Online Mami: «La moda siempre fue una fiesta a la que nunca me invitaron»

👗 Publicista, modelo y referente del body positive, Agustina Cabaleiro, más conocida como @onlinemami en redes sociales, habló con El Grito del Sur sobre su primer libro: "Te lo digo por tu bien".

“Si odiarnos es la norma, amarnos es poder” se lee en la remera que lleva una modelo con la mitad de la panza al descubierto. La ilustración, que podría formar parte de un anuncio de Nike o Rexona, descoloca cuando se aleja del estereotipo del mundo de la moda: se trata de una mujer gorda. “Te lo digo por tu bien” es el primer libro de Agustina Cabaleiro, más conocida como @onlinemami en redes sociales. Publicista, modelo y referente del body positive, Agus se hizo famosa cuando comenzó a subir fotos y videos mostrando sus looks para romper el mito de que solo las personas con cuerpos hegemónicos pueden disfrutar de la ropa. A partir de allí su popularidad no paró de crecer y al día de hoy acumula 289 mil seguidores en Instagram -a les que llama la #OnlineArmy- y acaba de editar su libro a través de Penguin Random House, que presentará en un evento el 1º de octubre en el Centro Cultural Konex.

Lejos del manual de instrucciones, en 167 páginas la influencer intenta romper las narrativas de la delgadez obligatoria, recopilando experiencias propias y ajenas para delinear un camino que permita a les lectores convivir de manera más amena con su cuerpo, con los altos y bajos que esto conlleva. “El primer paso es reconciliarnos con esa palabra que tanto daño nos hizo: GORDA”, asegura la joven de 27 años. 

¿Cómo fue la decisión de pasar de la cuenta de Instagram al libro? 

La idea de escribir un libro fue una propuesta que me hizo la editorial en 2019. A partir de eso me puse a ver de qué podía hacer para traducir el contenido que subo a redes al papel. Se me ocurrió que lo más fructífero tenía que ver con hablar de mi activismo.

Tanto en el libro como en las redes contás cosas muy personales. ¿Te da miedo exponerte? ¿Cómo lidias con los comentarios violentos?

Lo tomo como parte de mi trabajo, intento ponerlo en ese nivel porque sino te destruye. Así como hay cosas lindas en lo que hago, también hay cosas feas y trato de dejarlo ahí porque puede hacerte mucho daño. Además tengo un círculo de sostén donde está la #OnlineArmy, mis amigues, mi familia, mi novia, mi psicóloga. Después hay mecanismos concretos en redes para que ni siquiera te lleguen esos comentarios, como silenciar ciertas palabras, bloquear cuentas, no googlearte. De ahí en más queda en vos si te enganchás a responder o no, pero a mí no me parece que sea sano. 

Invitaste a activistas a participar del libro. ¿Por qué la decisión de hacer un relato coral?

Elegí apoyarme en textos de otras personas y sumar voces porque la intención del texto es resumir la experiencia de ser una persona gorda y cómo te afecta en todas las áreas de tu vida. Sentía que si yo contaba solamente lo que me había pasado a mí, lo que yo sentí, lo que yo viví, iba a terminar siendo autobiográfico y no era la idea. La idea es contar cosas que nos pasaron a todes y no hablamos porque somos gordes y ser gorde en esta sociedad está mal. Es un secreto a voces, todo el mundo sabe que sos gorde pero nadie lo dice y tampoco lo hablamos entre nosotres. Yo cuento lo que me pasó, pero en algún sentido es lo que nos pasó a todes.

Hablás de que cuando te empezaste a reconocer como feminista sentías que te faltaba algo, que finalmente terminó siendo el body positive. ¿Creés que dentro del feminismo cuesta pensar la diversidad corporal?

Muchas veces, el feminismo -desde la idea de opresión del patriarcado- piensa la belleza hegemónica como un todo, como si fuera lo mismo tener un rollito que ser una persona visiblemente gorda, y claramente no es lo mismo. Eso lo sabemos las personas que lo vivimos. En eso disiento, pero obviamente no puedo no reconoceme como feminista, porque no tendría sentido. 

