La fuga de cerebros migrantes en Argentina

🧐 A los 21 mil haitianos que ingresaron al país entre 2015 y 2019, muchos de ellos con estudios universitarios, alrededor del 90% dejó la Argentina para irse a otros países vecinos. Los riesgos y pérdidas de la migración internacional de personas altamente calificadas.

Para poder reflexionar sobre la causa de la fuga de migrantes calificados en Argentina durante esta última década, es menester tomar una muestra. La migración haitiana ha sido elegida debido a su génesis y perfil estudiantil (desde 1962 hasta hoy en día). 

El abandono de la Argentina por parte de los migrantes haitianos hacia otros países como Estados Unidos y México es una pérdida para el Estado argentino y que merece ser entendida como una «fuga de cerebros», ya que el respeto de los derechos a la salud, a la educación y al seguro social son obviamente inalienables a estos migrantes, pero, en paralelo, son una inversión que el Estado argentino habría podido capitalizar porque ellos son parte de los recursos humanos de la Nación también. 

El análisis de los datos relacionados al perfil, la característica y la dificultad del colectivo haitiano en Argentina y la muestra de los que viven principalmente en Buenos Aires entre 2014 y 2020, demuestra que la fuga de cerebros migrantes altamente calificados de la Argentina para otros países, es producto de las mismas condiciones o situaciones de precariedad o insatisfacción que produjo la migración primaria en sus países de origen y es de igual consecuencia: pérdida para el país de capital humano. 

En las investigaciones realizadas durante el año 2020 (ENMA) se perfila como una comunidad afrodescendiente (78%) donde la mayoría de sus integrantes tiene entre 2 y 5 años aquí (60%), son muy jóvenes -entre 18 y 34 años (85%), la mayoría cuenta con estudios universitarios (38%) y otros estudios (18%)-. Ellos migran mayormente por motivos de estudios (83%) y económicos (46%). Después de haber llegado a Argentina, eran pocos los que tenían definido sus planes de emigrar a otro país (5%). Sin embargo, la mayoría no puede obtener documentos (71%), no puede encontrar un trabajo formal (62%), no puede alquilar sin dificultad (87%), tampoco tenía seguros sociales a pesar de sus condiciones precarias (53%). Durante la pandemia se empeoraron sus condiciones; por lo tanto, muchos no podían acceder al IFE (92%) ni seguir estudiando (44%). 

El 14% de estos jóvenes varones (59%) y mujeres (41%) han dejado Haití a causa de violencia o discriminación. Sin embargo, 6 veces más haitianos (87%) son víctimas de discriminaciones en Argentina y 16% de otras violencias (abusos policiales). Esti causa que 4% proyecta volver a Haití, 5% ir a otros países mientras que 60% no quiere responder.

Cabe precisar que los migrantes haitianos que viven en Buenos Aires son el 58%. En el informe diagnóstico de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires (2019), se especifica que están repartidos en PBA (18%) y CABA (82%). En cuanto a sus características y perfiles profesionales, estos varones (63%) y mujeres (36%) tienen mayormente entre 20-34 años (66%), cuentan con estudios secundarios (43,3%) y estudios universitarios (33,3%). Entre ellos hay artesanos, operarios, mecánicos, oficiales y otros oficios (42.3%), trabajadores dependientes y vendedores (19%), agricultores, trabajadores calificados de agropecuaria, forestales y pesqueros (3,8%). No obstante, las condiciones migratorias de muchos son precarias desde que viven ahí (42,71%), otros cuentan con apenas un sello de 90 días en su pasaporte (25,45%). Estas condiciones -que causan inaccesibilidad al mercado laboral formal, vulnerabilidad socioeconómica e imposibilidad de acceder a sus derechos básicos (alquiler sin dificultad, seguros sociales, etc.), serían las principales razones de la fuga de haitianos del país en estos últimos años. 

En cuanto a sus características y perfiles profesionales, estos varones (63%) y mujeres (36%) tienen mayormente entre 20-34 años (66%), cuentan con estudios secundarios (43,3%) y estudios universitarios (33,3%).

A los 21.635 haitianos que ingresaron al país entre 2015 y 2019 según el informe de la Dirección Nacional de Migraciones, se observa que 20.270 de éstos dejaron la Argentina para irse a otros países como Brasil, Chile, México y Estados Unidos. Hoy en día son unos 3000 haitianos que viven en Argentina. Con la nueva y peligrosa ruta de Colombia-Panamá, a pesar de que todavía no hay datos oficiales, no hay duda que muchos de estos últimos siguen huyendo a la Argentina para nuevas y mejores oportunidades afuera. 

Entonces, analizando esta migración a partir del modelo internacionalista de la década de 1960, misma fecha en que aparece el concepto «fuga de cerebro» para describir justamente la pérdida en Estados Unidos de la mayoría de sus migrantes calificados, principalmente científicos -se consideraba la migración de mano de obra calificada de un país como «una circulación internacional de capital humano, en el marco de la libre asignación de recursos«. Esto supone una «ventaja» para el país donde emigró la persona porque los envíos de dinero que realizará en este país (Torrado; 1982) contribuirán a su PIB. Si esta «ventaja» es cierta para Haití (3,8 mil millones de dólares de remesas en 2020), en el caso de la Argentina es todo lo contrario ya que los migrantes haitianos no tienen familia aquí (solo 8%). 

En definitiva, la migración internacional de personas altamente calificadas puede ser una incidencia positiva en el desarrollo del país receptor de los migrantes solo cuando se asegura el mejoramiento de la situación individual de ellos, mientras que el Estado a través de las políticas públicas aprovecha dichos recursos humanos. En otros términos, debe ofrecerles trabajos dignos, seguros sociales, garantizar sus derechos humanos y civiles, etc.

*Este análisis adaptado y publicado en forma de nota periodística por EL GRITO DEL SUR, es extraído del Trabajo Integrador Final de un programa de especialización en política internacional que Jackson Jean ha realizado en el Instituto de Formación Política y Gestión Pública (IFPyGP). Todos los derechos reservados ©

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