Tres días atrás, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta recogió el guante del expresidente Mauricio Macri y se sumó al coro de críticas contra el gobierno nacional por una supuesta aceleración en el ritmo de endeudamiento respecto a la gestión anterior. «Se está generando una bola de nieve de endeudamiento en pesos que es peligrosísima», señaló el mandatario porteño en diálogo con Radio 10 y advirtió: «Mientras gastemos más de lo que tenemos, va a crecer la deuda».
La proclama de Larreta se contradice fuertemente con las cifras de deuda que maneja la Ciudad de Buenos Aires desde la llegada del PRO a la administración gubernamental en el año 2007. Al cuarto trimestre de 2020, la deuda pública alcanzó los US$ 3120 millones, lo cual implica un crecimiento en forma sextuplicada a lo largo de 13 años. Si cuando Macri dejó la Jefatura de Gobierno había US$ 2138 millones de deuda, con Larreta trepó otros US$ 1000 millones más.
«Lo que dijo Larreta es todo lo contrario a lo que él hizo en la última etapa de su gestión. Cuando vio en 2018 que el gobierno de Macri iba a caer en default y que se venía una mega-devaluación, logró renegociar la deuda de la Ciudad y la pesificó en parte. Larreta tiene muy en claro que es más beneficioso tener una deuda en pesos que en dólares», explicó a El Grito del Sur el legislador Matías Barroetaveña (Frente de Todos).
Otra cuestión preocupante es el progresivo aumento en el pago de intereses año tras año. En los años 2007 y 2008 representaban cerca del 1% del presupuesto, pero en 2016 ya se encontraban en el 3%. Con Larreta en el gobierno, los intereses no pararon de crecer. En los últimos 3 años, los pagos se multiplicaron y alcanzarán un 8% en el presente año.
Apenas una semana atrás, Rodríguez Larreta pidió ampliar el presupuesto porteño en más de $ 81.700 millones. De éstos, casi el 20% serán destinados al pago de deuda. «En lo que respecta al servicio de la deuda, es necesario dar reflejo presupuestario a un incremento de $15.524.918.561 para mayores erogaciones por intereses, generados por los títulos emitidos conforme la Ley 6.385, por la mayor colocación de Letras del Tesoro y por la operación de recompra de títulos en el mercado local», señala el proyecto remitido a la Legislatura.
«La Ciudad tiene un presupuesto enorme, ahora está ampliándolo a 680 mil millones de pesos y también se está planteando aumentar la deuda a partir de la renegociación y el repago de algunos bonos. Gracias al producto bruto geográfico que tiene, este monto de deuda no va a complicarle en el corto plazo porque, si bien alcanza medio presupuesto, cuenta con los recursos para ir pagando», expresó Barroetaveña. «Sin embargo, lo más preocupante es el porcentaje del presupuesto que hay que destinar a pagar los intereses de la deuda. La Ciudad podría autofinanciarse y no estar endeudada», agregó el legislador.
En 2020, la deuda por habitante en la Ciudad alcanzó los US$ 1.061 -se quintuplicó respecto al año 2007-, mientras que se pagaron por intereses unos $36.705 millones. Si a esto se suma el pago por amortizaciones con otros $14.632 millones, estamos hablando de un monto con el que se podría haber financiado casi un Ministerio de Salud extra.