En ese mismo sentido pienso en la dificultad de ser activista body positive y que tu discurso no termine siendo una imposición o que caiga en la misma lógica del “amate a ti mismo”

Creo que el amor propio en muchos casos terminó siendo una imposición. Hay una cuestión meritócrata de creer que si no te amas es porque no hiciste el suficiente esfuerzo para aceptar tu propio cuerpo, cuando la realidad es que hay todo un sistema que se encarga de que te odies y pases la vida corriendo una zanahoria que siempre está más lejos. Es más, algunos engranajes que históricamente fomentaron ese discurso ahora están hablando de amor propio, lo cual lo hace más enfermizo. Hay marcas hablando de amor propio, medios de comunicación hablando de amor propio, modelos, influencers que hablan de amor propio, cuando siempre fueron el eslabón más duro de la cadena que perpetuó un único estereotipo de belleza. Si una no logra amarse a si misma no es porque sea una boluda, sino porque es muy difícil desaprender en relativamente poco tiempo de las ideas con las que nos bombardearon toda la vida.

Me llamó la atención en el libro cuando nombrás un viaje a Cuba y describís cómo en otros países los parámetros de belleza son totalmente distintos. ¿Creés que Argentina es un país especialmente gordofóbico?

Argentina es uno de los países con más Trastornos de la Conducta Alimentaria del mundo. Creo que en otros países de la región el canon de belleza es más amplio y las mujeres pueden tener cuerpos más grandes y ser consideradas bellas. Esto tiene que ver con las influencias y si como cultura miramos más hacia EE.UU. o hacia Europa. Como argentinos miramos más hacia Europa, por temas de inmigración mientras que Colombia, Venezuela, Chile, miran más hacia Estados Unidos. De todas maneras, el patrón de belleza va cambiando según las épocas: no es lo mismo Marilyn Monroe, las modelos súper flacas de los 90 o las chicas flacas pero curvilíneas de los 2000. Para las mujeres el estereotipo de belleza va cambiando según la etapa, la economía, la cultura y lo que esté pasando mientras que en los varones siempre fue el mismo.

También haces referencia a los consumos culturales que reproducen la idea de que para ser exitose hay que tener un cuerpo flaco y cómo esto lentamente está cambiando. ¿Creés que este libro puede ayudar tanto a las adolescentes actuales como a las futuras a desafiar esa lógica de la delgadez obligatoria como sinónimo de éxito?

Creo que es un montón decir eso de mi libro, de cualquier libro. Espero que sea un granito de arena para modificar lo que la gente va a seguir viendo porque esto no va a cambiar en cinco o seis años. Me emociona pensar que el futuro va a ser mejor que ahora, que ya es mejor que cuando yo tenía 15, hace doce años. Creo que este libro puede ser un granito de arena para contrarrestar todo eso horrible que hay afuera.

Sos publicista, trabajás en moda y durante todo el libro pones énfasis en que la ropa no es solo un pedazo de tela para taparse del frío sino que tiene que ver con la construcción de la identidad, lo que decimos de nosotres mismes. De hecho, algo muy conmovedor es que le dedicás el libro “a todas las chicas que alguna vez lloraron en un probador”. ¿Qué representa la moda para vos?

Para mí la moda siempre fue una fiesta a la que nunca me invitaron, me intenté colar y me salió mal. De hecho, recién ahora puedo participar. Siempre me gustó la ropa pero no termino de entender si me gusta más ahora de grande, me gusta porque no pude acceder a ella antes, me gusta porque me echaron, es confuso en ese sentido. La moda es mi manera de expresarme, de contar quien soy y en qué creo, no me imagino mi vida sin que esté atravesada por la moda y por las prendas que uso para vestirme. El problema es que no debería hacer falta que te apasione para poder encontrar tu talle.

¿Qué insumos les recomendás a las personas que quieren saber más sobre el tema? 

Nombro bastantes en mi libro: “Cuerpos sin patrones”, de Nicolás Cuello y Laura Contreras; “Gorda Vanidosa”, de Lux Morena; “Pese lo que pese”, de Paula Giménez y Jesica Lavia. Incluso colegas como Brenda Mato o Sol Cardiello. Creo que es cuestión de ponerse a investigar quién tiene ideas que nos interpelan, quién tiene cuerpos parecidos a los nuestros, a quiénes recomiendas. Hay mucha data allá afuera para empezar a armar tu archivo mental de consumos culturales que te hagan bien. 

Compartí

Comentarios

Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios