Este lunes, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD), Elizabeth Gómez Alcorta, y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, acompañadas por el ministro Claudio Moroni y el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, presentaron el Programa «Registradas» (Recuperación Económica, Generación de Empleo e Inclusión Social), que promueve la reducción de la informalidad en el sector de las trabajadoras de casas particulares y garantiza su acceso y permanencia a un empleo registrado.
“Esta medida es importante porque apuntala a un sector de la población que hasta ahora no tenía incentivos para la formalización y para la contratación, por eso entendemos que es una medida progresiva. También estamos contribuyendo al alivio del bolsillo de muchísimas familias en el contexto de la pandemia”, explicó Gómez Alcorta.
“Registradas” fomenta la registración de las trabajadoras de casas particulares y consiste en que el Estado transfiera entre el 30 y el 50 por ciento de los salarios (según corresponda por la categoría y no superará los $15 mil mensuales) de cada una durante seis meses y se creará una cuenta gratuita en el Banco Nación para que el dinero sea transferido directamente a la trabajadora.
Les empleadores, por su parte, deben inscribir a la trabajadora en la web de AFIP y pagar ART, aportes y contribuciones. Para acceder al programa, las empleadas deberán dedicar un mínimo de 12 horas semanales con le misme empleadore.

“El Gobierno nacional y nosotros desde el Ministerio estamos trabajando muy fuerte para lograr que la reactivación económica sea con perspectiva de género y que se puedan diseñar e implementar herramientas para incluir a sectores donde las mujeres somos la mayoría”, dijo a El Grito del Sur Iris Pezzarini, directora de Articulación Integral de Políticas de Cuidado del MMGyD.
Pezzarini contó que durante los meses más crudos de la pandemia recibían mensajes y correos electrónicos de trabajadoras de casas particulares de todo el país “diciendo que les cortaron el sueldo por no tener cuenta bancaria, que perdieron sus empleos por quedarse en su casa respetando las medidas sanitarias o porque las familias que las contrataban tuvieron problemas económicos producto de la pandemia”.
“El programa apunta a los dos universos: apelamos a que las trabajadoras conozcan aún más sus derechos y puedan estar inscriptas y remuneradas como el régimen lo indica y el incentivo económico es una ayuda para aquellos hogares medios que querían registrar a sus empleadas y quizás no pudieron o que vieron afectada su economía”, explicó la funcionaria y agregó que al menos 375 mil trabajadoras se verían beneficiadas por la medida.
La pandemia puso de manifiesto la importancia y la feminización de las tareas de cuidado. “Quienes se dedicaron al cuidado estuvieron en la trinchera de la pandemia -afirmó Pezzarini-. Un 97 por ciento de las trabajadoras de casas particulares que están registradas son mujeres. Según la Encuesta de Condiciones de Trabajo, Salud, Empleo y Seguridad de 2018, hay 1.4 millones de empleadas particulares y según la Encuesta Permanente de Hogares de 2021, 1 de cada 6 asalariadas realiza este tipo de tareas y de las mujeres que trabajan en la informalidad 2 de cada 5 son empleadas de casas particulares. Es un sector feminizado, precarizado y subvalorado que se dedica a una tarea fundamental para el sostenimiento de la vida y la economía”.

Si bien la ley 26.844 “Régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares” sancionada en 2013 marcó un antes y un después, Pezzarini sostuvo que todavía es necesario impulsar la registración de las trabajadoras para que puedan acceder a los derechos que les corresponden: un salario digno, obra social, licencias, aguinaldo y vacaciones, entre otros.
Les empleadores pueden registrar a sus trabajadoras hasta el próximo 31 de diciembre y desde el MMGyD se harán operativos territoriales para difundir el programa y que llegue tanto a trabajadoras como empleadores. Aunque “Registradas” está coordinado por la cartera que dirige Gómez Alcorta, Pezzarini destacó que el programa es un trabajo transversal en conjunto con los ministerios de Trabajo y Economía, el Banco Nación y AFIP. “Esta transversalidad es una práctica que reivindicamos desde la gestión pública y que tiene que ver con los feminismos populares, es articulada y trasciende a cada organismo”, dijo la funcionaria.
“Desde la creación del Ministerio insistimos con que la igualdad en los cuidados es la base para que exista la igualdad de género -afirmó Pezzarini-. Acá se cruzan muchas desigualdades: de género, cuidado, clase, condición de migrante, étnicas y por eso es necesario abordarlo de una manera interseccional. Al destinar recursos concretos para ellas estamos buscando hacer justicia social y cuidar en igualdad. Creo que el programa es un paso muy importante en la concreción de lo que significa cuidar a quienes cuidan y que sea en igualdad”.