«No se puede ejercer un derecho violando la soberanía de otro país»

🇦🇷🌊 Con las elecciones cerca, el gobierno de Sebastián Piñera modificó un decreto que viola el Tratado de Paz y Amistad firmado con nuestro país en 1984. El rechazo de la Cancillería argentina y la complicidad PRO.

Después de más de 30 años, se abrió un nuevo conflicto con Chile. El gobierno del país trasandino tomó una medida que modifica el espacio marítimo y proyecta su plataforma continental al este del meridiano 67º 16´, límite estipulado en el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984. Mientras el presidente chileno Sebastián Piñera argumentó que “lo que Chile está haciendo es ejercer su derecho”, la Cancillería argentina se manifestó rápidamente en contra. El PRO, por su parte, sacó una tibia comunicación en la que invitó a “iniciar un diálogo que permita zanjar las diferencias hoy existentes”.

“Tenemos el título perfecto sobre estos territorios. Es difícil entender cuando tenés un tratado de claridad meridiana que entre gallos y medianoches nos encontremos con un reclamo a partir de no respetar esta línea divisoria”, dijo a El Grito del Sur Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia de Tierra del Fuego.

Dachary explicó que a partir de la firma del Tratado de Maipú en 2009, Argentina realizó un trabajo interno que pasó por diferentes instancias hasta llegar a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de las Naciones Unidas -que tiene la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar)- y hace un año se sancionó la Ley de Espacios Marítimos. “La ley hace derecho interno todo ese trabajo técnico realizado desde el año 2009. Chile no dijo una palabra en contra en ningún momento”, señaló el funcionario fueguino.

El trabajo por apaciguar y conciliar las disputas territoriales con Chile data desde el regreso de la democracia a la Argentina. Después del conflicto por el Canal del Beagle de 1978, que casi termina en un enfrentamiento bélico entre las dictaduras de ambos países, el gobierno de Raúl Alfonsín llamó a un plebiscito para consultarle a la población (de forma no vinculante) si se firmaba el Tratado de Paz y Amistad. El “Sí” ganó la votación con el 81 por ciento.

El acuerdo establece como límite entre ambos países la línea imaginaria trazada a la altura del meridiano 67º 16´. Al oeste, Chile. Al este, Argentina. Pero la medida de Piñera “cambia un ‘y’ por una coma y modifica el criterio, violando el tratado”, afirmó Dachary.

“La medida tiene una dimensión doméstica por la compleja situación político-social que vive Chile y no por una política exterior con fundamento. Parece que quiere tener un rédito político apelando a un conflicto externo para solapar un frente interno, tal como pasó con Argentina e Inglaterra en Malvinas -opinó el funcionario fueguino-. Chile no está ejerciendo ningún derecho (como dijo Piñera) porque no se puede ejercer un derecho violando la soberanía de otro país. No rechazamos el decreto porque no lo reconocemos”.

El decreto del presidente Piñera

“Una decisión unilateral”

Este miércoles, el canciller Felipe Solá y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, expusieron en una reunión informativa de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado.

«La aspiración que Chile manifiesta extemporáneamente contradice la letra y el espíritu del Tratado de Paz y Amistad de 1984, manifestando una vocación expansiva que Argentina rechaza. La citada pretensión resulta contraria al artículo 7 de dicho tratado”, afirmó Solá. 

En el Congreso, ya hay proyectos en respuesta a la medida de Chile. El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Adolfo Rodríguez Saá, presentó este martes un proyecto de declaración para que la Cámara rechace el decreto de Piñera. La senadora fueguina María Eugenia Duré presentó un proyecto de Declaración que adhiere a lo expresado por la Cancillería argentina, y su coterráneo Pablo Blanco también firmó un proyecto de Declaración para «rechazar» la decisión de Piñera.

El PRO, por su parte, también quiso meter baza en el asunto. Mediante un comunicado que lleva las firmas de Fulvio Pompeo y la presidenta del partido, Patricia Bullrich, el PRO afirmó que hay “diferencias en el trazado de las respectivas plataformas continentales” y propusieron una reunión que “permita zanjar las diferencias hoy existentes”.

«El PRO ha puesto en un plano de igualdad el reconocimiento de la ONU de los derechos argentinos sobre el mar austral con una decisión unilateral expresada en un decreto presidencial de Chile. Reniegan de nuestros derechos dejando de lado los intereses de la Patria. Sin palabras», respondió Solá a través de Twitter.

“Un espacio geopolítico estratégico”

Aunque se rumoreó la posibilidad de que Argentina presentara el caso frente a la Corte de La Haya, Dachary aseguró que el Tratado de 1984 “prevé distintos mecanismos según las intensidades del conflicto que pueda emerger”. “Pero no es suficiente que exista una forma de justicia que pueda echar luz a la situación cuando vos tenés razón de forma indudable”, apuntó.

El funcionario fueguino reafirmó la importancia de hacer respetar el acuerdo territorial vigente porque “más allá de ser parte de nuestro país, estamos hablando de un espacio geopolítico estratégico por ser un corredor bioceánico y por la proyección para la Antártida, que es otra parte de Tierra del Fuego que se ve amenazada por este avance”.

Por último, el secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales expresó su deseo de que el conflicto se resuelva pronto porque la medida de Piñera, además de atentar contra la soberanía argentina, reaviva conflictos entre dos pueblos hermanos que se relacionan entre sí y que llevan más de tres décadas trabajando para convivir y mantener la paz.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.