Mujeres que reman contra la corriente

🚢 Como parte del programa "Puertos en clave de género", la Subsecretaría de Asuntos Portuarios del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica realizó el primer Relevamiento Provincial de Géneros en el Ámbito Portuario.

Marinos, navegantes, mercaderes, piratas, obreros con brazos tatuados y anclas pesadas. De Quinquela Martín a La Sirenita, el imaginario de los puertos no admite feminidades en la cubierta de los barcos. Si bien históricamente todo trabajo femenizado ha sido invisibilizado, en el ámbito portuario hasta el día de hoy las mujeres siguen teniendo que remar contra la corriente para hacerse paso.

Con el objetivo de generar estadísticas para pensar políticas a futuro, la Subsecretaría de Asuntos Portuarios del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires realizó el primer Relevamiento de Géneros en el Ámbito Portuario. El mismo forma parte del programa “Puertos en clave de género”, en el cual articulan de forma transversal las trabajadoras de la Subsecretaría y referentes de los ocho consorcios bajo su órbita. “Hasta el momento no había ningún dato exacto de la cantidad de mujeres que trabajan en los puertos. Para nosotras esto era importante no solo como herramienta de visibilización, sino también como punto de partida para pensar estrategias para la inserción de mujeres. Ni que hablar las diversidades, que no suelen estar contempladas en los relevamientos”, explicó Valentina Burke, asesora de la Subsecretaría de Asuntos Portuarios.

Si bien antes de realizar el relevamiento ya partían de la base de que se trataba de un área masculinizada, las trabajadoras aseguraron que pormenorizar la composición y distribución jerárquica en términos de géneros permite establecer una referencia. “Cuando pensás en el trabajador portuario, se te viene a la cabeza el obrero de principios del siglo XX bajando bolsas de papa y eso no refleja la realidad de hoy en día. Sin embargo, el imaginario se sostiene y en ese imaginario la mujer no entra”, agregó Mariana Iñiguez, directora de Estudios y Monitoreo Portuario de la Subsecretaría de Asuntos Portuarios. 

Los resultados son contundentes: a diciembre de 2020, de les 2.980 trabajadores de los Puertos Bonaerenses, 87 por ciento eran varones y apenas 13 por ciento mujeres, distribuidas en mayor medida en las tareas administrativas (35 por ciento), el área de limpieza (7) y la operación de equipos (2). En el trabajo de los muelles, el total de los contratados eran hombres. Si bien esto ha cambiado en los últimos meses, en nuestro país continúa vigente la ley 11.317, promulgada en 1924, que establece diez actividades prohibidas para mujeres y menores de 18 años, entre ellas la carga y descarga de navíos. “Actualmente, la ley es más simbólica que una condición real. Al día de hoy, hay compañeras que logramos que ingresaran luego del relevamiento. También es verdad que muchos otros artículos se han modificado y ese no”, aclaró Iñiguez.  Entre las disidencias, solo se contó une trabajadore ocupando un cargo jerárquico.

Como suele suceder, la falta de representatividad no se condice con la poca formación: mientras que el 44 por ciento de las trabajadoras cuenta con estudios universitarios y de posgrado completos, ese porcentaje solo alcanza al 18 por ciento de los hombres. Esta proporción no se refleja en los puestos jerárquicos, donde el 82 por ciento es ocupado por hombres e incluso cuando llegan a estos lugares las mujeres siguen asentadas en los rangos de menor jerarquía, distribuyéndose el 58 por ciento restante en las jefaturas, el 19 en las coordinaciones y solo el 23 restante en las gerencias.

Levar anclas, pensar otros puertos

Desde el año 2019, el Equipo de Puertos en Clave de Géneros trabaja en conjunto con el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia llevando a cabo ciclos de sensibilización, acompañando el proceso de construcción de espacios de géneros y elaborando protocolos contra las violencias. Además, en conjunto con las otras áreas del Ministerio de Producción, se conformó la Mesa Transversal de Géneros del Ministerio de Producción de PBA, a través de la cual se llevó adelante una Encuesta de Percepciones sobre temas de género y la capacitación en Ley Micaela.

“Cuando damos charlas de sensibilización buscamos bajar las temáticas a lo llano, derribando mitos y cambiando preconceptos, no solo sobre nuestra actividad en particular, sino sobre el trabajo en general. Esto lleva a que tanto hombres como mujeres que quieran integrarse al sector lo puedan encarar desde otra perspectiva”, aportó Iñiguez.

“Al comienzo les genera incomodidad, pero luego el mismo malestar lleva a interpelarse sobre qué cosas se deben cambiar”, respondió Burke a la pregunta por la reacción de los trabajadores de puertos frente a la propuesta de reflexionar y construir nuevas masculinidades. “Ya el hecho de estar haciendo preguntas para los varones que trabajan en el área portuaria es un avance y un gesto de deconstrucción”, sumó la asesora de la Subsecretaría de Asuntos Portuarios y destacó la importancia de que se hayan designado tres mujeres como directoras de puertos.

El primer relevamiento tuvo como eje las tareas de cuidado y la violencia de género, de lo cual se desprendió que solo el 15 por ciento de las instituciones portuarias aplica el protocolo contra las violencias de género, el 20 por ciento otorga licencias extendidas por paternidad y el 12 por ciento tiene lactario. En ese sentido, las entrevistadas enfatizaron que la principal meta a futuro es generar ambientes laborales libres de violencias, con protocolos que no se limiten a la letra y redistribuyendo las tareas de cuidado. “Tener lactarios, licencias extendidas y remuneradas, lugares a donde ir a denunciar, son condiciones fundamentales para que más mujeres se integren a la profesión. Actualmente, más allá de los prejuicios machistas, no existen condiciones materiales para que entre a trabajar en un puerto una mujer que está maternando, o a la inversa, si un hombre quiere tener un rol más activo en las tareas de cuidado, se le torna realmente complejo. El desafío va en ese sentido”, concluyó Iñiguez.

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios