Carolina Luján maneja el tablero, conoce las fichas, calcula los movimientos, estudia las jugadas. A los 36 años, la joven ajedrecista porteña juega a este deporte desde los siete y en este tiempo logró consagrarse en el puesto número uno en Argentina. Durante su trayectoria obtuvo el título de Gran Maestra Femenina y Maestra Internacional, compitió en 9 Olimpiadas, pasó por 6 Copas del Mundo, fue Pentacampeona Argentina Superior y en reiteradas ocasiones se consagró Medallista Sudamericana y Panamericana. Sin embargo, cuando le tocó viajar al mundial de Rusia, hace un mes y medio, Carolina se dio cuenta de que no contaba con el sponsoreo necesario para cubrir los gastos. Entre la indignación y el ahínco, Luján decidió recurrir a las redes sociales y armar un crowdfunding, lo que no solo le permitió viajar, sino que el Grupo Gaman se convirtió en su principal auspiciante.
“No se trata de caridad, sino de crear un vínculo entre el deporte y las marcas para difundir sus valores. Esta relación es cada vez más fuerte y les ajedrecistas no nos podemos quedar por fuera”, cuenta. Desde Barcelona, donde espera el lunes para comenzar el Mundial de Ajedrez Femenino por Equipos en Sitges, la joven habló con El Grito del Sur sobre el machismo, la falta de recursos y la realidad de las ajedrecistas más allá de la idealización de Netflix.
¿Por qué empezaste la campaña?
La campaña comenzó para el torneo de Sochi, Rusia, al que concurrí hace un mes y medio. Surgió como una respuesta a la realidad, porque me indignaba mucho darme cuenta a mis 36 años de que el ajedrez argentino no tenía ningún auspicio. Si bien es verdad que el sponsoreo en general no abunda en el deporte “amateur”, y lo digo así porque nosotres nos dedicamos como profesionales, que no haya nada me parecía absurdo. También es un reflejo del hartazgo frente a la actitud de la Federación de Ajedrez. Nunca hay presupuesto, no hay fondos, no hay proyectos. Si el espacio madre que debería nuclearnos funciona así, ¿qué nos queda a nosotres que somos el último eslabón?
¿Cuál es el panorama actual de las mujeres que juegan al ajedrez?
Las mujeres somos minoría a nivel mundial y local. En Argentina ni siquiera alcanzamos a ser el 10 por ciento del padrón federado. Si vas a los 100 primeros puestos es un 1 por ciento, que en el caso de nuestro país soy yo, y en los 1.000 primeros del ranking mundial hay solo 12 mujeres (1,2 por ciento). Si bien el ajedrez es un deporte milenario, la incursión femenina comenzó alrededor de 1920 de manera muy hogareña, sin competir. En los últimos años, la Federación Internacional cambió y está trabajando en pos de la igualdad de género, pero no hubo grandes modificaciones en lo cuantitativo. Aunque parezca gracioso, la serie Gambito de Dama también le dio un impulso tremendo al juego.
¿Cómo afecta el machismo en el ámbito?
En general, el ámbito del deporte suele ser machista y violento de por sí. Tal vez lo que sucede es que hay cosas que están muy naturalizadas y una las pasa, pero cuando lo analizas dos segundos te das cuenta de que todo, desde la canción de cancha hasta el trato con tus compañeros, suma a las violencias más graves. En el ajedrez no solo es complicado entrar al ambiente, sino quedarte porque como hay trabas la mayoría (de las mujeres) desiste. Es un círculo vicioso porque, al ser pocas, tampoco somos tenidas en cuenta a la hora de pensar los torneos, por ejemplo, salir de un club a las 12 de la noche para nosotras es mucho más peligroso. De hecho, cuando yo era chica ni siquiera había baño de mujeres.
¿Hay alguna organización de mujeres ajedrecistas?
No tenemos una organización en términos formales, pero estamos las Damas Olímpicas que somos las jugadoras que nos nucleamos después del Olimpiada del año 2018 y después está el colectivo de Ajedrecistas Argentinas desde donde organizamos eventos solidarios y actividades para difundir la práctica.
¿Qué recursos podría articular el Gobierno para difundir más el ajedrez?
Es difícil. Las becas del Gobierno están atrasadas y no alcanzan, también afectó la reducción en el presupuesto del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Sin embargo, creo que las mayores dificultades se dan cuando las dirigencias tienen que comunicar a los atletas con el Estado. No hay planificación, no hay gestión. No se toman medidas, ya sea por desconocimiento, porque están desbordados o directamente con mala intención como represalia hacia alguna persona más contestataria. No es casual que gran parte de las dirigencias estén lideradas por varones que siempre ocuparon puestos de poder. Me parece fundamental que haya un cambio y se incorpore a otros colectivos, ya sea las mujeres, las disidencias, la juventud, para renovar el ambiente.
El Crowdfunding estará disponible hasta el lunes 3 de octubre en este link con recompensas como clases personalizadas y análisis de las mejores partidas del torneo (1h online).
