Volver a llenar las aulas

🏫 Por el momento no existen cifras oficiales actualizadas sobre abandono escolar en nuestro país. Sin embargo, en el primer semestre de 2021 hubo semanas en las que 9 de cada 10 estudiantes no asistían a las aulas. ¿Por qué tiene lugar este preocupante fenómeno?

El flamante ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, definió como una de las prioridades de su gestión «ir a buscar a los chicos uno por uno para recuperar la normalidad». Desde la cartera educativa son conscientes de que la pandemia y el agravamiento de la crisis económica incrementaron los índices de abandono escolar, lo cual durante buena parte del año pasado se caracterizó bajo el concepto de «desvinculación» -en un contexto de falta de acceso a los dispositivos tecnológicos por parte del alumnado para garantizar la virtualidad- y que hoy se hace mucho más evidente a partir del retorno inminente a los niveles de presencialidad pre-pandemia.

«La deserción escolar se inscribe en una situación de fragilidad y deterioro del sistema educativo previo a la pandemia», analizó en diálogo con El Grito del Sur Betania Oreja Cerruti, maestranda en Política y Gestión de la Educación que se desempeña además como investigadora en la Universidad Nacional de Luján (UNLu). La especialista se enfoca en el período pre-pandémico porque el abandono escolar ya era una de las principales problemáticas de la educación secundaria tanto para Argentina como para los demás países de América Latina y el Caribe. Según CIPPEC, se espera que la tasa de jóvenes fuera de la escuela a nivel regional ascienda a un 22%, valor similar al registrado en el año 2012. 

Por el momento no existen cifras oficiales actualizadas sobre abandono escolar en nuestro país. De acuerdo con la evaluación de continuidad pedagógica que el Ministerio de Educación hizo en junio de 2020, se detectaron 1,1 millones de alumnos y alumnas que se habían desvinculado de sus escuelas. Esto implicaba el 10% del total del alumnado que compone la matrícula de los niveles inicial, primario y secundario, pero el relevamiento dejó fuera la segunda mitad del año en la que siguió desarrollándose una virtualidad plena. Otras proyecciones, realizadas en forma separada por la Universidad Di Tella y Flacso, coinciden en hablar de una pérdida de 1,5 millones de alumnes, es decir, entre 13 y 15% menos en los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y secundaria) y en el superior no universitario. Más cerca en el tiempo, el 14 de septiembre pasado, el Gobierno anunció que 1.800.000 estudiantes presentaron dificultades ya sea por haber perdido contacto con la escuela o por haber discontinuado su proceso de aprendizaje durante la pandemia.

En cuanto a 2021, se registró que en el primer semestre hubo semanas en las que 9 de cada 10 estudiantes no asistían a las aulas. Entre los factores que propiciaron esta situación, aparecen razones de índole económico. «Recién el año que viene se van a poder tener datos más confiables y válidos respecto a la desconexión tanto virtual como presencial. En el nivel secundario, donde se plantea principalmente el abandono, hay una pérdida de sentido sobre lo que significa ir a la escuela y el tipo de acreditación que brinda. Las burbujas se fueron pinchando también por la falta de estudiantes y por eso empezaron a ajustarlas porque el ausentismo era muy alto. Hoy se está registrando que la principal causa del abandono tiene que ver con la changa o el trabajo precario con el fin de complementar los ingresos de las familias. Para contrarrestar esto, la mejora de la situación económica es fundamental«, expresó Oreja Cerutti. 

En ese sentido, cabe destacar que el Indec registró en marzo de este año -última medición disponible- que más de la mitad (57,7%) de las personas de entre 0 y 14 años son pobres. En la búsqueda de promover la reanudación de las trayectorias escolares, hace un año el Consejo Federal de Educación dio inicio al «Programa Acompañar: Puentes de Igualdad» con el objetivo de fortalecer el vínculo entre estudiantes y sus escuelas desde el territorio. En la Provincia de Buenos Aires, en tanto, se promovió el ATR+ para aquelles estudiantes que requieran afianzar y recuperar contenidos pendientes. Sin embargo, este tipo de iniciativas no fueron suficientes y resultaron deficitarias en varios aspectos. 

«Se necesita un financiamiento muy fuerte en becas y en dispositivos tecnológicos, porque si el Estado hubiera invertido lo necesario muchos de esos alumnos no se habrían perdido de esa manera. Claramente hace falta una inversión muy fuerte tanto en becas como en equipamiento e infraestructura escolar, donde la escuela aparezca como un espacio interesante para volver a estudiar. Si una escuela no tiene campo de deportes, laboratorio o sala de informática, se torna menos atractiva. Para compensar todo lo que se perdió en este tiempo, es fundamental un shock muy grande de financiamiento», concluyó la investigadora de la UNLu.

Mientras tanto, el Gobierno -a tono con los lineamientos del nuevo ministro Jaime Perczyk- insiste en buscar a los alumnos y las alumnas casa por casa. Ayer se lanzó el fondo federal «Volvé a la escuela», que estima invertir 5 mil millones de pesos para buscar estudiantes que abandonaron la institución escolar en pandemia y para ello se le darán los contenidos educativos faltantes de acuerdo a la realidad que viven.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.