Solo diez días nos separan de las elecciones generales. Este 14 de noviembre, 34.332.992 millones de argentines están convocades a las urnas para renovar 127 bancas de la Cámara de Diputados (menos de la mitad del total) y 24 del Senado (un tercio de la cámara alta). La disputa es desigual y el resultado de las PASO condiciona: el 53% de las bancas en juego en Diputados pertenece a Juntos y solo el 42% al Frente de Todos. Sin embargo, los resultados de septiembre, el alto ausentismo electoral y una economía golpeada que crece en la macro pero en los bolsillos no da señales claras de recuperación, configuran un escenario poco amigable para el oficialismo.
Nuevamente, la gran mayoría de las miradas estarán puestas en la estratégica Provincia de Buenos Aires, aunque la llegada de Juan Manzur al gabinete nacional y la territorialización de la campaña también expresan la ambición del Frente de Todos de recortar distancias en provincias clave como La Pampa o Entre Ríos, mirando la composición del Senado pero también la correlación interna de fuerzas del peronismo en estos distritos.
Para analizar la situación electoral, El Grito del Sur se contactó con el analista y consultor Artemio López. Con la mirada puesta en la posibilidad de que el Frente de Todos reduzca márgenes en la Provincia de Buenos Aires y luego de su apuesta por concentrar esfuerzos en la primera y la séptima sección, López explicó: «Nosotros tenemos un empate técnico en Provincia de Buenos Aires. La última medición de esta semana nos da 40 a 38 a favor de Juntos, pero con un margen de error de 2,6%. Por lo tanto, al ser más chica la diferencia que el margen de error, podés afirmar que efectivamente hay una situación de empate técnico, aunque efectivamente queda un 10% de indecisos».
El ausentismo es una constante que atravesó los análisis del oficialismo. En los distritos más pobres del conurbano fue donde más gente faltó a votar. «El FdT perdió 2 millones y medio de votos respecto a las PASO de 2019, mientras que Juntos perdió solo medio millón. O sea que el techo del FdT es cinco veces más alto para crecer», señaló López y destacó: «hoy hay una situación de paridad y el Frente de Todos está recuperando votos». La hipótesis que manejan en sectores del oficialismo es que en las generales vota más gente y confían en activar la posibilidad de un voto útil para evitar el regreso del macrismo.
«Hay mejoras en términos de ingreso y empleo tanto como de perspectiva. Hay un poco más de músculo en términos de ingreso vía paritarias y el Gobierno parece haber acertado en el diagnóstico de que fue el mercado doméstico y la falta de ingresos lo que efectivamente produjo el resultado de las PASO», agrega López. Mientras tanto, las preocupaciones a nivel local se condensan en el bolsillo. Con una inflación interanual que supera el 50% y un crecimiento macroeconómico que no impacta en la cotidianidad de la clase trabajadora. «Tiene que haber una política económica bien contundente, que muestre el cambio de rumbo con respecto al rumbo errático que, por la pandemia o lo que fuere, mostró el primer tramo del gobierno de Fernández», explicó López.
El regreso de Macri es otro de los factores que ilusionan a la dirigencia del Frente de Todos. Su centralidad en la escena mediática a partir de su paso por los Tribunales de Dolores, acompañado de las declaraciones fallidas de los últimas días y su encuentro con Javier Milei, vuelven a poner en el centro de la escena al expresidente y hacen aflorar el recuerdo aún vigente de su último mandato. «Esto ha activado la memoria reciente de la gestión macrista y agrega la posibilidad de una recuperación electoral por parte del Frente de Todos», sentenció el analista.
