Soy Jonatan Baldiviezo. Vengo en representación del Observatorio del Derecho a la Ciudad y de la Campaña por una Costanera Verde y Pública.
Escuchamos recién argumentos para justificar este delirio urbanístico. Por ejemplo, que para recuperar la costanera tenemos que ampliar el concepto de espacio público para habilitar la mixtura de usos, que las torres ayudarán a integrar la zona a la ciudad, que tenemos que reivindicar Puerto Madero, que la historia de la ciudad justifica este proyecto, etc.
Pero en el fondo, la aprobación de este nuevo barrio suntuoso tiene por principal objetivo garantizar al Jefe de Gobierno el financiamiento de su campaña presidencial en el 2023 y de que IRSA pueda cubrir los 700 millones de dólares que debe en Israel.
A cambio, con este convenio urbanístico, decidieron sacrificar uno de los pocos Humedales que tiene la ciudad. Y poner en grave peligro a la Reserva Ecológica.
Rodríguez Larreta, en su calidad de jefe de gobierno que firmó este convenio y los bloques legislativos que lo aprobaron, decidió romper todo vínculo de representación de la voluntad ciudadana.
Hace 30 años que frente a todo gobierno la comunidad porteña sostiene su derecho a recuperar la totalidad de la Costanera. No es para nada menor que de las pocas normas concretas de planificación que tiene la Constitución surja el deber del gobierno de no privatizar la Costanera y de recuperar los sectores privatizados para el uso común. Por eso, este proyecto es uno de los mayores fraudes a la democracia participativa y ambiental, y a la identidad porteña.
De aprobarse, será la consolidación del mayor despojo de tierras públicas de la historia de la ciudad. 71 manzanas que perdimos sin recibir absolutamente nada a cambio.
Estamos viviendo una gravedad institucional inédita desde la vuelta a la democracia.
- La Justicia declaró recientemente inconstitucional por no respetar el proceso de sanción de leyes la venta de 86 hectáreas de tierras públicas, entre ellas, los predios del ex Mercado de Hacienda.
- También declaró la inconstitucionalidad de la venta de las 17 hectáreas del predio de Costa Salguero.
Y aun así, en el tratamiento vip de este proyecto volvieron a acumular severas ilegalidades.
- Firmaron el convenio urbanístico sin los estudios y sin las instancias participativas previas.
- Votaron la primera lectura con mayorías inferiores a las que exige la Constitución.
- Tenemos derecho a ejercer la participación en la audiencia pública de forma informada. Para ello deberíamos haber tenido acceso a los estudios que exige el Plan Urbano Ambiental y que no están. Quieren que analicemos un barrio entero de la ciudad en plena costanera y al lado de la Reserva con un informe técnico de 18 páginas.
Una verdadera impunidad.
En los hechos estamos frente a una monarquía inmobiliaria financiera que quebranta la Constitución, los principios democráticos y republicanos para adecuarla a los tiempos y las formas de la caja política y los intereses electorales.
Repito para que tomemos conciencia.
Estamos inmerso en un plan sistemático de saqueo de lo público.
Si no organizamos la resistencia ciudadana, vamos a perder de forma definitiva toda la Costanera.
La ciudad será fracturada en una ciudad ribereña para los sectores concentrados de la economía y en una ciudad mediterránea agobiada de los problemas urbanos que se profundizan.
La ciudad no necesita un nuevo Puerto Madero.
De la venta de las más de cien hectáreas de Puerto Madero, ni un peso salió del barrio para el resto de la ciudad.
Autorizar estos emprendimientos con la esperanza de recibir algo de dólares para fines sociales es un error supino, ya que las compensaciones solo servirán para retroalimentar la especulación inmobiliaria en el propio proyecto de Costa Urbana o en el área central de la ciudad.
No queremos Torres en la Costanera
- Queremos y necesitamos más reservas ecológicas, más verde, recuperar la Costanera y el río para todos los habitantes de la metrópolis de Buenos Aires.
- Necesitamos que la planificación no se categorice como buena o mala según cuantos dólares ganan las desarrolladoras inmobiliarias o según cuánto incrementa el valor del suelo.
- Necesitamos que la planificación responda al amor que tenemos por nuestra ciudad, a su historia, a su patrimonio natural y cultural.
- Que responda al amor que tenemos por nuestra niñez que crece sin una cultura ribereña. Que crece sin poder tocar el agua del río más ancho del mundo.
- Necesitamos no resignarnos y creer que este gran movimiento ciudadano urbano que venimos forjando mancomunadamente entre cientos de asambleas va a lograr que recuperemos la soberanía sobre nuestra ciudad
No olvidemos.
La ciudad somos quienes la habitamos.
