La paradoja electoral del «todos ganan»

🗳️ Recuperación electoral con clase y territorio. Mauricio Macri y su doble juego. La desaparición de la onírica avenida del medio y los extremos que se fortalecen.

Recuperación electoral con clase y territorio; Mauricio Macri y su doble juego; la desaparición de la onírica avenida del medio y los extremos que se fortalecen. Finalizaron las elecciones generales de medio término y el balance resulta, paradójicamente, alentador para los dos principales bandos en disputa: Juntos por el Cambio ganó a nivel nacional, sostuvo sus principales bastiones, se impuso en la Provincia de Buenos Aires y logró renovar su dirigencia con un Larreta empoderado y posicionando a sus alfiles en lugares estratégicos. Por el otro, el Frente de Todos recuperó distritos claves, achicó distancias, oxigenó su aparato electoral y vuelve a tirar por tierra los análisis que desde hace más de 70 años insisten en dar por muerto al peronismo. Pero vamos por partes.

Ganar de local. Recuperación electoral con clase y territorio. El diagnóstico del ausentismo atravesó la campaña de los últimos dos meses en el búnker del Frente de Todos. La necesidad de movilizar a un electorado bonaerense de raigambre peronista, pero desencantado con la gestión de Alberto Fernández, redundó en una serie de medidas concretas y en un giro de timón en la campaña. Más cercanía, más territorio y más escucha. El enroque Manzur-Cafiero y su réplica provincial con Insaurralde-Bianco buscaba territorializar la elección y fortalecer el rol de las dirigencias intermedias. Pero el ausentismo tenía también sesgo de clase y geográfico: La Matanza, Merlo, Quilmes y Moreno fueron los distritos bonaerenses que mayor caída de la participación registraron en las PASO en comparación con 2019. Municipios populares, de tradición peronista y bajo gestión del Frente de Todos. Una alerta temprana para los intendentes de todas las tribus que confluyen en el oficialismo. Finalmente se dio vuelta la taba en lugares estratégicos y San Fernando, Quilmes, San Martín o Cañuelas quedaron pintados de celeste y remontaron los resultados adversos de septiembre.

A dos bandas. El rol de Macri se juega en ambos frentes. Pese a que algunos analistas cercanos al Frente de Todos entienden (con razón) que su reaparición en el escenario electoral logró movilizar un voto útil antimacrista que tiene muy presente la gestión del PRO y se posicionó para evitar su regreso, también es cierto que su protagonismo busca contener un sector cada vez más grande que se expresó por derecha. Con Bullrich relegada de la campaña, el ala de los «halcones» ahora buscará ganar peso hasta 2023 en la compleja jugada de acercar a los liberales hacia la coalición opositora. La reunión entre el expresidente y Milei fue sintomática de esta necesidad: sin los halcones no se puede, con los halcones solos no alcanza.

Dos extremos de peso. En tiempos de crisis e incertidumbre, donde los horizontes de expectativas son poco claros, los extremos se fortalecen. Las opciones liberales de Javier Milei y José Luis Espert sumaron más de 900 mil votos entre ambas y cosecharon la nada depreciable cifra de cinco diputados nacionales. La emergencia de un liberalismo económico con una narrativa de ultraderecha -presente en la región, pero novedosa en nuestro país- despierta la pregunta por lo perecedero o permanente de este sector: ¿podrá Milei seguir hablando de la «casta» una vez que entre al Congreso? ¿Hay espacio para que los liberales condicionen la narrativa macrista de aquí a 2023? Lo cierto es que ponen en duda un consenso extendido dentro de la política argentina desde hace más de cuatro décadas: el respeto a la democracia, a los derechos humanos y a la resolución institucional de conflictos.

Wing izquierdo. Del otro lado, la izquierda volvió a sorprender y se posiciona como tercera fuerza a nivel nacional con casi 1.300.000 votos. Huelga decir que las mejores performances del FIT suelen ser en elecciones legislativas y cuando el gobierno nacional lo conduce el peronismo: su mejor precedente se remontaba al año 2013. La expresión de estas demandas por izquierda representan a un sector importante de la población: en CABA, entre el FIT y Luis Zamora, arañaron los 11 puntos. Finalmente Myriam Bregman entrará al Congreso, cortando una racha que se extendía desde 2001, cuando entró el último representante trotskista a la Cámara Baja: el propio Zamora. Pese a sus buenos resultados en el AMBA, la elección más importante de la izquierda se dio en Jujuy, donde el recolector de residuos Alejandro Vilca obtuvo el 25% por ciento de los votos y quedó tercero a apenas 3 mil votos de la candidata del Frente de Todos.

El clásico del barrio. Capítulo aparte para la situación en la Ciudad de Buenos Aires: Vidal contuvo al 47% del electorado pero mermó levemente su representación en favor de Milei, quien finalmente alcanzó los 17 puntos y se garantizó una banca en el Congreso junto con la negacionista Victoria Villarruel. El Frente de Todos volvió a alcanzar su histórico cuarto electoral: 25% clavado, mejorando las cifras de 2017 pero por debajo de la apuesta de 2019. Pese a los guarismos finales, Santoro redondeó una buena campaña y se posiciona como un referente opositor con fuerte proyección en la Ciudad. Por fuera de toda representación quedó Luis Zamora, que arañó el 3% de los votos. En la composición de la Legislatura, el macrismo retrocedió (metió 15 de los 21 que ponía en juego) pero sigue conservando mayorías. El FdT aumentó dos representantes y entrarán ocho legisladores por los seis que abandonan el cargo. El FIT consiguió reponer a Gabriel Solano y Alejandrina Barry, al tiempo que recabó adhesiones altas en el centro de la ciudad: en Almagro, Boedo, Villa Crespo y La Paternal sumó casi el 10% de los votos.

Remontadas heróicas. Finalmente, en Chaco Jorge Capitanich condujo un triunfo histórico y en Tierra del Fuego el Frente de Todos lo dio vuelta y se impuso por 11 puntos. Dos datos clave para la composición de ambas cámaras, donde el escenario muestra casi un empate hegemónico con predominancia numérica del FdT sumado al comodín que otorga el hecho de ser gestión.

Pasaron las elecciones de medio término, que reordenaron el escenario y dejaron interrogantes abiertos para el 2023. El Frente de Todos mantiene la iniciativa política y cuenta con dos largos y complejos años para demostrar que puede gestionar un país en crisis y con récord de pobreza en favor de quienes menos tienen.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.