La Docta, la de la reforma universitaria y la del Cordobazo, la provincia de Agustín Tosco y Elpidio Torres, la próspera y profundamente antikirchnerista. En el cierre de listas muchos de los focos estuvieron puestos en la Provincia de Buenos Aires, la «madre de todas las batallas» para el peronismo, pero lejos de pasar desapercibida, la boleta de Córdoba expresa muchas de las tensiones que se viven en un oficialismo provincial peronista que juega por fuera del Frente de Todos y una oposición dividida que discute el tipo de liderazgo que necesita para recuperar la provincia en 2023.
Vale hacer un pequeño flashback: en 2019, mientras la aplastante mayoría del país votaba por el peronismo, Mauricio Macri se imponía en Córdoba por 32 puntos, alcanzando el 61,30% contra un 29,27% de la fórmula que finalmente se impondría a nivel nacional. En el segundo distrito electoral más grande del país ganó la lista encabezada por el radical Mario Negri acompañado por Soher El Sukaria (PRO).
Dos años después, Juntos por el Cambio presenta cuatro listas internas en lo que será una picante disputa en la provincia mediterránea. Por el macrismo, la primera apuesta es la de «equipo que gana no se toca»: Mario Negri y Soher El Sukaria encabezarán el cuerpo a senadores de la Lista 1 de la oposición provincial amarilla. Enfrente, con un discurso cada vez más encendido, homofobia y racismo incluido, el diputado nacional, ex intendente de Córdoba y ex embajador ante Ecuador, Luis Juez, intentará posicionar su espacio y entrar como senador. Dos listas menores también competirán en la interna de JxC, encabezadas una por el abogado radical Javier Bee Sellares y la otra por la ex diputada de la Coalición Cívica, Griselda Baldata.
A diferencia de la dispersión opositora, el oficialismo provincial del gobernador Juan Schiaretti lleva lista única y bien familiar: la encabeza su pareja, la diputada nacional Alejandra Vigo, que buscará un lugar en la Cámara Alta acompañada del actual ministro de Industria, Comercio y Minería local, Eduardo Accastello. Para diputados, la primera de la nómina será otra familiar del poder: Natalia de la Sota. La lista de Schiaretti en la provincia es apoyada por sectores que a nivel nacional integran el Frente de Todos, entre los que destaca el Movimiento Evita.
En el Frente de Todos (FdT), la lista para senadores está encabezada por el actual senador Carlos Caserio y la diputada nacional Gabriela Estévez. Caserio viene de pasar por las gestiones de De la Sota y Schiaretti, y el año pasado abandonó la presidencia del PJ local para integrarse de lleno al Frente de Todos en la Cámara Alta. Estévez es una referenta que ganó perfil público en los últimos años, ligada a la referencia de Cristina Kirchner a nivel provincial. La boleta de diputados lleva como primer candidato al secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, ex rector de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y ex intendente de esa misma ciudad.
El FIT, como a nivel nacional, también irá a internas, pero esta vez aún más dispersos. Por un lado, la lista del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), que se medirá con la propuesta conjunta del Partido Obrero e Izquierda Socialista y por una lista del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Por fuera del Frente de Izquierda, el MAS intentará rasguñar algunos votos de la habitualmente magra cosecha de la izquierda cordobesa.
En Córdoba se juegan 9 bancas de diputados nacionales y el Frente de Todos pretende avanzar en representación: acutalmente cinco de las nueve son de Juntos por el Cambio, tres del schiarettismo y solo una del oficialismo nacional. En senadores también hay mayoría amarilla, por dos contra una. Con una elección que supere la de 2019, el Frente de Todos podría recuperar iniciativa para intentar acortar distancias y tener una propuesta propia que logre desplazar a Schiaretti de la gestión provincial en 2023.
