Protagonista por partida doble, María Eugenia Vidal cerró su campaña en la Ciudad de Buenos Aires y festejó su cumpleaños número 48 este miércoles al mediodía en el predio de La Rural junto a la plana mayor de Juntos por el Cambio, incluido el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, el senador Martín Lousteau y el ex presidente Mauricio Macri. Lejos de un clima festivo —hubo algunas pocas arengas a “la militancia” por el esfuerzo de la campaña y poco más—, los discursos tuvieron mayormente un tinte pesimista y de denuncia, un eje que cobró fuerza en boca de les candidates de la oposición en las últimas semanas, desde que instalaron el hashtag “#¡Basta!”.
“Hoy todo el país está de luto. Todo es angustia y dolor porque estamos viviendo un duelo. Duele que falte un padre, que falte una madre, un hermano, un amigo. Y faltan muchos, muchos que podrían estar y hoy no están”, arrancó Vidal. “Duele también sentir que uno se la pasa laburando y que nunca alcanza. Duele poner todo el esfuerzo y no lograr estar mejor. Duele que tus hijos no hayan podido ir a la escuela por tanto tiempo. Y, sobre todo, duele tener un Gobierno que te grita y te echa la culpa de lo que pasa. Un Gobierno que nos llamó estúpidos y miserables, y que nos dijo que prefería tener más pobres que muertos. Y hoy tenemos las dos cosas”, dijo.
“Vamos a decirles basta y a mostrarles que no pudieron con nosotros”, cerró, a tono con el resto de los discursos que la precedieron. Rodríguez Larreta, antes, optó también por confrontar. “Tenemos que decirle basta al kirchnerismo. Y para eso hay que votar a María Eugenia Vidal, para darle peleas a las mafias», sentenció. “En la educación, el trabajo y la economía las cosas se pueden hacer mejor. Nosotros lo demostramos en la Ciudad”, siguió el Jefe de Gobierno. Y arengó a la militancia: “La campaña no terminó y hay mucha gente indecisa. Todos tienen que ir a votar. Hay que decirle basta al kirchnerismo y frenarlo el domingo. Hay que convencer a los que faltan. Todavía podemos hacer la diferencia, pongámosle garra”. Antes de retirarse pidió un feliz cumpleaños para la candidata, que resonó bastante tibio.
El Jefe de Gobierno omitió hacer referencia al pedido de reforma laboral y de eliminación de la indemnización por despido que lanzó la noche anterior, algo muy parecido a un error inesperado sobre el filo del cierre de la campaña.
El encargado de abrir el acto fue el candidato que encabeza la boleta para legisladores porteños, Emmanuel Ferrario, ex funcionario de Vidal durante su paso por la gobernación bonaerense. También se ocupó de presentar a Macri, que apenas saludó y volvió a sentarse, como uno más del público. “Esta no es la vida que queremos”, dijo el candidato en forma de chicana respecto del eslogan del Frente de Todos y agregó que “la juventud no tiene esperanzas en este futuro que le plantean, por eso dice basta”. Habló, como todes, desde el centro de un escenario circular, alrededor del cual se disponían los invitados, todes sentades. La “hinchada”, que hizo sonar bombos y platillos, quedó en buena parte afuera del predio, bajo la lluvia.
Salvo por Macri, la palabra circuló de forma horizontal y casi todes tuvieron su turno. Hablaron los lilitos Paula Olivetto y Diego García Vilas, Bullrich, Lousteau y Roy Cortina, que tuvo un furcio bastante particular con la pronunciación del apellido de Martín Tetaz. El escudero de Vidal en la boleta y ex panelista de TN dijo que al Gobierno “le gusta el modelo de Venezuela” y dio una pequeña clase de economía: “Díganme un sólo caso en que el Banco Central sea independiente y haya la inflación que tenemos en Argentina y me voy a mi casa”, chicaneó. “Los datos son la Kryptonita del kirchnerismo, déjenme que a partir del 10 de diciembre los combata con datos desde la Cámara de Diputados”, agregó.
Bullrich fue la única en bancar la gestión de Cambiemos en la Rosada hasta 2019, incluso la única que no dudó en mencionar que aquel gobierno alguna vez sucedió. “Recordé nuestros cuatro años y la fuerza y la decisión que le puso Mauricio a la lucha contra el narco”, dijo en relación a los asesinatos que supuestamente tienen al narcotráfico como responsable en la ciudad santafesina de Rosario. “Este gobierno, tanto el nacional como el provincial, decidieron no seguir con esa lucha, la abandonaron, y los avances de convivencia en paz que habíamos logrado se perdieron. Antes se podía vivir sin pensar que uno le iban a tirotear la casa al otro día. Ahora todo está para atrás, se vive con miedo”, siguió. Fue el discurso más duro contra el Frente de Todos, como era previsible: Patricia fustigó la política educativa y económica de Alberto Fernández y pidió “sacarle la mayoría automática en el Senado a Cristina”. “Sólo así vamos a lograr gobernabilidad en el 2023, cuando volvamos a ser gobierno”, cerró.
Lousteau aprovechó su turno para exponer, siempre al filo de la disidencia interna. “Esta lista refleja un Juntos por el Cambio ampliado, que reafirma lo que se hizo bien y critica lo que se hizo mal. Un JxC en el que cada espacio tiene su lugar, hace su debate interno y un aporte al espacio colectivo. Un JxC que abrazó un método democrático de elección que son las PASO, en las que vamos en 17 provincias, para que la sociedad decida los liderazgos”, planteó el senador radical. También se ocupó de decir que el espacio “trajo gente que estaba por fuera de la política” para las listas, en obvia alusión a Facundo Manes, candidato al que apoya del otro lado de la General Paz, y en clara confrontación con el resto de los dirigentes que lo rodeaban esta tarde.
“Contenta de cumplir 20 tan acompañada”, bromeó Vidal, antes de despedirse.
