Aplaudazo por el Álvarez Thomas

✊🏼 La comunidad educativa de la escuela ubicada en el barrio de Agronomía se manifestó en contra de la intervención del Gobierno de la Ciudad que comenzó en septiembre de 2020.

La comunidad educativa de la escuela Alvarez Thomas realizó un aplaudazo y empapeló la entrada del establecimiento con las caras de funcionaries del Gobierno porteño para reclamar que se efectúe una asamblea de socios para que madres y padres puedan retomar el control de la asociación cooperadora que fue intervenida por el Ministerio de Educación de la Ciudad hace casi un año.

“Nos juntamos a la salida de la escuela en lo que fue el primer viernes de la vuelta a la presencialidad completa que empezaron a tener los chicos para presentar una nota pidiendo que se haga la asamblea de socios para que se conforme la comisión directiva y empiece a funcionar nuevamente la cooperadora -dijo a El Grito del Sur Ana Zielinski, una de las madres de la escuela-. Tuvimos que dejarle la carta al director porque la interventora, Teresa Patronelli, no viene nunca”.

El 23 de septiembre de 2020, el Gobierno porteño decidió la intervención de la asociación cooperadora de la escuela porque, según argumentaron, se le pagaba honorarios a una abogada que la escuela mantenía con el dinero de la administración de Horacio Rodríguez Larreta. La comunidad educativa del “Alva”, por su parte, sostuvo que se trata de una vendetta: la escuela tiene alrededor de 800 alumnes, múltiples actividades, una pileta de natación, un comedor que era autogestionado, ambos fundados por familias que integran la cooperadora.

La embestida del Gobierno de la Ciudad empezó en 2017 cuando la ministra de Educación, Soledad Acuña, comunicó a la escuela el recorte del plan de natación para educación inicial y primaria. La medida logró ser revertida en la Justicia.

“En todo este año la interventora no rindió cuentas sobre qué es lo que estuvo haciendo con el dinero de madres y padres de la escuela. Hicimos pedidos de informes y nunca los mandaron y tampoco recibieron a los padres y madres que se acercaron pidiendo una reunión para solicitar información”, afirmó Zielinski.

En el caso del comedor -que cuenta con una interventora aparte-, Zielinski señaló que se cumplió con la entrega de bolsones de comida y desayunos, pero que “no hay información sobre los proveedores”. “Padres y madres nos acercamos con notas, pedidos de informe, para saber cómo se armaban los bolsones, de dónde salían los fondos y nunca tuvimos respuesta”, lamentó.

“Si las escuelas públicas funcionan bien, más en la pandemia, es gracias a lo que hacen las cooperadoras, lo que hacemos los padres trabajando codo a codo, porque el aporte del Gobierno de la Ciudad es paupérrimo -afirmó Zielinski-. Este año ni siquiera garantizaron el inicio de clases porque dos días antes de empezar no habían mandado alcohol en gel ni termómetros. Fuimos los padres reunidos en asamblea que nos organizamos y compramos todo y recién ahí la intervención empezó a comprar cosas. Así arrancamos el ciclo en febrero”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.