Gloria Pared caminaba con pasos cortos sobre el escenario mientras daba su discurso de cierre de campaña. El consejo se lo había dado su hija, admiradora de los discursos de CFK: “Mamá, vos caminá así no te ponés nerviosa, me dijo. Si hubiera estado quieta, quizás hoy no estaría acá, porque esa bala era para mí”, cuenta en diálogo con El Grito del Sur. Gloria es candidata a viceintendenta por el Frente de Todos (FdT) en Tapebicuá, y a partir de esta noche podría ser parte de la fórmula que destrone al oficialismo de la familia Méndez Ribeiro luego de cinco mandatos consecutivos al frente del municipio. Según dicen desde el peronismo, las encuestas los dan ganadores.
Lo sucedido el jueves a la noche en Corrientes no registra antecedente en la democracia, y quizá haya que remontarse al 23 de julio de 1935 para encontrar una situación similar. Aquel día y en plena sesión del Senado nacional, una bala que tenía como destino a Lisandro De la Torre impactó en su compañero, Enzo Bordabehere, hiriéndolo de muerte. La bala correntina, sea para quien fuere, terminó en el abdomen del diputado provincial Miguel Arias, de donde aún no pudo ser extraída. Arias es diputado por el FdT, y se encontraba en el acto acompañando a les candidates peronistas, junto al intendente de Paso de Los Libres, Martín Ascúa.
A pesar de que el acto se realizó frente al centro de salud del pueblo, no había ambulancia disponible y Arias debió viajar los 58 kilómetros que separan al pueblo de la ciudad de Paso de Los Libres en una camioneta de la policía. Eso, sumado al hecho de que no hubiera detenidos, que no se pudiera identificar el origen del disparo en una concurrencia muy pequeña, y que no haya ninguna hipótesis firme que explique lo sucedido, tiñen de sospechas un hecho ya de por sí inaceptable. “Fue un atentado político, un atentado contra la democracia, no hay otra forma de entenderlo. Y lo que yo quiero saber es qué hay detrás de esto”, afirma Paredes, que fue inmediatamente evacuada del pueblo por seguridad y todavía permanece en Paso de Los Libres. Este viernes, la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, se trasladó a la localidad correntina para supervisar el inicio de la investigación, que ya está en manos de la Policía Federal y la Gendarmería.
Tapebicuá es un pueblo pequeño del este de la provincia, con una población aproximada de 500 personas. El padrón electoral habilita a unos 800 votantes, “pero mucha gente se fue del pueblo por la falta de trabajo”, cuenta Gloria. Allí radica el principal eje de campaña del peronismo, que denuncia una “decadencia del Gobierno municipal de 20 años. No hay fuentes de trabajo, la mayoría de la gente vive de planes, no hay recursos para seguridad o salud, y los que trabajan para el municipio cobran $12.000 por ocho horas diarias y en negro, sin recibo de sueldo, obra social o jubilación”, dice la candidata del FdT.
El municipio es gobernado por los Méndez Ribeiro desde hace más de dos décadas, y desde 2013 la familia saltó del peronismo a las filas de Encuentro Por Corrientes (ECO), nombre del radicalismo provincial que juega con el macrismo a nivel nacional. El primero en llegar a la intendencia fue Ramón Danilo Méndez Ribeiro, quien gobernó por dos mandatos seguidos. Lo sucedió por un mandato su hijo Javier, y luego llegó el turno del actual intendente, Yoni Méndez Ribeiro, también hijo de Ramón Danilo y hermano de Javier, que se candidatea para continuar el gobierno familiar por el que sería el sexto mandato consecutivo.
Sobre Ramón Danilo pesa una denuncia de abuso sexual con acceso carnal agravado por la edad de la víctima, una adolescente de 14 años. En estos días salieron a la luz denuncias mediáticas sobre el cajoneo de dicha causa que habría ejecutado el Fiscal General de Corrientes, César Sotelo, que hoy también está a cargo de la causa por el atentado contra Arias. No es el único caso en el prontuario familiar. En 2009, al término de la elección de ese año, el candidato del peronismo José Correia, quien hoy es candidato a primer concejal por la lista del FdT, recibió un puntazo de arma blanca en un tumulto que los seguidores de los Méndez Ribeiro armaron en las puertas de la escuela donde se votó. Correia acusó directamente a Javier Méndez Ribeiro de ser el autor del ataque, pero la denuncia tampoco prosperó.
La provincia de Corrientes es gobernada por el radicalismo desde su vuelta a la normalidad institucional en 2001. En 1999 había sido intervenida por el gobierno de Fernando De la Rúa por la calamitosa situación económica y social en la que se encontraba, con sueldos estatales atrasados por meses, la cuasi moneda local CECACOR como billete principal, y alumnos de las escuelas públicas que pasaron un año por decreto tras meses de paros docentes y carpas instaladas en la “plaza de la resistencia”. La represión a la protesta social en esos años se cobró la vida de dos militantes populares. Los radicales cordobeses Ramón Mestre y Oscar Aguad fueron los interventores designados por la Nación, y en el retorno de la normalidad institucional comenzó la hegemonía de los Colombi. El desfasaje de dos años en las elecciones de Ejecutivos locales con el nacional se debe a ese período de intervención federal.
Ricardo Colombi, que había sido intendente de la localidad de Mercedes, gobernó el primer período de 2001 a 2005. Lo sucedió su primo, Arturo Colombi hasta el 2009, cuando le volvió a tocar el turno a Ricardo, quien estuvo en el poder dos mandatos más, hasta 2017. Luego, siempre continuando la hegemonía del radicalismo, llegó al poder el actual gobernador, Gustavo Valdés, quien este domingo volverá a ser reelecto, en medio del escándalo de Tapebicuá, y muy posiblemente por un amplio margen de votos. Paso de Los Libres es una de las ciudades más importantes de la provincia, paso fronterizo con Brasil, y es gobernada por el peronismo en uno de los pocos polos que contrapesan la correlación de fuerzas con el radicalismo. Por decisión política o por falta de peso, el FdT no logró siquiera poner en duda el normal desarrollo de los comicios de este domingo.
Lo sucedido en Tapebicuá es tan escandaloso como la poca repercusión que tuvo a nivel nacional. El jueves por la noche, los medios opositores al Gobierno nacional se escandalizaban en cadena por la maestra K que le gritó a sus alumnos por política, y la noticia tardó horas en llegar a sus pantallas o las primeras planas de los portales. Surge entonces la pregunta de si efectivamente no hay nada que no caiga en la grieta, si ya no escandaliza ni que se quiebren los más elementales acuerdos democráticos. Hoy correntinos y correntinas votarán casi como si nada hubiera pasado. Que se siga hablando de Tapebicuá es preciso para que mañana no siga todo como si nada.
