“El peronismo siempre regala buenos personajes para ficcionalizar”

📚 “Perón Vuelve”, antología de reciente publicación, reúne catorce cuentos de autores clásicos y contemporáneos que expanden las fronteras de la literatura sobre el peronismo. El Grito del Sur entrevistó a los compiladores Gabriela Franco y Sergio Olguín.

Omnipresente, el peronismo celebró 76 años desde su irrupción en la política nacional. Las historias a su alrededor, en tantos años, pueden ser infinitas y todas reúnen elementos que aseguran atractivo: lealtad, traición, odio, rencor, amor o decepción, son solo algunas de las emociones que despierta y sobre las que, en muchos casos, se dice actuar. “El hecho maldito del país burgués” se ha transformado en algo inherente a nuestra cotidianeidad en este suelo, en el siglo XXI.

Muchas son las fechas que han marcado la historia de este movimiento y, con ello, la historia del país. Decir 17 de octubre, 16 de junio, 16 de septiembre, 20 de junio o 1° de julio, corresponde a mencionar un suceso detrás, un evento, algo grande, que transforma desde lo individual a lo colectivo. Como un parteaguas, el peronismo atraviesa todos los ámbitos de la sociedad y la literatura se presenta como otro campo de batalla, creando historias, imaginando posibilidades y acontecimientos u otorgando representaciones sociales y culturales en función o en contra de estereotipos e imaginarios. A partir de allí surgen los relatos de Perón Vuelve (Tusquets, 2021), una antología compilada por el escritor Sergio Olguín y la editora y poeta Gabriela Franco, que articula textos clásicos como “Cabecita negra” y “Evita vive”, con inéditos de importantes autoras contemporáneas.

Abelardo Castillo, Nestor Perlongher, Germán Rozenmacher, Ricardo Piglia, Tomas Eloy Martínez, Osvaldo Soriano, José Pablo Feinmann y las más recientes Eugenia Almeida, Ángela Pradelli, Mariana Dimópulos, Inés Garland, Ana María Shua y Alejandra Laurencich, ofrecen desde la ficción historias que cuentan al peronismo desde adentro y desde la periferia. Sus grandes episodios pero también su presencia en lo cotidiano.

Dos hermanos, obreros, que participan de un levantamiento militar en 1956 a favor de Perón; vecinos de un edificio de clase alta que reaccionan ante una pintada que aparece en el hall, “vamos a volver”; Ezeiza, el día del regreso, y una historia de amor y militancia; la tediosa tarea de explicar el peronismo a un extranjero; un reencuentro de compañeros que se ponen a recordar a los que fueron “boleta”; un colimba que recibe la orden de reprimir y apunta al cielo; una nena que envía una carta a Eva para entrar a una escuela; un engaño y una infiltración organizada desde la Federación Universitaria en 1955. El conjunto de estos relatos amplía la visión sobre el peronismo, sus múltiples facetas y contradicciones, dando cuenta de que su persistencia no solo es un hecho político sino también cultural.

¿Cómo les resultó este trabajo de selección?

 Sergio Olguín: Hacer una antología es, ante todo, hacer una lectura sobre un corpus literario, lo que implica elegir, descartar, organizar un material. Al corpus de cuentos ya escritos sobre el peronismo se agregó la posibilidad de convocar a escritoras para que participaran escribiendo un cuento sobre el tema. En los dos casos, trabajar con Gabriela, que es también la editora de casi todos mis libros, es siempre una alegría y un intercambio enriquecedor. No nos costó coincidir en los textos seleccionados y en las autoras convocadas. Eso, sin duda, facilitó que nos sintamos muy identificados con el resultado final de la antología. Es el libro que los dos y cada uno de los dos queríamos hacer.

Gabriela Franco: La experiencia fue muy rica porque implicó un trabajo intenso de lecturas e intercambio de ideas y propuestas con Sergio hasta llegar a esta selección. Y en ese trabajo contamos con Paola Lucantis, la editora de Tusquets, que desde un primer momento apoyó el proyecto.

¿Cuál fue el disparador para la antología? ¿Y cuáles los ejes sobre los que trabajaron?

 GF: Esta antología tuvo una primera versión publicada por Editorial Norma hace más de veinte años. En esa ocasión, el disparador fue la evidencia de que el fenómeno del peronismo ha constituido un núcleo de interés muy productivo para la literatura argentina y que existía una serie de cuentos formidables que daban cuenta de ello. Ahora quisimos retomar ese proyecto con una nueva mirada. Mantuvimos el criterio de restringirnos al género cuento y privilegiar el valor literario, abierto a estéticas e ideologías diversas.

