Una formación en desuso de la Línea A de subte descarriló en la madrugada de este miércoles durante un procedimiento de rutina en la rampa de la estación Primera Junta y chocó de frente con otro coche, a unos 60 km/h. Al menos cinco trabajadores resultaron heridos y tuvieron que ser internados -fuera de gravedad- en la clínica Fitz Roy.
Según el relato de les delegades, el accidente se produjo cuando uno de los vagones se desprendió de la formación y empezó a descender por la rampa a toda velocidad sin detenerse, lo que provocó el choque. Cuando la formación alcanzó los 60km/h, varios de los trabajadores saltaron, lo que les provocó heridas de distinta gravedad en el rostro y las manos, por la caída.
De acuerdo a información que pudo recabar este medio, el origen del accidente estuvo en la falta de mantenimiento de las vías. Les trabajadores vienen denunciando la falla específica que provocó el accidente desde hace cinco años, sin que Metrovías, la empresa concesionaria, lo restaurara.
La formación que se desprendió es conocida como La Brugeoise, los más antiguos, hoy utilizados para paseos turísticos por el Gobierno porteño. De hecho, fueron utilizados como “paseo” durante la Noche de los Museos, este fin de semana. Algunas de esas formaciones fueron puestas fuera de servicio por contener asbesto, un químico que se comprobó como cancerígeno. Metrovías (Grupo Roggio), la empresa concesionaria, debería haberlos desechado hace tiempo.
En ese sentido, la Asociación gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) creó recientemente una página web para denunciar la presencia de asbesto en sus lugares de trabajo y de circulación de usuarios y usuarias. Según el mapa que desarrollaron, ese material cancerígeno se desparrama por casi todos los puntos de la Línea E, y en varias de la B y la C.
El Grupo Roggio, retratado en los Pandora Papers, lleva ejecutado este año apenas un 26 por ciento del presupuesto asignado para las obras del subte, donde se incluye el mantenimiento.
