Monarquía amarilla: un análisis de las elecciones en la Ciudad

👑 Octavo triunfo consecutivo del macrismo y la 8 (Lugano y Soldati) única comuna peronista. El factor Milei parejo desde Recoleta hasta la Villa 31 y una elección histórica de la izquierda.

La ciudad amarilla radiante en su esplendor: el partido hegemónico de la Ciudad de Buenos Aires volvió a despacharse con un festín de votos en las elecciones legislativas. Con María Eugenia Vidal a la cabeza, la alianza Juntos por el Cambio sumó el 48,2 por ciento de los sufragios entre sus tres opciones internas y refrendó su dominio del territorio porteño por octava vez consecutiva. En unas elecciones pandémicas, el oficialismo porteño logró sostener su nivel de representación (en 2017 Elisa Carrió alcanzó el 49,5 por ciento de los votos) y estrenó candidata nueva y recientemente migrada que ya empieza a medirse el traje de jefa de Gobierno.

La novedad de la elección macrista trajo la buena performance del ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, quien sumó el 11,3 por ciento de los votos totales y logró hacerse con un digno cuarto lugar en la boleta de diputados que llegará al cuarto oscuro en noviembre. Tercero, más rezagado, quedó el ex secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, que abroqueló a un 4 por ciento del electorado total (8,31% de la interna macrista) y se ubicó lejos del piso de 15 por ciento que establecía el reglamento interno cambiemita para integrar la nómina definitiva.

En término de Comunas, el macrismo sostuvo cifras altísimas en sus bastiones de la 2, la 13 y la 14, donde sacó 64, 60 y 59,7 por ciento, respectivamente. Pero también mejoró en zonas más hostiles: en la Comuna 4, donde había perdido en 2019, se impuso por casi 7 puntos y con una diferencia de más de 8 mil votos. Por su parte, el voto López Murphy tuvo un claro sesgo geográfico: alcanzó su pico en la próspera Comuna 2 (con el 32 por ciento de la interna) mientras que en la 8 apenas arañó los 13 puntos.

El Frente de Todos (FdT) no tuvo una buena performance. En la previa se especulaba que Leandro Santoro podría llegar a los 30 puntos, pero finalmente quedó bastante abajo, con un magro 24,7. Si bien representa un aumento considerable con respecto al 21 por ciento de 2017, el resultado no expresa el crecimiento de la alianza opositora porteña, que en esta elección había logrado incluir al lavagnista Matías Tombolini, quien en 2019 superó los 5 puntos. El FdT pudo ganar una única comuna, la más austral: se impuso en la 8, pero por menos de 500 votos. En la emblemática Villa 31, el Frente de Todos volvió a ganar pero la caída fue notoria: obtuvo un 48 por ciento de los votos (frente al 25 por ciento cambiemita), muy por debajo del 62,67 que cosechó Matías Lammens en 2019. Números similares obtuvo en la Villa 21-24, la más grande y poblada de la Ciudad.

La sorpresa de las PASO fue el liberal ultraderechista Javier Milei, quien terminó tercero con el 13 por ciento de los votos. Milei consiguió un voto parejo en todas las comunas y, de sostener estos resultados, entraría en la Cámara Baja y pelearía voto a voto por meter a la militante negacionista Victoria Villaruel. Asimismo, si conserva esta cifra en las elecciones definitivas, la bancada libertaria en la Legislatura tendría el nada despreciable número de cuatro representantes. Liberal y transversal: incluso en la Villa 31, el mediático economista se ubicó en los 13 puntos de adhesión.

Pero otra importante sorpresa la dio el Frente de Izquierda, que entre sus dos opciones sumó el 6,3 por ciento (5,4% Bregman y 0,9% Fierro), una elección histórica y un récord en la Ciudad para la fuerza trotskista. En la Comuna 5, la lista encabezada por Myriam Bregman sumó el 7,7 por ciento de los votos y en la siempre progresista Comuna 15, el FIT arañó el 8 por ciento. En el amplio espectro de propuestas de izquierdas, también volvió a destacar el eterno candidato Luis Zamora, quien casi sin partido y con una organización incipiente recolectó el 2,7 por ciento de los votos. Un dolor de cabeza para el FIT que intentó incorporarlo a sus listas sin éxito. Más atrás, en una pésima elección, se ubicó el Nuevo MAS: Federico Winokur obtuvo poco más de 4.500 votos, apenas el 0,3 por ciento del padrón y quedó incluso abajo de Marcelo Ramal, representante de Política Obrera, la escisión del PO, que sumó unos 7500 votos.

En materia de participación, a diferencia de otros distritos, la merma no fue tan notoria. Si bien el número fue inferior a lo habitual (70 por ciento frente a un 79,78 de 2019), se ubicó por encima del ballotage de 2015, donde Horacio Rodríguez Larreta enfrentó su parada más difícil contra el radical porteño Martín Lousteau. La Comuna 1 fue la que registró índices más reducidos de participación: apenas un 62 por ciento de los inscriptos en el padrón acudieron a las urnas.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.