¿Cuál dirían que puede ser la contracara de la representación del peronismo como «el monstruo», expresada por otros autores? ¿Qué visión expresa en conjunto esta antología?

SO: La idea de un peronismo como una “sombra terrible” sobre la sociedad parece más un programa literario de los años ‘50 y ‘60 (el cuento que escribieron Borges y Bioy, la ficción de Beatriz Guido). La mayoría de los autores, muchos de los que están en este libro, ha preferido utilizar el peronismo con una carga dramática o histórica que se aleja de ese lugar simplista y prejuicioso. La contracara sería justamente eso: desprenderse de los prejuicios para comprender la complejidad de un fenómeno político y social con aristas muy distintas: felicidad, esperanza, resignación, tragedia.

La selección de autores es muy diversa en cuanto a las épocas que se abordan y las épocas en que fueron escritos los cuentos. ¿Qué contrapuntos o aspectos a resaltar —en las temáticas, en la escritura— encuentran entre escritores como Castillo, Eloy Martínez, Piglia, Soriano y las actuales Dimópulos, Almeida, Cross, Garland, etc.?

SO: Los cuentos más clásicos participan más de la discusión política de su época. Fueron escritos en el fragor de la discusión de un tiempo en el que los intelectuales se peronizaban, o mantenían una actitud crítica desde cierta mirada de izquierda refractaria al peronismo. El cuento más “actual” de los clásicos, el de José Pablo Feinmann, escrito en los 90, recoge el guante de la discusión generacional desde la propia militancia del autor. En cambio los relatos actuales, de las escritoras convocadas especialmente para el libro, tienen una mirada menos comprometida con la discusión política. Como si ya se pudiera hablar del peronismo de manera no polémica, como un fenómeno social que nos atraviesa, queramos o no. Eso no le quita un ápice a la mirada crítica y apasionada sobre los hechos que se narran. Todos los cuentos del libro también responden al universo literario de cada uno de los escritores. Se vinculan entre sí por el tema, pero a su vez tienen un fuerte vínculo con la propia obra de cada uno de ellos. Desde la mirada paranoica de la realidad, tan afín a la obra de Piglia, al entramado intimista de Garland, siempre presente en sus cuentos y novelas, pasando por la desmesura y la provocación de Perlongher que uno puede también encontrar en su poesía y en sus ensayos. Cada relato es parte de esos universos propios.

Mientras que los cuentos que ya habían sido publicados son de escritores en su mayoría fallecidos (a excepción de Feinmann), los inéditos quedaron en manos de escritoras contemporáneas. ¿Esta distinción fue buscada? ¿Por qué? Si obedece a dotar de perspectiva de género la antología, ¿por qué no acudir a escritoras que hayan abordado el peronismo en el pasado?

GF: La primera versión incluía doce cuentos que se habían escrito sobre el tema del peronismo hasta el momento. Si bien hay grandes escritoras que abordaron el tema, como Luisa Valenzuela, Liliana Heker o Alicia Dujovne Ortiz, no lo hicieron en el género cuento. Para esta nueva edición, decidimos entonces conservar algunos relatos y sumar la mirada de siete escritoras que aceptaron el desafío de escribir un relato para esta antología. Más allá de esta explicación, sin duda algo cambió para bien en estos tiempos: ya no parece posible publicar una antología sin escritoras.

En algunos de los cuentos están muy marcados los vínculos familiares en torno al tema Peronismo (Soriano, Castillo, Pradelli —hermoso, me encantó—, Shua). ¿Es ese un componente que les resultó atractivo para la selección? ¿Puede ser lo familiar una manera desde donde explicar al peronismo?

 GF: No fue algo consciente en el momento de la selección. Pero es posible que lo familiar sea un ámbito propicio para narrar cómo la Historia -con mayúscula- atraviesa y condiciona la historia individual y cotidiana.

 ¿Qué sucesos de la historia reciente del peronismo imaginan que puede abordar la literatura por venir?

 SO: Las posibilidades son muchas y variadas. Pero un camino posible narrativo que hable del peronismo (más precisamente del kirchnerismo) en estos años es la incorporación de temas más vinculados con cuestiones de género, la aparición de sujetos sociales que habían sido marginados socialmente y no muy tenidos en cuenta en la narrativa argentina, como son las personas trans y no binarias. Pero también uno puede imaginar la recreación ficcional de un Guillermo Moreno que comienza poniendo un revólver en la mesa de las negociaciones con empresarios para terminar instalando una panchería asociado con un militar. Lo bueno del peronismo es que siempre regala buenos personajes para ficcionalizar.

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