar estas cuestiones y fortalecer donde haya que fortalecer y que no quede nada más en una cuestión meramente enunciativa”, concluye. 

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Sibila Gálvez Sánchez

Periodista y socióloga. Escribió sobre política en Página/12 y actualmente investiga sobre comunicación y diseño. Colecciona datos inútiles y los sistematiza rigurosamente.