Cada uno en su cuadrado y un león que fue cordero

🗣️ Vidal, Santoro, Milei y Bregman se enfrentaron en el primer debate porteño. El análisis del uno por uno, ganadores y perdedores de la jornada.

Entre gritos, cruces y chicanas, con público en vivo y unas pocas perlitas, en escenografía especial y conducido por los eternos Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano, este miércoles a la noche se desarrolló el primer debate entre candidates porteñes a la Cámara de Diputados. La velada se transmitió por TN y contó con la presencia de María Eugenia Vidal, Leandro Santoro, Javier Milei y Myriam Bregman y si bien no dejó un ganador nato, hubo un gran derrotado. Pero vamos con el uno por uno.

María Eugenia Vidal: La leona herbívora. La ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires llegó al piso para refrendar su triunfo en las primarias. Estuvo acompañada por Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, y por sus compañeros de lista Ricardo López Murphy y Martín Tetaz. Se mostró sólida en sus argumentos y apostó a los dos ejes de campaña de Juntos: la idea-fuerza del «basta» y la posibilidad de sumar un gran bloque de diputados que pueda ponerle un freno al kirchnerismo en el Congreso. Enfatizó en la «buena gestión» de la Ciudad de Buenos Aires, contrastó principalmente con Santoro e intentó mostrarse centrada y relajada para diferenciarse de Milei, en un intento de transmitir racionalidad y capacidad frente a un posible escape de votos por derecha. Resistió embates por ambos flancos, pero logró salir airosa y correcta. Se anotó un punto refutando la afirmación de Santoro sobre la presidencia de la Cámara de Diputados durante su gobernación aunque mostró su flanco más débil al responder sobre la deuda externa y el espionaje macrista. Pegó fuerte con las clases presenciales, la foto de Olivos, la coparticipación y la inseguridad, así como reivindicó los 9 millones de votos obtenidos en las PASO. Entera a pesar de los golpes, Vidal salió ganando.

Leandro Santoro: Sólido y correcto, fue de menor a mayor. Comenzó atado al guión y con el paso del tiempo se fue soltando en un formato que le sentó cómodo. Habiendo dejado atrás la línea de «la vida que queremos», el candidato del Frente de Todos se dedicó a hacer oposición, señalando las deudas del gobierno de Larreta y enfatizando en la herencia de la gestión de Mauricio Macri. Su punto fuerte fue el cruce mano a mano con Vidal en las preguntas, donde la pinchó por las causas de espionaje y logró esquivar con altura la referencia al tweet de Aníbal Fernández y su cruce con Nik. Santoro eligió contrastar con Vidal y evitar los encontronazos con Javier Milei. En distintos pasajes del debate hizo mención a sus acompañantes: la madre del policía desaparecido Arshak Karhanyan, una vecina de la Villa 31 y un enfermero del Ramos Mejía, estratagema utilizado para introducir con rostro humano los temas que más trabaja el Frente de Todos en la Ciudad. Sereno y sobrio, salió bien parado y cerró apostando por la línea de lo «colectivo por sobre lo individual».

Javier Milei: La gran decepción de la noche. Un león transformado en cordero, que se calzó el traje institucional y le bajó el tono a sus gritos. Su característica locuacidad dijo ausente para darle pie a ciertos tartamudeos que no lo favorecieron. Insistió en el discurso de la «casta», citó a numerosos autores liberales extranjeros, estructuró su discurso en torno a referencias económicas incomprobables y violó constantemente las reglas del debate. Se trenzó con Myriam Bregman y salió perdiendo: cobró con el tema del aborto y por su vínculo laboral con el genocida Bussi. Desaprovechó su pregunta para realizar una exposición «anti-casta» y se ganó el bloqueo de su micrófono cuando comenzó a elevar el tono e interrumpir a sus oponentes. Un showman sin show.

Myriam Bregman: Cómoda y desestructurada como troska en asamblea. La candidata de la izquierda llegó vestida con saco verde y saludando con el puño en alto. Habló de la crisis económica y le pegó al macrismo y al peronismo por la mala situación del país. Enfatizó en el triunfo que significó el aborto, en la defensa de les trabajadores y se cruzó con Leandro Santoro por su defensa de las pistolas Taser. Pero su punto más álgido lo tuvo en el intercambio con el liberal Javier Milei: en un contrapunto digno de una asamblea de la Facultad de Ciencias Sociales, ambos se cruzaron por formas y contenidos. Desde la composición del salario hasta las teorías del valor, pasando por las acusaciones contra Milei por sus vínculos con la dictadura y unos eternos minutos de gritos entre ambos que parecían competir por capitalizar los tiempos de los intercambios libres. Bregman aprovechó sus minutos de intercambio directo para polarizar con Milei y criticó la gestión de Macri y Vidal. Salió sonriente y se negó a saludar al candidato de la extrema derecha, a quien le colgó un buen apodo: «catador de falacias».

En conclusión, nadie se corrió de su marco discursivo ni logró incomodar a sus oponentes. Bregman terminó mejor, Vidal y Santoro salieron bien parados y Milei (que venía con muchas fichas puestas en la previa) decepcionó con su traje institucional nuevo. Veremos qué pasa la semana que viene cuando se replique el formato pero con les candidates del otro lado de la General Paz.

Compartí

Comentarios

Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.