Hacia dentro de la interna cambiemita en la Ciudad

🗳️ La interna de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires pone en juego el liderazgo de Larreta de cara al 2023. ¿Cómo están siendo las campañas de Vidal, López Murphy y Rubinstein en el principal bastión electoral de la derecha?

María Eugenia Vidal apela a la cercanía y se jacta de «mirar a los ojos y escuchar a los jóvenes». Ricardo López Murphy pasea por las calles de San Telmo con una perra bulldog y se dirige a les comerciantes que sufrieron la «cuarentena más larga del mundo». Adolfo Rubinstein demuestra sensibilidad social y habla de malnutrición infantil, pero también de un sistema de salud «más equitativo y eficiente».

A diferencia de lo que sucedió en un primer momento en la Provincia de Buenos Aires, la interna de Juntos por el Cambio en la Ciudad se está desarrollando sin ataques cruzados ni acusaciones falsas. Si bien Horacio Rodríguez Larreta no tenía en sus planes la presentación de una tercera lista radical (la de Rubinstein), lo cierto es que sus ojos se posan principalmente sobre el desempeño que están teniendo en campaña Vidal y López Murphy. El ex Ministro de Economía durante el gobierno de la Alianza (1999-2001) viene creciendo en intención de voto durante las últimas semanas y empieza a generar una señal de alarma: por un lado, el oficialismo porteño lo necesita para contener el voto profundamente «anti K» -algo que a priori no garantiza la ex gobernadora bonaerense con su estilo moderado- y, por el otro, una performance electoral superior a la esperada del «bulldog» podría quitarle espacio en la lista definitiva a los leales que Larreta necesita en la Legislatura y la Cámara de Diputados de cara a su proyecto presidencial de 2023.

La distancia entre Vidal y López Murphy puede tender a acortarse rumbo a las PASO. Esto quedó de manifiesto en los últimos dos sondeos: la consultora Proyección prevé una diferencia entre ambos de 20 puntos (Vidal 30,1% / López Murphy 9,1%), mientras que Opinión señala que la ex gobernadora se ubica apenas 11 puntos por encima del economista (24% a 13%).

TRES CAMPAÑAS ELECTORALES DISÍMILES EN EL BASTIÓN DE LA DERECHA

María Eugenia Vidal, quien ya fuera vicejefa de Gobierno entre los años 2011 y 2015, revindica profundamente la gestión Pro: que la Ciudad ya no se inunda porque «las lluvias son solo eso, lluvias», que a lo largo de 14 años se construyeron «100 nuevas escuelas» y que el sistema de salud porteño en pandemia estuvo «a la altura de lo que la gente necesita». Si bien el significante «equipo» -una marca indeleble del marketing Pro- continúa presente en su retórica de campaña, hasta el momento es para aferrarse a los suyos y no tanto para mostrar amplitud. Predominan las fotos con Horacio Rodríguez Larreta, Fernán Quirós, les vecines -principalmente comerciantes, jóvenes, etc.- y les trabajadores de la salud por sobre sus aliados políticos encarnados en las figuras de Martín Tetaz y Paula Oliveto. Otra novedad es que Vidal aceptó incorporar a Mauricio Macri en una actividad de campaña: lo hizo principalmente para hablar de la presencialidad en las escuelas junto a la ministra Soledad Acuña y para respaldar las políticas educativas que se implementaron en la Ciudad desde 2007 hasta la actualidad. Por último, desde el búnker vidalista están explorando plataformas como TikTok para captar en clave humorística al electorado joven.

De acuerdo con Marina Acosta, directora de Comunicación de la consultora Analogías, la aparición de Macri en la campaña responde a algo «natural, es el líder del espacio y tiene representación, eso sin dudas, más aún en la Ciudad. Lo del denominado ¨voto duro¨ puede ser una estrategia de mitigación porque la fuga existe pero Vidal seguramente gane las PASO».

Ricardo López Murphy es el precandidato más veterano de la interna -acaba de cumplir 70-, pero se esmera por parecer joven: en sus recorridas por los barrios aprovecha su apodo de «bulldog» para posar junto al envase de una conocida marca de perros y lleva a todas partes a su perrita Victoria Hipólita y al economista Roberto García Moritán (más conocido como el «marido de Pampita») -precandidato a legislador de su lista- para darle un look farandulero a su campaña. Como si fuera una representación más moderada de Javier Milei, el experimentado economista desafía a Leandro Santoro («Dejen de tomarnos como idiotas», le dice) y plantea que «esta elección es crucial para la República: vamos por menos impuestos y más libertad». En una campaña donde no se avergüenza de tildar al gobierno kirchnerista de «socialista», sus principales consignas son defender la «propiedad privada y el respeto por la Constitución».

«No vemos que (López Murphy) pueda complicarlo (al larretismo), de hecho si bien hay una fricción sobre una porción de votantes su presencia es totalmente funcional por las características de la base de Juntos. Tampoco vemos, por ahora, que sea un resurgimiento de López Murphy que puede tener un desempeño razonable en la elección pero que podría darse también con otro candidato conservador», señaló Marina Acosta en diálogo con este medio.

Adolfo Rubinstein es el menos taquillero de les precandidates. Con una estructura y un presupuesto mucho más austero que el de Vidal y López Murphy, el ex secretario de Salud de la Nación tiene como principal activo la presencia del actor radical Luis Brandoni en su campaña y buena parte de su discursividad se orienta a la cuestión sanitaria: desde fuertes críticas a la gestión albertista de la pandemia («era imprescindible testear, trazar y aislar») hasta la defensa del actual sistema de salud que el kirchnerismo querría reformar. Si bien su veterano plantel revela una búsqueda por captar el voto de la «tercera edad», también cuenta con figuras jóvenes del radicalismo «anti-Yacobitti» que buscan refrescar su propuesta: entre elles se destaca Emilio «Buho» Cornaglia, ex presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). En esa línea, recientemente «Dolfi» Rubinstein se encargó de recordarle al Gobierno «cuando se culpaba a los runners» por el crecimiento de los contagios de Covid-19. 

Lo concreto es que les tres postulantes porteñes de Juntos por el Cambio no se verán las caras antes del 12 de septiembre. Ricardo López Murphy desafió a María Eugenia Vidal a un debate público, pero la ex gobernadora dijo que lo hará «con quienes sean los candidatos definitivos». Vidal es cuestionada principalmente por los sectores más «duros» de Juntos por el Cambio debido a su «ausencia» durante la pandemia, su diálogo con Máximo Kirchner y su repentina vuelta a la arena política porteña tras declararse «orgullosamente bonaerense». A favor tiene, por otro lado, la cercanía con Horacio Rodríguez Larreta y (ahora también) con Mauricio Macri, así como el aparato y los vastos recursos económicos del Estado porteño para hacer campaña. Hasta el momento, las encuestas no le sonríen como esperaba: en ninguna supera el 30% de la intención de voto para las primarias abiertas.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.