Sin sorpresas, bien coucheados y guionados

🗣️ Previsible y sin grandes momentos, se realizó el segundo debate televisivo, esta vez entre los candidatos de Provincia de Buenos Aires. El uno a uno de los principales protagonistas.

Sin sorpresas, bien coucheados y guionados. Así se dio el debate entre candidatos a diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires que se realizó este miércoles en los estudios de TN. En el marco del programa «A dos voces» volvieron a encontrarse los principales referentes de las fuerzas políticas que pugnan por entrar al Congreso, solo que esta vez fueron los del otro lado de la General Paz los que intercambiaron ideas y propuestas. El encuentro, si bien menos intenso que la jornada inicial, dejó sus perlitas y momentos épicos: el cruce entre Del Caño y Espert, las acusaciones de Tolosa Paz contra Santilli por su exceso de porteñidad y el incómodo lugar de Florencio Randazzo, sin confrontar y argumentando en torno a sus propuestas de campaña. Pero vamos con el uno por uno, como pide la tribuna.

Diego Santilli: El «Colo» fue ejemplo del coucheo. No se corrió del guión, apostó a confrontar únicamente con Tolosa Paz, no hizo mención a Alberto Fernández ni a Cristina Kirchner y cargó sus cañones contra la gestión de la pandemia. La apertura de las aulas fue su principal caballito de batalla en el segmento de educación. En un intento por contener el voto de derecha frente a Hotton y Espert, pidió por el endurecimiento de las penas y señaló que «en Provincia de Buenos Aires se vive con miedo». Además exigió cambiar el Código Penal Procesal y coincidió con Tolosa Paz en la necesidad de presentar una ley de Empleo Joven. Correcto, atado al guión e intentando contener su voto, salió bien parado pero no ganó nada.

Victoria Tolosa Paz: Prolija y sólida. Tuvo un problema con el maquillaje y las luces que afectó su capacidad de mirar a cámara (grave error del equipo de asesores). En el debate señaló la herencia dejada por la gestión de la exgobernadora Vidal y el expresidente Mauricio Macri: «Vidal se escapó de la Provincia y por eso ahora está Santilli». Tolosa cargó contra el alfil de Larreta por su excesiva porteñidad, le espetó que no conoce la Provincia y lo acusó de defender los intereses de los porteños en detrimento de los bonaerenses. «Santilli va a estar donde Larreta le diga». Tolosa enfatizó en la salida de una doble crisis (la pandemia y el macrismo), defendió el rol del Estado y llamó a quienes no participaron en las PASO a que se acerquen a votar, una de las principales apuestas del Frente de Todos para remontar en noviembre. Aprobada sin descollar, se cruzó fuerte con Santilli en el mano a mano, pasó la prueba y refrendó su carácter de gran oradora.

Florencio Randazzo: Floro estuvo de florero. Más nervioso y ecléctico que el resto de sus adversarios, intentó diferenciarse de sus competidores con una batería de propuestas de ley y proyectos para la Provincia. Se presentó como un «fanático de la gestión» y como integrante de una fuerza nueva. Padeció la amnesia selectiva de haber participado del gobierno kirchnerista al momento de criticar las gestiones anteriores. Se sumó al discurso punitivista y de mano dura de Santilli, Hotton y Espert. Cargó contra la inflación, la inseguridad y enfatizó en la necesidad de generar trabajo. Evitó cruzarse con el resto de los candidatos y titubeó en muchos pasajes del debate. El peorcito del evento.

Nicolás Del Caño: Comenzó bien arriba señalando que el Frente de Izquierda fue la tercera fuerza a nivel nacional y provincial. Sacudió al peronismo y al macrismo por su intento de pagar la deuda con el FMI y enfatizó en la necesidad de reducir la jornada laboral. «Frente al FMI no hay grieta», señaló. Defendió la ESI frente a los ataques de Espert y Hotton y sostuvo un caluroso debate geopolítico con el candidato liberal, donde se cruzaron desde Venezuela y Cuba hasta Chile, Colombia y los Estados Unidos. Menos virtuoso discursivamente que su compañera porteña, Del Caño apuntó a consolidar su representación y tratar de captar un voto antisistema que se disputa con la extrema derecha.

José Luis Espert: Histriónico y locuaz, el único que se corrió un poco de las formas establecidas. Eso sí, de liberal muy poco, apenas la pose. Cargó contra la Educación Sexual Integral, pidió endurecimiento de penas para delincuentes y llegó a exigir una baja de la edad de imputabilidad hasta los doce años. Niñes que no terminaron la primaria, pero que podrían pisar un penal. Intentó mostrarse como un outsider antigrieta, pidió representación liberal en el Parlamento y atacó a Tolosa Paz señalando que decía «estupideces» en materia económica. Se cruzó con Del Caño en un choque de extremos y en un acto poco atinado, le entregó una copia de su plan económico a cada uno de los candidatos. Aquí falló el coucheo: en ningún debate se busca hablarle al oponente sino a los espectadores.

Cynthia Hotton: A Dios le pido. La candidata evangélica, antiaborto y de derecha superó las PASO por un pelito y se ganó su atril en el debate. Con un pin evangélico del característico pescadito, se presentó como mamá, mujer de fe y creyente en Dios. Habló de valores cristianos universales y buscó representar apenas lo necesario: cristianos, conservadores y «pro-vidas». Reforzó el fuerte discurso punitivista, cargó contra la «zaffaronización» de la Justicia y criticó al «cáncer de la corrupción». Dios nos libre de la ultraderecha evangélica.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.