«Una juventud organizada puede enfrentarse a cualquier oligarquía»

🗳️ Uno de los votos más buscados por todos los frentes políticos es el de la juventud. El Grito del Sur conversó con tres jóvenes militantes para conocer sus intereses y sus expectativas de cara al domingo.

Quienes hasta hace un tiempo no eran vistos como sujetos políticos o servían únicamente de objeto de estigmatización para los medios de comunicación, se convirtieron este año en el elemento central de disputa para todos los frentes políticos. A través de las redes sociales, adaptando sus mensajes a una épica más centennial, a través de políticas públicas direccionadas, a través de los medios de comunicación, y mediante encuentros en las plazas y parques del país, les jóvenes fueron interpelades por los distintos candidatos y candidatas que competirán este domingo. Pero el voto de la juventud este año es tan deseado como impredecible. Mientras se habla de un alejamiento de les jóvenes de la política, un supuesto crecimiento del desinterés y una gran indiferencia, los diversos espacios políticos siguieron presentando sus propuestas en torno a dos principales ejes: el empleo y la vivienda. Para conocer los alcances de este aparente desinterés e intentar comprender cómo actuará la juventud porteña este domingo en el cuarto oscuro, El Grito del Sur consultó a Serena Burkhardt, Ayrton Blanco y Julia Andrade, tres jóvenes activistas y candidates de diversos espacios políticos.

Julia Andrade es estudiante del Mariano Acosta, tiene 18 años, votó por primera vez en las elecciones de 2019 y esta nueva contienda electoral la encontró como precandidata a legisladora por el Frente de Todos en la Ciudad de Buenos Aires. Andrade formó parte también en esta campaña del Comando de Juventudes, que se encargó de pensar las propuestas, actividades y mensajes para interpelar a la juventud porteña. En este sentido, plantea que durante este año y medio de pandemia e incertidumbre la juventud tomó dos caminos. «Por un lado está la que se alejó de la política y se acercó a un discurso que se aprovechó de su frustración y de un momento en el que obviamente fue todo muy difícil para les jóvenes, como para todes. Aunque también hay una gran parte de la juventud, mayoritaria a mi parecer, que ante la necesidad de que los mayores tengan que cuidarse y quedarse en casa, salieron con mucha solidaridad a ocupar espacios y ponerse a disposición de solucionar todos los problemas que esta pandemia le creó a la sociedad», explica.

«La contracara a ese crecimiento de la antipolítica y de una violencia muchas veces muy ruidosa, son un montón de pibes que, de una manera más silenciosa o más invisibilizada, se acercaron a la militancia en este último año y medio, porque sabían que había otres que les necesitaban», refuerza la joven candidata y militante de La Cámpora.

Foto: Abril Pérez Torres

En el mismo sentido, aunque con matices, la militante del Partido Obrero, Serena Burkhardt, opina: «La juventud no está para nada desinteresada por la política. En estos dos años de pandemia la juventud fue uno de los sectores más golpeados, los gobiernos de la Nación y de la Ciudad dejaron a una gran cantidad de jóvenes sin acceso a su educación, sin un plato de comida y muchos teniendo que exponerse a salir a trabajar de forma precaria para ayudar en su casa. Desde hace tiempo, la juventud de los barrios se moviliza masivamente junto al movimiento piquetero denunciando todas las problemáticas actuales y poniendo en boca de los medios y la población en general las mismas».

Ayrton Blanco, por otra parte, se anima a ir un poco más allá y sostiene que sí ha crecido el desinterés entre les jóvenes y si eso se traduce efectivamente en una menor cantidad de jóvenes que irán a votar este domingo, es a causa de los discursos que expresan desde los medios de comunicación y de algunos sectores de la política. «Son ellos quienes quieren que nos desinteresemos de la política y por eso nos atacan por los medios y por las redes», dice. Y agrega: «El desinterés de los y las jóvenes en la política no ocurre por lo que dicen los medios; al contrario, sucede porque hay un hombre que habla de libertad y trabajó para un dictador, y otro que nos dice que somos la prioridad pero no nos puede garantizar ni siquiera alcohol en gel en las escuelas».

Sobre la posibilidad de que vayan a votar menos jóvenes este domingo, sobre todo aquelles que tienen entre 16 y 17 años y no están obligades a hacerlo, Andrade identifica dos factores que influyen en este sentido: por un lado, cierto alejamiento de la política de una parte de la juventud y, por otro lado, la poca importancia que se le otorga en general a las elecciones de medio término. Burkhardt, en cambio, se muestra más abierta a cualquier escenario y aunque admite que no sabe qué sucederá concretamente este domingo, «si hay algún joven que está pensando en no ir a votar porque no le entusiasma ninguna de las expresiones políticas de los que gobiernan y gobernaron los llamo a votar por la opción que le duele al poder, que es el Frente de Izquierda».

Para la militante trotskista, a diferencia de lo que sucedió en las elecciones de 2019, cuando «había un panorama electoral mucho más polarizado entre el macrismo y el Frente de Todos», había «una preocupación mayoritaria en sacar a Macri y la solución para algunos fue votar la lista que encabezaba Alberto Fernández». «Hoy muchas de esas expectativas se frustraron y se ve un panorama electoral más abierto», opina.

Tanto Blanco como Burkhardt se encuentran muy ansioses porque el domingo votarán por primera vez y, a pesar de los análisis y pronósticos de encuestadores, periodistas y polítiques, «nosotros estamos tranquilos porque nos estamos organizando y una juventud organizada puede enfrentarse a cualquier oligarquía». «Los y las jóvenes sabemos claramente que el camino no es una candidata que opina que en Palermo se puede fumar porro y en la 21-24 no», apunta Blanco y remata: «Ellos que la sigan viendo desde su sillón».

Sin embargo, incluso para les militantes jóvenes fue un enorme desafío lograr interpelar a les pibis, luego de dos años en que los encuentros se vieron limitados y el contacto más cercano se dio a través de una pantalla. Desde el Comando de Juventudes del Frente de Todos, por ejemplo, la estrategia fue llevar adelante iniciativas como «La noche que queremos», una serie de encuentros nocturnos donde se realizaron presentaciones artísticas y se desarrollaron paneles de debate alrededor de distintos ejes que discuten les jóvenes hoy en día: ambientalismo, consumo responsable, empleo joven, educación, vivienda, entre otros. Las plazas y los parques fueron uno de los puntos de encuentro más utilizados por todos los frentes políticos. Pero también hubo quienes decidieron apostar de lleno, con mayor o menor éxito, por las redes sociales y explorar los nuevos formatos, especialmente TikTok.

En este sentido, el presidente del centro de estudiantes de la escuela Nuestra Señora de Fátima y militante de La Cámpora, Ayrton Blanco, se muestra bastante reticente y expresa: «No somos tiktokers, no somos instagramers ni twitteros, somos militantes y como militantes políticos lo que queremos es organizar a la juventud». Su compañera Julia, sin embargo, es un poco más permeable al uso de nuevas plataformas y redes sociales. Y si bien destaca que «lo más importante es el mensaje», no descarta que «está bueno acercarnos a otros medios y formas para poder hablar con les jóvenes en los códigos que usan ahora, que también tienen muchas cosas que están buenas para aprovechar».

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).