Call Center Pro: obligan a les laburantes a difundir la campaña de Vidal

📲 Trabajadores de call centers denuncian uso de datos personales en forma indebida, presupuesto público destinado a favorecer a un partido político y precarización laboral conforman esta denuncia.

Uso de datos personales en forma indebida, presupuesto público destinado a favorecer a un partido político y precarización laboral conforman esta denuncia.

Trabajadoras del call center GIV S.R.L. denunciaron con La Defensoría de Laburantes que las obligan a llevar a cabo la campaña de María Eugenia Vidal (CABA) y Diego Santilli (PBA) e iniciaron reclamos laborales contra los implicados.

No es novedad la precarización y negociados del GCBA con empresas privadas, el agravante en este caso es el financiamiento público de estas empresas y el uso ilegal de datos privados. El 23 de marzo publicamos un informe que demostraba que obtienen financiamiento público (Link).

La abogada Tamara Rossi de “La Defensoría de Laburantes” cuenta cómo actúan las empresas mencionadas: “Precarizan de forma sistemática a trabajadoras jóvenes sin otra salida laboral. Son obligadas a trabajar sin registración alguna, doce horas por día por un salario de pobreza. Son hostigadas, presionadas a trabajar sin descanso y obligadas a mentir para alcanzar objetivos políticos”.

El trabajo de estas laburantes consistía en llamar a las personas de un listado y proponerles “tomar un café” con alguno de los candidatos, dependiendo el lugar. En ningún momento podían decir de dónde conseguían los datos, sino que todo el tiempo debían fingir ser militantes voluntarios. “Soy del equipo de “El Colo” Santilli, el candidato de Horacio Rodríguez Larreta en la provincia. Te queríamos invitar a una reunión de vecinos. Él está recorriendo todos los municipios de la provincia, ¿cuál es el tuyo?”, era parte del speech.

Todos los datos recolectados en esta “campaña” fueron provistos por organismos estatales mediante la línea 147, a la cual se llama para hacer reclamos por servicios, consultas o para anotarse a la campaña de vacunación.

En medio de todo esto, los insultos y los maltratos eran constantes y había restricciones hasta para ir al baño: “se media con cronómetro cuánto tiempo estabas”. Por otro lado, tampoco se cumplió el protocolo para la prevención del Covid-19, ya que eran más de 70 compañeras sin elementos de higiene apropiados, con poca ventilación y distanciamiento, además de contar un solo baño habilitado.

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