«Consagrada»: retrato del deporte como un altar de sacrificio

🤸‍♀️ La obra de Florencia Micha y Gabriela Parigi debió agregar nuevas funciones por localidades agotadas. Un espectáculo capaz de hurgar en el corazón del individualismo sin relegar la cumbia.

¿Cuánto puede un cuerpo? Tendinitis, desgarros, escoliosis, dolor de muñecas. ¿Cuánto puede un cuerpo? Atracones, ayunos, pesajes, la última palabra la tiene la aguja cruel de la balanza. ¿Cuánto puede un cuerpo? Callarse la boca, engullir la bronca. ¿Cuánto puede un cuerpo? Cien flexiones más, mil abdominales, kilómetros de trote. ¿Cuánto puede un cuerpo? Una serie de trofeos y medallas acumulando polvo debajo de la cama. ¿Cuánto puede un cuerpo? El brillo del podio puede desvanecerse en un segundo y el olor del éxito rápido pasa rápido, como una foto perdida cuarteándose en un cajón, como un oasis tardío. 

De competir, exigirse, ganar y perder trata “Consagrada”, la obra dirigida por Florencia Micha e interpretada por Gabriela Parigi que se estrenó a comienzos de septiembre en El Galpón de Guevara. Con recorridos que van desde la gimnasia hasta la dramaturgia, las autoras se conocieron en “La Arena”, compañía de Gerardo Hochman donde comenzaron a trabajar juntas hasta el día de hoy, que dirigen Espacio Eureka, una formación profesional en circo contemporáneo. 

Entre cuestiones universales, recuerdos comunes y anécdotas infantiles, «Consagrada» cuestiona la oda al esfuerzo del deporte de alto rendimiento y sus consecuencias en la salud mental, especialmente sobre las infancias. Con herramientas del teatro físico y la danza, la obra ahonda en un tema que se hizo presente durante los últimos Juegos Olímpicos, luego de décadas de ser silenciado. “El podio, nuestro altar de sacrificio contemporáneo, será el lugar desde donde mirar con mejor perspectiva esos extremos que se tocan: el dolor y la belleza, el deporte y la enfermedad, la culpa y el placer, los triunfos y los fracasos”, describen las autoras. 

Luego de agregar nuevas funciones por localidades agotadas, Gabriela Parigi habló con El Grito del Sur sobre el espectáculo capaz de hurgar en el patetismo individualista sin relegar la cumbia.

Hiciste gimnasia artística de chica. ¿Cuánto de tu historia tiene la obra?

Yo entrené gimnasia artística entre los 4 y los 19 años, incluso representé a nuestro país en diferentes competencias. Si bien la obra no pretende ser un biodrama, sino al contrario, hay un montón de recuerdos que nacen de experiencias propias o de gente cercana. Para darte un ejemplo, la malla que yo uso en escena es la misma con la que entrenaba, los trofeos que se ven son mis trofeos, las medallas también. Si bien conseguimos algunas cosas, la mayoría de los objetos que aparecen en escena son nuestros, de hecho el cajón que se ve es el mismo con el que entrenaba. 

Justamente los objetos tienen un rol primigenio en la obra. ¿Cómo fue que tomaron esa decisión?

Nosotras elegimos darle más énfasis a los objetos, a la escenografía. La idea es que evoquen cosas, que construyan mundos. Yo realmente llevaba años juntando los premios que había ganado abajo de la cama. También tenía, por ejemplo, el bastón de mi abuela, que aparece en la primera escena, porque me interesaba trabajar con la idea de lo roto, las lesiones, lo deforme. 

Si bien se centran en el deporte de alto rendimiento, la obra habla de cosas universales como la necesidad de triunfar, el sacrificio, la lógica de “ser alguien en la vida”.

Sí, de hecho al principio no pensamos en hablar desde la gimnasia. Yo hace mucho tiempo que vengo cuestionando cosas relativas a la meritocracia, los sacrificios, la exigencia, las frases como “el deporte es salud”. En el deporte la lógica del podio está avalada y no me refiero solo al podio literal, sino a la necesidad de sobresalir incluso a costa de los demás. Estas cosas las veníamos charlando con Flor y durante el proceso asumimos que queríamos hablar desde ese espacio. 

Estas características atraviesan toda la sociedad, pero tienen mayor impacto en las mujeres y feminidades. ¿Pensaron la obra en clave de género?

Por supuesto. Incluso en el mundo de la gimnasia no es el mismo trato que tienen las nenas con un entrenador varón que con una mujer, todo está atravesado por el mismo sistema patriarcal. Creo que el debate sobre la salud mental y el deporte también tiene que ver con que la ola verde llegó para cuestionar todos los recovecos, incluso los lugares más estructurados por estas lógicas. En el deporte de alto rendimiento, ya partiendo de la base de que hay una sola medalla de oro, la competencia es el parámetro con el que se construye todo.

Por eso fue tan importante la renuncia de Simone Biles en los Juegos Olímpicos, algo que viene muy en consonancia con lo que cuenta la obra.

Lo que hizo Simone Biles es admirable, es un acto de revolucionario porque pudo nombrar aquello que estaba reprimido y naturalizado. Como artista y docente considero que esa es la responsabilidad que hay que asumir cuando estás en un lugar de poder. Ahora, hay una doble vara, porque ella pudo hablar después de haber ganado un montón de campeonatos, hay muches otres chiques sufriendo lo mismo que nunca tuvieron el espacio para decirlo, o lo dicen y no son escuchades. Además, en el deporte no es lo mismo si naciste en un país pobre que si tuviste un entorno que te permitió entrenar. Entonces, en el fondo, ¿quién llega a competir? ¿El mejor o el que tuvo acceso a ciertas posibilidades? Hay muchas cuestiones que cuando te pones a rascar un poquito no son tan sencillas y por eso las premiaciones no tienen sentido. 

¿Por qué decidieron que sea unipersonal?

Yo siempre trabajé en manada, este es mi primer unipersonal, así que fue un poco un desafío personal. Pienso que era inevitable que habite yo sola ese mundo con los diferentes personajes, registros, técnicas, toda la paleta de emociones puesta en funcionamiento. Igualmente en “Consagrada” somos un equipo de 12 personas. Entre los objetos, las mutaciones, las voces en off y otros elementos lo último que me pasa es sentirme sola, por más que en el escenario esté únicamente yo. 

Podés ver “Consagrada” los domingos a las 19:00 hs hasta el 03/10/2021

y los lunes 04, 18 y 25 de octubre a las 21.00 hs.

El Galpón de Guevara, Guevara 326. Entradas por Alternativa Teatral

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios